ORGANIGRAMA MINISTERIAL
INTRODUCCIÓN:
EL PATRÓN DE NUEVO TESTAMENTO SOBRE LA
ORGANIZACIÓN ECLESIAL
(pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz 1ª de Corintios 14: 33.) La disposición, el diseño y la organización
del mundo natural muestran claramente que el Dios que creo el universo es un Dios de orden.
La unidad y la
armonía de la Biblia muestran claramente que el Dios que la inspiró es un Dios de orden. De hecho, sería muy
poco probable que un Dios así, estableciera una Iglesia sin ningún orden.
Debe haber algún tipo de organización
y liderazgo en la Iglesia o de lo contrario, habrá intranquilidad y confusión.
Aunque existe un acuerdo casi universal en toda la cristiandad de que debe haber un tipo de organización y
liderazgo dentro de la Iglesia, no hay un acuerdo general sobre qué forma debería tomar esa organización o
como deberían funcionar los líderes de la Iglesia. Antes de que podamos responder a esas preguntas, hay un
tema más básico a considerar. Primero debemos preguntar cómo encontraremos las respuestas a estas
preguntas.
Debemos considerar la fuente de autoridad que se utilizará en dicho estudio.
La fuente de autoridad en el estudio de la organización del la Iglesia y el liderazgo.
Los católicos afirman que debemos guiarnos de las tradiciones de la Iglesia. Los protestantes afirman que
generalmente debemos usar nuestro propio juicio para determinar qué forma de organización eclesiástica usar.
Pero tenemos que
Pág.3
preguntarnos si se supone que la tradición o el juicio humano nos guían en asuntos de fe y práctica en la Iglesia.
Al considerar estos asuntos debemos recordar que estamos hablando de la Iglesia de Dios. Lo primero que
debemos hacer, por lo tanto es ver que es lo que dice la palabra inspirada de Dios sobre estos asuntos de
autoridad.
JESÚS ES EL Señor
Jesucristo es la cabeza de la Iglesia (Ef 1: 22-23, Col 1: 18) Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad
me es dada en el cielo y en la tierra. (Mateo 28: 18).
Jesús enseñó que la tradición humana y el juicio humano
no deberían ser nuestra guía(Mateo 15: 6-9).
Las formas que parecen correctas para el hombre, ha veces son
incorrectas (Prov 14: 12, 16: 25).
En asuntos de fe y práctica de la Iglesia, el hombre no es capaz de dirigir sus
propios pasos (Jer 10: 23).
Como Jesucristo tiene toda la autoridad (Mateo 28:18), eso debe incluir autoridad para delegar autoridad.
Jesús envió a los apóstoles a todo el mundo con la autoridad para predicar el Evangelio (Mateo 28: 18-20,
Marcos 16: 15-16).
Jesús prometió enviar al Espíritu Santo para guiar a los apóstoles (Juan 14: 26, 16; 13). Los
apóstoles recibieron el Espíritu Santo (Hechos 2: 1-4).
Uno de los apóstoles dijo: Como todas las cosas que
pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel
que nos llamó por su gloria y excelencia (2 Pedro 1: 3).
Cuando los apóstoles hablaron, era la palabra de
hombre, sino la palabra de Dios (1 Tes 2: 132 Ped 1: 21). Los apóstoles tenían autoridad (2 Cor 10: 8, 1 Tes 2:
6) los apóstoles aun ejercen su autoridad a través del registro escrito que nos dejaron en el Nuevo
Testamento.
Pedro dijo que él sabía que moriría pronto y quería
Pág 4
que los cristianos tuvieran un registro de las cosas que Dios les había revelado (2 Ped 1. 12-15). Tenga en cuenta
que cuando Pedro dijo esto, estaba escribiendo uno de los libros del Nuevo Testamento.
Esa inspirada palabra
escrita según el apóstol Pablo: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra. (2 Timoteo 3: 16- 17).
La autoridad de Jesucristo se expresa a través de la Biblia.
El Nuevo Testamento contiene el patrón que la Iglesia
debe seguir hasta que el Señor regrese (1 Ped 4: 11, Gál 1: 6-9, Ap 22: 18-19, Deut 4: 2, 12: 32) Mientras
buscamos descubrir el plan de Dios para la organización y el liderazgo de la Iglesia, debemos volver a la Biblia.
Pag 5
Capítulo 1: el desarrollo de líderes calificados
El desarrollo del liderazgo siempre está en el pensamiento de la mayoría de los pastores. Ya sea que se trate
de líderes voluntarios para dirigir el Ministerio de Niños o líderes laicos para organizar células (Grupos de
crecimiento), la Iglesia siempre necesita líderes de calidad.
En muchos casos, el primer pensamiento es contratar a alguien ya estudiado, calificado y con la experiencia
necesaria. Un puesto de personal, un título oficial, obligan al ministerio a sacrificar un salario elevado,
¿verdad? A veces sí. Sin embargo, el proceso de búsqueda y contratación puede llevar mucho tiempo y
volverse aún más difícil cuando los presupuestos son ajustados.
El desarrollo del liderazgo dentro de los
mismos miembros de la Iglesia se convierte no sólo en una parte de nuestro llamado a servir a la Iglesia, sino
una urgente necesidad para que el ministerio prospere.
Sin embargo, a veces parece un viaje largo e incierto entre la madurez de los miembros y el calibre de los
lideres necesarios en la Iglesia. Como pastores, sabemos que cada miembro lleva la imagen de Dios y tiene un
llamado único para servir a Cristo. Como tal, necesitamos desarrollar un camino claro en nuestras iglesias para
ayudar a los miembros a dar pasos más acelerados en el camino al que Dios nos ha llamado.
Aquí hay cinco formas de crear un camino claro de desarrollo de liderazgo para formar lideres a nivel de personal
dentro de su congregación.
Pág 6
1. fomentar un fuerte sentido de pertenencia.
Cuando realizamos los entrenamientos con los misterios a los que les damos cobertura, una de las cosas que
declaramos cada mes en nuestros entrenamientos es que la Iglesia no es simplemente la organización sin fines
de lucro ante los ojos del gobierno, ni sólo los ministros con licencia de ministro de culto, sino que la Iglesia es
la gente de la Iglesia. Nuestro objetivo en esto es ayudar a nuestras congregaciones a verse a sí mismas como la
Iglesia y sentirse dueñas del ministerio.
Los líderes sólo aceptarán la responsabilidad si sienten que el ministerio es de ellos y para ellos. Para comenzar
a desarrollar líderes responsables y comprometidos en la Iglesia , primero debe empoderar a sus miembros para
que se vean a sí mismos como el Cuerpo de Cristo y tengan la incumbencia y la autoridad para servir como tales.
Conocer su puesto como Cuerpo de Cristo requerirá entrenamientos, talleres, conferencias, convenciones,
desarrollo de manuales y mucha, mucha, mucha educación teológica.
Nome refiero a las conferencias cotidianas
de matrimonios, el día de los enamorados o el predicador invitado de vez en cuando, nada de eso cuenta como
entrenamiento formal. Es necesario coordinar entrenamientos sólidos exclusivamente en la rama de liderazgo,
con la mandataria asistencia de los líderes actuales. Sólo líderes que han sido entrenados toman iniciativas,
dado a que se sienten seguros de sí mismos. Sin estos entrenamientos formales y mandatarios, el liderazgo no
está siendo armado con las herramientas para funcionar y producir.
La palabra griega para entrenamiento es
ekpaidefsi, de donde se deriva la palabra παιδεία (paideía)
1 que se traduce a disciplina, educación, instrucción.
Si el ministerio no les suple los recursos para que se sientan orgullosos de su Iglesia, no se puede tener
expectativa de sentido de pertenencia. Imagínate que puedan decir: “estoy orgulloso de mi Iglesia porque aquí
si me proveen el entrenamiento adecuado” o con mucha pertenezco a esta Iglesia porque el pastor se preocupa
por nuestro entrenamiento” o “en mi Iglesia no se nos lanza a la batalla a menos que estemos suficientemente
entrenados”.
El líder que tomará iniciativa es solo el que está instruido formalmente porque sus pasos serán
seguros.
En esencia de esto se trata el discipulado: ayudar a las personas a ver su identidad en Cristo y equiparlas para
vivir esa identidad. En este caso significa ayudarlos a ver que realmente son embajadores de Cristo, no sólo para
contarles a otros acerca de Jesús, sino también para ser sus manos y pies sirviendo como la Iglesia está llamada
a servir.
2. crear oportunidades de liderazgo dentro de varios ministerios.
Una vez que ayude a las personas s ver la importancia de su cometido en la Iglesia, es importante reforzar esto
dándoles la oportunidad de servir y liderar en su ministerio. En muchos casos esto puede significar renunciar a
los ministerios que actualmente tienen establecidos por mera costumbre o tradición, o porque eso observamos
en otra organización.
La mayoría e ministerios están estructurados de manera muy equivocada, por géneros o
por sexo, ministerio de mujeres, varones, jóvenes niños, músicos, etc. Esta estructura la
Pág 8
siguen por falta de conocimiento organizacional, falta de estructura constitucional (la constitución del
ministerio), y/o falta de mesa directiva. La estructura por géneros o sexos no funciona dado a que crea división,
falta de productividad, resultando en falta de actividad y estancamiento.
Estructura equivocada
Supuestamente se estructura la organización de menos autoridad a más autoridad (de abajo hacia arriba).
1 En este libro viene como ekpaidefsi, sin embargo no se encontró en la Concordancia de Strong.
La creación de los supuestos grupos departamentales.
Ventajas. (sólo una) unión entre los participantes de cada grupo.
Desventajas.
Si un golpe fuerte le llega a los grupos de arriba, se derrumban los de
abajo.
“no hay incentivos de participación”
Toda responsabilidad y trabajo recae sobre el líder del grupo.
La única esperanza de crecimiento del grupo es la llegada de una nueva
familia a la Iglesia.
No existe ninguna oportunidad de crecimiento de ningún tipo dentro del
grupo.
Pág 9
La mejor manera de estructurar la organización es por ministerios,
ministerio de evangelismo urbano, de misiones, de prisiones, de hospitales, de
consejería, de hospitalidad, de educación, de dispensa de alimentos a la
comunidad (ingles food pantry), de intercesión, de artes y muchos más.
los ministerios listados aquí son meramente un
listado de muestra. Dios le indicará a usted cuales
ministerios Él desea que su organización
desempeñe. Lo importante es la documentación
Pág 10
apropiada de cada una de las funciones,
operativos, oficiales y ejecución.
Su ministerio se dedicará a múltiples funciones,
aunque solo sea en escrito por ahora. En el Acta
Constitutiva de la organización, usted declarará las
funciones específicas de su ministerio y cómo las
llevará a cabo. Es importante ir nombrando un
presidente, vicepresidente y secretario (a) para
cada ministerio. Al principio serán las mismas
personas que se rotaran como los oficiales, por
ejemplo, el presidente del ministerio de prisiones
será el secretario del ministerio de misiones y así.
Por ahora, así será hasta que el ministerio cuente con
suficientes participantes con la pasión para cada ministerio.
Al activar a nuestros miembros a nuevas exposiciones de ministerio (sin temor a ser reemplazados), creamos
oportunidades para que exploren sus propias habilidades de liderazgo, al mismo tiempo nos libraran a nosotros
los líderes para expandir el ministerio o prestar atención a otras áreas de importancia.
Cuando Jesús llamó a sus discípulos, no dejó de enseñarles Teología, sino como parte de su entrenamiento, los
sumergió a un entrenamiento a primera mano, sin distinción de géneros o categorías.
Una cosa es decirle a
alguien que es un líder, pero es algo completamente diferente invitarlos a nuevas exposiciones y mostrarles de
lo que son capaces.
Notamos en el listado anterior de ejemplos que en cada uno de ellos se pudiesen involucrar
hombres, mujeres, jóvenes y en algunos hasta niños (como en el ministerio de las artes). Fui participe de una
congregación donde la estructura era muy antigua, por varones, mujeres, etc.
Pág 11
Desgraciadamente había competencia de quién hacia mejor carne asada para sus actividades, los varones o las
mujeres. No había nuevos convertidos, no había ningún entrenamiento evangelístico, no había incentivo para
crecer espiritualmente, pero sí había mucha carne asada y reuniones de supuesta “κοινωνία koinonía” en Mateo
18: 3 Jesús dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los
cielos.
A los niños hay que guiarlos en todo, pero también deben dejarse guiar, desde bañarlos, educarlos, en
todo. Los miembros de la congregación no saben que necesitan nuevas y frescas exposiciones, nuevos desafíos
o nuevas conquistas, hasta que su líder los guía de la mano a nuevas áreas ministeriales de lo que son capaces.
3. anime a las personas a considerar sus llamamientos.
Creo que Dios no solo nos llama a una función sino a muchas funciones. He sido llamado a ser un esposo fiel, un
padre amoroso, un empleado diligente y a servir a la Iglesia, por nombrar algunas de las cosas a las que creo
que Dios me ha llamado. Dicho esto, creo que hay momentos únicos y especiales cuando Dios nos llama a dar
un paso completamente fuera del camino actual, como suele se el camino al ministerio. En tales casos, a menudo
son las personas que nos rodean las que nos ayudan a discernir lo que Dios desea de nosotros.
LA RESPONSABILIDAD DE TODOS LOS PASTORES ES HABLAR CON LA GENTE SORE LO
QUE DIOS ESTA HACIENDO Y QUIERE HACER EN SUS VIDAS.
Pág 12
La verdad es que la mayoría de la gente no se detiene a considerar a qué los está llamando Dios. La vida a
menudo es demasiado ocupada, las demandas de sus vidas son demasiado fuertes y el camino que han elegido
parece ser fijo, sin flexibilidades. Sin embargo, como pastores tenemos la oportunidad única de alentar a las
personas a considerar su llamado, incluso si esto parece exagerado o poco probable. A medida que los
miembros ven los dones de liderazgo que Dios les ha confiado, es importante que, en algún momento, se les
pida que consideren que Dios se los ha dado. A algunos les podrían servir para ser buenos líderes en sus
empleos, mientras que, para otros podría significar explorar un llamado con vocación al ministerio.
Algunos alumnos de nuestra Universidad me han expresado que no sienten llamado al ministerio y que estudian
simplemente para conocer más de Dios y conocerse a sí mismos. Aceptamos este sentir inicial y lo respetamos.
Sin embargo, ha sido nuestra experiencia que Dios termina llamándolos al ministerio dado a la era en que
vivimos. La cual exige obreros para el Evangelio. Por otro lado tendremos aquellos líderes que aspiran más
unción y más llamados. Nuestra obligación es animarlos a desarrollarse en múltiples llamados. En varias
ocasiones me han preguntado algunos alumnos o ministros “Doctor, de lo que usted como de mí, ¿Cuál es mi
llamado?” mi respuesta es y siempre será la misma: ¡¡todos!! Estamos viviendo la era en la que Dios manifestará
una doble porción de su Espíritu, el tiempo de la cosecha, cuando Dios derramará Su Espíritu sobre toda carne.
Es decir, estamos viviendo una era donde Dios nos ha
Pág 13
regalado profecía, visiones, sueños sin límites, proveyendo que, a través de madurez, aprendamos a manejar
los dones.
Apoderar a nuestros miembros para algún llamado en sus vidas, implica más que sólo sobarles el hombro y
animarlos con amor. Esta obre implica nuestra inversión de tiempo, mentoría, dinero y mucha paciencia.
4. invierta en la educación y adiestramiento de sus prospectos a líderes.
Si bien es posible que no siempre hay una oportunidad de pagarle sueldo a alguien como personal de su Iglesia
a tiempo completo, ofrecer la oportunidad de becas para estudios teológicos puede ser una herramienta
poderosa en el desarrollo de liderazgo. Ofrecer una beca no se trata sólo de recompensar a los líderes por un
buen trabajo, sino que es un medio de dar a las personas un incentivo para que continúen su desarrollo y
enriquecimiento personal. En ese momento los pasantes tienen la oportunidad de probar retos mayores que
sólo una institución académica les puede proveer, a través de los estudios pueden comenzar a aprender nuevas
habilidades relevantes que los ayudarán a realizar mejores decisiones ministeriales, una mentalidad de
productividad ministerial, , capacitarse en las necesidades actuales de la Iglesia global y exponer la palabra de
Dios de manera adecuada cuando el pastor ocupe el apoyo.
Los programas académicos ofrecen una capacidad más larga y profunda que lo que la Iglesia en sus actividades
cotidianas ofrece. No debe haber ninguna pena o vergüenza si el pastor decide estudiar junto con el líder
Pág 14
prospecto. Revelaría a la congregación que el pastor principal decide continuar sus estudios sólo le puede traer
admiración y apoyo de parte de la congregación. El considerar cuál institución se elegirá es importante
considerar lo más importante de una institución académica, lo cual es la sangre y el corazón de la institución, su
mapa curricular. Ya no estamos en la era de los institutos donde se enseña una Teología sistemática sin ninguna
aplicación a la Iglesia del siglo XXI, y la sociedad del siglo XXI. Felicitamos y elogiamos a las instituciones que
operaron bajo este currículo por décadas, hicieron su trabajo y gloria a Dios por ello. Sin embargo, para preparar
líderes aptos para afrontar los dilemas de la Iglesia y de la sociedad del siglo XXI, el currículo de estudio debe
estar al día, competente a las problemáticas de hoy en cuanto a las consejerías psicosomáticas, que cupla con
los parámetros de Dios para la Iglesia moderna, aptos para las misiones de la era de la cosecha, que sepa
devolverle al Evangelio la frescura y pertinencia que le quitamos, que sepa tomar la cruz y retomar la senda del
sacrificio por el prójimo, que sea infiltrar comunidades, naciones y continentes enteros en una visión mundial
bíblica. Líderes de este calibre solo los tendremos si estamos dispuestos a invertir en su educación y
adiestramiento.
5. concéntrese en las personas de su congregación, no en los roles o puestos que deben ser llenados.
Sumergirse en el corazón del ministerio, es aprender a absorber el ADN de los miembros, vivir, respirar y conocer
los que ellos conocen y sus capacidades, sin dejar de pensar cómo Cristo
Pág 15
Piensa. Luego, a medida que sus dones, pasiones talentos se hacen más claros a través de usted exponerse
primero, tendrá la oportunidad de servir a las personas en mayores áreas del ministerio. Por ejemplo, sólo podrá
llevar a cabo programas urbanos alimentando a los vagabundos y a la gente de la calle si usted primero aprende
a hacerlo usted mismo y también aprende a conocer si los miembros de su Iglesia están capacitados para tal
obra. Otro ejemplo, Dios solo le confiará donativos si su corazón esta en entrenar a los miembros de la Iglesia
para distribuir los donativos a la comunidad en vez de utilizar los donativos para beneficencia personal entre la
misma membresía. Utilizar los donativos internamente es la manera más rápida para que Dios nos quite de las
manos las bendiciones, saso a que nos estamos comiendo la semilla, sin haberla sembrado.
Uno de los mayores obstáculos en el esfuerzo por desarrollar líderes es el enfoque en los puestos dentro de su
congregación. No debe centrarse más en los roles que deben cumplirse que en las personas que Dios le ha
confiado. Si mi pastor estuviera más preocupado por encontrar un pastor de jóvenes (y formarme en uno),
ambos hubiéramos quedado frustrados y no habría descubierto que estoy mucho mejor capacitado para
reclutar y capacitar a líderes que transformen naciones. Su Iglesia ya cuenta con líderes, puede ser que le tome
un poco de esfuerzo ayudarlos a verlo en si mismos y aprender a usar esos dones. El sacrificio de invertir en ellos
vale la pena.
Pág 16
El esquema de calificación de líderes en 1 Tim 3: 1-3 y Tito 1: 5-9.
Estos dos pasajes de Las Escrituras presentan la lista más detallada de calificaciones. Sin embargo, estos
requisitos no son exclusivos de los ancianos. Casi todas estas calificaciones se discuten en otros pasajes de Las
Escrituras como requisitos para todos los cristianos. En general, lo que se representa en estos pasajes el modelo
de un hombre cristiano maduro. Muchas de estas calificaciones involucran preguntas (Ej. 1 Tim 3: 5). Nadie es
perfecto en santidad, paciencia y autocontrol. Siempre esta presenta un margen de mejora, áreas para
perfeccionar. 1 Tim 3: 1-3 y Tito 1:3-9 deberían servir como un filtro para aprobación o eliminación del obispado
y el diaconado. Además estas cosas no son solo calificaciones que las congregaciones deben tener en cuenta al
seleccionar a los hombre para el liderato. Muchas de estas cosas son cualidades que los ancianos deben aplicar
en su práctica de liderazgo después de ser seleccionados.
Anhelo.
1 Tim 3: 1 dice … Si alguno anhela obispado, buena obra desea. El texto griego usa dos palabras para “desear”,
en este pasaje. Epithumeo significa desear ferviente y ansiosamente. Orego significa avanzar, anhelar, buscar.
Cada creyente debe desear servir a las causa de Cristo de toda manera posible. Algunos reconocen que no tienen
las habilidades de liderazgo requeridas en estos oficios y por lo tanto buscan servir al Señor de otras maneras.
Si alguien siente que tiene las habilidades requeridas para estos oficios, es apropiado para él desarrolle el deseo
de servirle al
Pág 17
Cuerpo de ancianos. Sobre todas las cosas es Dios quien elige a la persona para servirle a Él, no la persona quien
elige el puesto para servirle a Dios.
Cuando el anhelo de obtener el oficio lleva ya una competencia, tal como si fuera campaña política, entonces el
puesto se ha secularizado y se busca conseguir la gracia del hombre y no la gracia de Dios. Si un hombre quiere
servir algún día como anciano, lo que debe buscar es desarrollar las calificaciones necesarias. De ese modo, se
continuará preparando en las más áreas posibles y cuando una congregación lo necesite como anciano, estará
más que entrenado. Notemos que hemos puesto énfasis especial en entrenamiento continuo, ni en señorío por
edad o años en la congregación. La edad o años de membresía no siempre son indicadores de madurez.
Desgraciadamente la mayor edad puede reflejar actitud caprichosa y años de membresía pueden reflejar una
actitud despótica por creerse fundador del ministerio.
Algunos no consideran el deseo como una calificación necesaria para el servicio. Pero si un hombre está
calificado para servir y no desea servir en la obra donde tanto es necesitado, entonces algo está mal
espiritualmente, ya que nuestro anhelo debe ser el querer mejorar el Cuerpo de Cristo a cada oportunidad
posible. Tener el potencial es algo hermoso, que debe servirnos como vigor para lanzarnos a nuevas conquistas.
Potencial significa que todavía no lo has hecho, tu acción en pausa, que estas capacitado pero no estás
dispuesto, o también puede significar tu potencia innata de dominar áreas exitosamente.
Pág 18
Experiencia.
1 Timoteo 3: 7 dice: También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en
descrédito y en lazo del diablo. En el texto griego, la palabra utilizada es νεόφυτος neófutos que literalmente
significa “recién plantado”. Esto se refiere al nuevo converso. Si a un nuevo convertido lo colocan como anciano,
el peligro es que pueda ser levantado con orgullo como el diablo y así caer de la gracia de Dios como el diablo
cayó. La Biblia no nos dice cuanto tiempo se debe pasar un hombre para clasificarlo como “nuevo converso”. Lo
que la Biblia hace es presentar esto como un área importante a considerar. Algunos creyentes que han sido
considerados como cristianos por solo unos pocos años ya han avanzado mucho más allá que otros que han
estado en la Iglesia por muchos años.
Reputación.
1 Timoteo 3: 7 dice: También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en
descrédito y en lazo del diablo. Para ser calificado para anciano, un hombre debe tener buena reputación no
solo entre los miembros de la Iglesia, sino también en la comunidad. 1 Timoteo 3: 2 dice: que debe ser
“irreprensible”. La palabra en el texto griego original es anepiletos (ἀνεπίληπτος anepíleptos) que literalmente
significa “no puede ser inculpado”. Un anciano debe ser irreprochable. No debe dar motivos para la acusación.
Tito 1: 6 usa una palabra aún más fuerte para “sin culpa”. Este pasaje usa la palabra ἀνέγκλητος anénkletos,
que no es simplemente absolutorio sino “la ausencia de un cargo en su contra”. Los ancianos deben ser hombres
de integridad incuestionable. Si no tienen
Pág 19
tal reputación en la comunidad, el trabajo de la Iglesia será grandemente obstaculizado.
Familia
Un anciano no solo debe estar por encima del reproche, sino que toda su familia también debe tener reputación.
Tito 3: 2 y 1: 6 deja en claro que un anciano debe ser esposo de una sola esposa. Algunas denominaciones no
permiten que un hombre que nunca se haya casado pueda ser calificado como anciano. Si un hombre se ha
casado y divorciado por alguna acusación de adulterio y casado otra vez, es imposible que éste califique para
servir como anciano. Si la primera esposa del hombre muere y él se casa de nuevo, tiene una sola esposa,
entonces sí está calificado para ser anciano en lo que respecta a este asunto.
1 Timoteo 3: 4-5 dice: “que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues
el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)”, Tito 1: 6 dice: “… y tenga hijos
creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”. Para ser calificado para anciano, un hombre debe
ser el jefe de su propia casa. Debe manejar bien sus propios asuntos familiares. Sus hijos deben estar bajo
control. Él debe ordenar a sus hijos a respetar en todos los sentidos y mantenerse respetuosos. No debe permitir
que sus hijos sean rebeldes o desordenados. Sus hijos deben ser irreprochables en esos asuntos.
Habilidad de enseñanza
1 Tim 3: 2 dice que un anciano debe ser “apto para enseñar”. La palabra en el texto original griego
Pág 20
es διδακτικός didaktikós que significa “un maestro hábil”, “apto para enseñar.” otras versiones dicen “hábil en
la enseñanza”. “capaz de enseñar” o “capaz y calificado para enseñar”. Tito 1: 9 dice: “retenedor de la palabra
fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que
contradicen” . los ancianos deben tener un conocimiento profundo de la Biblia. Deben ser sanos en la
doctrina. Además, deben tener la capacidad de enseñar a oreos. Deben saber como alentar a los cristianos y
refutar a quienes enseñan falsas doctrinas. Relacionado con estas calificaciones, está el requisito de 1 Tim 3: 2
y Tito 1: 8. En el texto griego original, estos versículos dicen que un anciano de be ser sophron que
literalmente significa “de mente sana” o “sensible”.
1 Tim 5: 17 dice: Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que
trabajan en predicar y enseñar. evidentemente en la Iglesia del Nuevo Testamento, algunos ancianos pasaron
gran parte de su tiempo predicando y enseñando públicamente la palabra de Dios, pero otros no sirvieron de
esta manera. Seria bíblico que uno de los ancianos madure al pastorado de una congregación y sea apoyado
financieramente para que pueda pasar tiempo completo en este trabajo. (1 Tim 5: 18). También es bíblico que
una congregación tenga un pastor que no sea uno de los ancianos. En esta capacidad Timoteo trabajó con los
ancianos en Éfeso (Hech 20: 17, 1 Tim 1:3) y Epafrodito trabajó con los ancianos en Filipos (Fil1: 1: 2, 25: 30).
No es estrictamente crucial que todos los ancianos se concentren o sean expertos en la predicación pública y la
enseñanza, pero todos
Pág 21
Deben estar calificados para enseñar. Muchas congregaciones hoy en día cometen un grave error al nombrar
hombres para ancianos que no conocen la Biblia y no saben cómo enseñar. la mayor parte de la enseñanza que
realizan los ancianos en su papel de ancianos es asesoramiento privado en lugar de predicación pública, sin
embargo, cualquier liderazgo se verá muy imitado si no contiene al menos uno o dos hombres que sean capaces
de llevar un sermón eficazmente a la congregación.
Características negativas.
La mayor parte del énfasis en 1 Tim 3: 1-3 y Tito 1: 5-9 trata sobre las características personales de los ancianos.
Ambos pasajes enumeran ciertas características que deben ser evitadas. Tito 1: 7 dice que un anciano no debe
ser “codicioso de ganancias deshonestas”. Esto traduce la palabra griega aischrokerdes, que literalmente
significa 2codicioso para ganancia personal. Esto se debe a un fuerte deseo de riqueza y una disposición para
obtener esa riqueza por medios cuestionables. 1 Tim 3: 3 dice que un anciano no debe ser “codicioso”, esto
traduce la palabra griega afilargourus, que literalmente significa “amor al dinero.” Un anciano no solo debe
evitar buscar dinero por medios cuestionables, sino que un anciano no debe estar motivado por el amor al
dinero., ni por querer resolver todos los problemas con dinero. Yo me crie en una cultura muy trabajadora en
Texas, la mayoría inmigrantes de México y Latinoamérica. La congregación contaba con contratistas de
construcción que ganaban muchísimo dinero a través de sus contratos, también recuerdo que estos contratistas
en ocasiones querían resolver las cosas
Pág 22
con dinero, y algunos de ellos eran parte del diaconado si el pastor les quería exhortar por su falta de asistencia
a la Iglesia o por algún otro asunto que ameritaba amonestación, una de sus reacciones inmediatas era sacar
dinero del bolsillo e intentar sobornar al pastor, como diciendo. “tenga, pastor. Con eso nos arreglamos”. en el
diaconado hay dilemas que no se resolverán con dinero, sino con buscar la guía del Espíritu Santo. En el caso de
sanidad interior o de algún pecado establecido, el dinero será obsoleto.
Un anciano no debe ser “dado al vino”, según 1 Tim 3: 3 y Tito 1: 7. La mayoría de las versiones bíblicas traducen
esto como “ adictos al vino o las bebidas fuertes”. Algunos, sin embargo toman una segunda definición que se
refiere a los efectos de la bebida fuerte y por lo tanto traducen la palabra griega paroinos que significa
“peleador”. Ambos deben ser evitados. En tiempos bíblicos la bebida alcohólica más fuerte que estaba
disponible tenía solo 14° de alcohol. Se necesita un proceso de destilación para producir bebidas con más alcohol
y el proceso de destilación ni siquiera se inventó hasta la Edad Media. En tiempos bíblicos, cuando el suministro
de agua era a menudo impuro, era costumbre mezclar el vino suave con agua y luego beberlo solo en las
comidas. Tal práctica no produce intoxicación. Efesios 5: 18 ordena a los cristianos que no se emborrachen.
Cualquier grado de intoxicación es una violación de la ley de Dios, no sólo para los ancianos, sino para todos los
cristiano. Algunos han discutido sobre la base de 1 Tim 3: 3 en comparación con 1 Tim 3: 8 que los Diáconos
pueden beber un poco, pero los ancianos no pueden beber nada.
Pág 23
1 Tim 3: 3 y Tito 1: 7 dicen que un anciano no puede ser “pendenciero”. La palabra griega plektes significa una
persona que es pugnaz, un bravucón, un provocador, una persona combativa. 1 Tim 3: 3dice que los ancianos
no deben ser contenciosos. La palabra griega aquí es amachos que significa pendenciero. Tito 1: 7 dice que un
anciano no cebe ser uno que “prontamente enojado”. Aquí la palabra griega es orgilos que significa
“temperamento rápido” o “propenso a la ira”.
Una de las características negativas más importante a considerar se enumera en Tito 1: 7 donde leemos que un
anciano no debe ser “obstinado”. La palabra griega aquí es authades, que significa “autocomplaciente,
dominado por el interés propio, desconsiderado con los demás, terco, presuntuoso, adverso, indócil, resistente,
afirmando arrogantemente su propia voluntad”. Una persona con esta característica discute con otros ancianos
y a todo costo intentará dominar sobre la Iglesia.
Características positivas.
No es suficiente evitar las características negativas. Es aún más importante tener en cuenta las características
positivas. En términos de número, la Biblia pone más énfasis en estas características positivas que en todas las
otras calificaciones.
1 Tim 3: 2 usa la palabra nephalios en el texto griego original. Esta palabra significa “vigilante, sobrio, templado
o nivelado”. Este versículo también usa la palabra sophron que ya hemos considerado bajo el título de
capacidad de enseñanza. Pero además del significado de “sensible” o “de mente sana”, esta palabra también se
traduce a
Pág 24
“autocontrolado, templado, discreto circunspecto”. Otra calificación importante en este versículo se encuentra
en la palabra griega cosmios, que significa “de buen comportamiento, decente, modesto, digno, ordenado y
llevando una vida ordenada”. Este mismo verso enumera otra calificación importante en la palabra griega
philoxenos que significa “dado a la hospitalidad, mostrando amor y siendo amigo de los creyentes y
especialmente de los extraños y extranjeros”. 1 Tim 3: 3 usa la palabra griega epielkes que significa “paciente,
gentil, equitativo, justo, moderado, tolerante, considerado, pacífico e indulgente”.
Tito 1: 5-9 repite muchas delas características positivas enumeradas en 1 Tim 3: 1-7. Además, Tito 1: 7 enfatiza
que los ancianos deben verse a si mismos como “administradores de Dios”. Un administrador reconoce que
todo pertenece a Dios. Los administradores usan su tiempo, su dinero, talentos y energía sabiamente al servicio
de Dios. Tito 1:8 dice que los ancianos deben ser amantes de lo que es bueno. La palabra griega aquí es
philagathos que significa tanto amante de los hombres buenos como amante de las cosas buenas. Los ancianos
deben ser amantes de la bondad. Tito 1: 8 también enumera otras tres características positivas importantes.
Los ancianos deben ser “justos, santos y dueños de si mismos”. Dikaion es la palabra justa y significa “una
persona que observa las reglas, una persona imparcial recta y justa. Hosios es la palabra para santo y significa
“una persona que vive una persona pura” y, por lo tanto, está bien con Dios. Enkrates es la palabra para
Pág 25
templado y literalmente significa “mantenerse en la mano” y generalmente se refiere al autocontrol.
Los ancianos lideran con su ejemplo y no sólo con su enseñanza y su toma de decisiones. Es de vital importancia
que los ancianos tengan las características que deben desarrollarse en los miembros de la congregación. El viejo
aforismo de “haz lo que digo y no lo que hago” simplemente no funciona.
Le aplica a los Diáconos
Antes de abandonar esta sección sobre la calificación enumerada en estos dos pasajes, deberíamos considerar
las cualidades de los Diáconos que figuran en 1 Tim 3: 8-13.
1 Tim 3: 8 usa la palabra griega semnos, que indica que los Diáconos deben ser serios, honrados y dignos de
respeto. Este mismo verso usa la palabra dilogos, que se traduce com “doble lengua”. Un Diácono no puede ser
el tipo de hombre que dice a la cara una cosa y otra detrás de la espalda. La misma restricción sobre el alcohol
que se aplica a los ancianos también se aplica a los Diáconos. Los Diáconos deben conocer la palabra de Dios,
ser sanos en la doctrina. 1 Tim 3: 9 dice “mantener el misterio de la fe en una conciencia pura”. De igual manera,
las esposas de los Diáconos deben cumplir con las mismas calificaciones que las esposas de los ancianos.
Pág 26
Capítulo 2: EL PATRÓN DENOMINACIONAL
En el Nuevo Testamento , la palabra “Iglesia” suele ser la comunión espiritual universal de todos los salvos. En
ese momento, había una sola Iglesia. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo (Ef 1: 22-23, Col 1: 18). Solo hay un cuerpo
(Ef 4:4, 1 Cor 12: 20). La Iglesia es el hogar o la familia de Dios (1 Tim 3: 15, Ef 3:15) y Dios tiene una sola familia.
Todos los cristianos son hijos de la familia de Dios. Dios no tiene hijos fuera de su familia. La Iglesia es la novia
de Cristo (Ap 21: 2) y Cristo tiene una sola novia. La Iglesia sobre la que leemos en el Nuevo Testamento no era
una organización a las que las personas se unieron después de ser salvas. Dios agrega los salvos a la Iglesia (Hech
2:47).
En el Nuevo Testamento la palabra “Iglesia” también se usa para referirse a congregaciones locales de cristianos
com la Iglesia en Jerusalén, la Iglesia en Roma, o la Iglesia en Antioquia. El Nuevo Testamento nunca usa la
palabra “Iglesia” para referirse a una denominación. Las denominaciones, por su propia definición, son más
grandes que una iglesia local, pero más pequeñas que la Iglesia universal. Los líderes denominacionales no
deberían generar o afirmar que uno debe ser miembro de su denominación particular o de cualquier
denominación para pertenecer a la Iglesia de Cristo. En algunas constituciones gubernamentales (no
constitución eclesial sino de gobernación) es aun contra la ley pedir las escrituras del templo o que la
denominación se adueñe de la propiedad de cada Iglesia. Por ejemplo, la constitución de los Estados
Pág 27
Unidos requiere que cada Iglesia procese y adquiera sus propios registros estatales y federales para lograr ser
reconocidos por el gobierno, y por separado, que el pastor se prepare académicamente y reciba endose
ministerial para funcionar como ministro de culto.
Las denominaciones han desarrollado muchos y diferentes sistemas de organización. Aclaremos que no hay
nada malo en configurar una acta constitutiva de la Iglesia u organización con características propias. Po
ejemplo, en los Estados Unidos a gobernación le agrada que cada organización tenga su propia personalidad y
que pueda expresar en escrito las funciones que contemplan llevar a cabo en sus actas constitutivas. Las
congregaciones locales (iglesias) se organizan de diversas maneras y existen muchos tipos diferentes de
estructuras denominacionales, siete estructuras, para se exactos. Las siete iglesias mencionadas en el
Apocalipsis son el molde de los siete tipos de iglesias que existen hoy en día. Por ejemplo, existe la Iglesia
abundante que siempre tiene para instrumentos, comida, distribución al pobre y educación, pero suelen ser
apagaditos (con cariño) espiritualmente. Por lo contrario, existe también la Iglesia que muy apenas logra
recaudar su pago de arrendamiento, pero son fogosos en espíritu, y entregados al movimiento pentecostés.
Algunas denominaciones tienen una forma episcopal de organización, en la que cada congregación local esta
bajo la supervisión de un Obispo y, por lo general, varias congregaciones locales están bajo su supervisión. Otras
denominaciones tienen una forma de organización presbiteriana en la cual las congregaciones locales
Pág 28
están bajo la supervisión de un grupo de líderes seleccionados por la congregación. En la mayoría de las
denominaciones, la congregación local está bajo la supervisión de un pastor.
Si la Biblia no hubiera sido dada como patrón, seria prudente usar nuestro propio juicio al seleccionar el tipo de
organización eclesiástica que nos parecía mejor.
Pero la Biblia sí nos ha dado un patrón. Había congregaciones locales independientes en el Nuevo Testamento,
pero no había una organización eclesiástica mundial. Jesucristo fue y es el único jefe de la Iglesia. El cielo es el
único cuartel general de la Iglesia. No había cabeza terrenal ni oficinas centrales terrenales. La Biblia no prohíbe
expresamente el establecimiento de organizaciones por encima del nivel de las congregaciones locales, pero no
tiene que hacerlo. Como la Biblia especifica el patrón congregacional, todos los demás métodos posibles de
organización de la Iglesia se excluyen automáticamente. Nuestra preocupación, por lo tanto, en este libro se
limitará a la organización de la Iglesia y al liderazgo a nivel de las congregaciones locales independientes sobre
las que leemos en el Nuevo Testamento.
Pág 29
El patrón del Nuevo Testamento.
En el Nuevo Testamento había apóstoles, profetas y otros con dones milagrosos del Espíritu Santo (Ef 4: 11, 1
Cor 12: 28). Lastimosamente tenemos en nuestro medio organizaciones controladoras que hacen al pueblo
creer que estos dones milagrosos del Espíritu Santo nunca tuvieron la intención de ser una característica
permanente de la Iglesia, malinterpretando 1 Cor 13:8 e intentan cancelar los dones del Espíritu Santo. nuestro
estudio, sin embargo, no es enfocarnos en el trabajo de apóstoles o profetas , pero en esas posiciones de
liderazgo, dentro de las congregaciones locales que Dios ha destinado a ser unas característica permanente de
su Iglesia.
Organización y liderazgo en la congregación local
No había distinción clero-laico en la Iglesia del Nuevo Testamento. Todos los cristianos son sacerdotes de Dios
(1 Pedro 2: 5-9). Sin embargo, había varios oficios en las congregaciones locales. Algunos se oponen al término
“clero”, pero este término simplemente significa un tipo particular de trabajo, un rol asignado, una función
específica o una posición de liderazgo religioso. Efesios 4: 11 habla de algunos que fueron llamados
“evangelistas” y otros que fueron llamados “pastores” o “maestros”. Fil 1:1 menciona a algunos que fueron
llamados “. Hay Obispos” y otros que fueron llamados “Diáconos”
Hay muchos términos tomados de la Biblia que se usan en varias denominaciones para referirse a una amplia
variedad de diferentes oficios. En el Nuevo Testamento, las cosas eran mucho más simples. Cada congregación
fue guiada por un grupo
Pág 30
de hombres que fueron llamados por tres títulos. En el texto griego original del Nuevo Testamento, los tres
títulos eran presbuteros, episkopos y poimen. Presbíteros, Obispos y pastores de los equivalentes latinos. Todas
estas palabras han llegado directamente al idioma castellano. Los equivalentes son aciano, supervisor y pastor.
Sólo había tres títulos para el clero.
Ancianos (presbíteros).
Pablo llamó a los ancianos (presbíteros) de la Iglesia en Éfeso para encontrarse con ellos en Mileto (Hech 20;
17), luego, en Hechos 20: 28, les dijo a estos ancianos presbíteros que el Espíritu Santo los había hecho
supervisores (Obispos) de la Iglesia. La palabra griega para “alimentar” es poimeno, que es simplemente la
forma verbal de “pastor”. Es bastante evidente que los términos anciano-presbítero, Obispo-supervisor, y
pastor-cuidador del rebaño se usan en este pasaje para referirse a los mismos hombres. 1 Pedro 5: 1-4 fue
dirigido a los ancianos-presbíteros. Pedro les dijo a estos ancianos-presbíteros que atendieran “al rebaño de
Dios que está entre ustedes”. La frase “cuidar al rebaño” traduce la misma palabra griega que significa
“pastorear”. Observe que Pedro llamó a la Iglesia “el rebaño” y observe que llamó a Jesús “el pastor principal”.
Pedro también les dijo a estos hombres que ejercieran la supervisión que la Iglesia necesitaba.
Obispos (supervisores).
La palabra “supervisar” es un verbo que activa las funciones del Obispo. Una vez más, es bastante
Pág 31
evidente que los términos anciano, presbítero, Obispo, supervisor y pastor se usaban para referirse a
desempeños que serian ejecutados de acuerdo con el nivel de madurez que se iba adquiriendo. En resumen, la
unción de casa puesto depende de llamado o madurez espiritual, no por nombramiento, votación o cédula.
Pastores (predicadores / cuidar el rebaño)
En la mayoría de las denominaciones de hoy, los pastores son los predicadores o ministros. Sin embargo, en el
Nuevo Testamento los títulos “predicador, “ministro” o “evangelista” no se usaban para referirse a aquellos que
eran pastores. En 2 Tim 4. 1-5 Pablo le dijo a Timoteo que “predicara la palabra” y le dijo que hiciera “el trabajo
de un evangelista” y que cumpliera “su ministerio”. Timoteo era un predicador-evangelista-ministro, pero no
era un pastor-supervisor. Timoteo tampoco era un “presbítero, Obispo pastor”. El apóstol Pablo se llamó a si
mismo “predicador” (1 Tim 2: 7) pero Pablo no era un pastor que supervisaba un rebaño. Pablo no estaba casado
1 Cor 9: 5) y, por lo tanto, no estaba calificado para servir como anciano. (1 Tim 3: 1-5, Tito 1: 4-9). En el patrón
del Nuevo Testamento, la función de enseñanza o predicación de aquellos conocidos evangelistas-ministrospredicadores. Era bastante diferente del papel de aquellos conocidos como ancianos-supervisores-pastores.
Filipenses 1: 1 menciona a algunos conocidos como “Diáconos”. El oficio de Diácono no era el mismo que el de
Obispo. Las calificaciones para los Diáconos se dan en 1 Tim 3: 8-10 y no son lo mismo que las calificaciones
dadas para los Obispos en 1 Tim 3: 1-7, fil 1: 1 y 1 Tim 3: 8-10. Esto son los
Pág 32
únicos lugares en el Nuevo Testamento , donde leemos el título “Diácono” y en estos pasajes ese oficio difiere
con el oficio de Obispo. Lo que esto sugiere es que los Diáconos eran líderes de la Iglesia que trabajaban bajo la
supervisión de los Obispos. Los siete que administraron ayuda a las viudas en Hech 6: 1-7 no fueron llamados
“Diáconos” en ese pasaje (sólo en el título de la porción Biblia), pero el trabajo que hicieron y la relación que
mantuvieron con los apóstoles que entonces dirigían la congregación de Jerusalén, parece sugerir un fuerte
paralelo al oficio que luego se identificó con el título de “Diácono”.
En el Nuevo Testamento nunca leemos de congregaciones gobernadas por pastores o Diáconos. Además nunca
leemos de una congregación gobernada por un solo pastor o anciano-supervisor. El anciano siempre consistió
en una pluralidad de hombres. El papel principal de liderazgo en la Iglesia del Nuevo Testamento era el de los
ancianos-supervisores-pastores y, por lo tanto, ese será nuestro enfoque en este estudio de organización y
liderazgo de la Iglesia.
En 1 Tim 3. Pablo describe aún más las calificaciones al definir las responsabilidades de los oficios de Diácono y
Obispo. Los dos oficios comparten obligaciones similares pero son distintos en que el Obispo predica el Evangelio
y administra las ordenanzas de la Iglesia.
El Diácono debe preparar y preparar la mesa para la administración de La Cena del Señor. En la Iglesia
primitiva, el Diácono racionaba cualquiera de los elementos sobrantes a los pobres de la Iglesia o
localidad.
Pág 33
El Diácono debe visitar a los enfermos y necesitados de la Iglesia y preparar los asuntos necesarios para
las reuniones de la Iglesia.
Si surge un conflicto dentro de la Iglesia, el Diácono debe ayudar a l pastor a aliviar cualquier tensión o
resolver conflicto.
Pág 34
C a p í t u l o 3 . El e r r o r y l o s e f e c t o s d e l l i d e r a z g o a u t o r i t a r i o .
Las iglesias cristianas no están creciendo hoy como lo hicimos hace unos años. Nuestra tasa de crecimiento neto
ha disminuido constantemente eh los últimos 15 años, principalmente a un aumento significativo en nuestra
tasa de deserción. Los resultados de la encuesta indican reducción de 35% de nuestra congregación local.
Dado a la falta de conocimiento sobre lo que el cristianismo es, las iglesias han comenzado a disminuir en su
membresía. El 40 por ciento ha dejado de crecer y solo se mantienen firmes. Sólo el 25 por ciento está creciendo
y, ahora, no están creciendo tan rápido como hace unos años. A este paso nuestra membresía en dos décadas
más será solo la mitad de lo que es hoy. A menos que se revierta está tendencia decreciente, la Iglesia de Cristo
cesará en el embolo de la tierra en sólo 50 años. Es evidente que estamos fallando en algo.
¿Pudiera ser que estas estadísticas menguantes sean dado al liderazgo? ¿Qué obstaculiza el crecimiento de las
iglesias? El estilo de liderazgo autoritario en los ancianos es el mayor problema que debe superarse para que las
iglesias crezcan. En este capítulo, describiremos el estilo de liderazgo autoritario, demostraremos que este estilo
de liderazgo autoritario, demostraremos que este estilo de liderazgo es contrario a Las Escrituras y
descubriremos los factores que han contribuido a su desarrollo.
Pág 35
Descripción del estilo de liderazgo autoritario.
Ancianos que practican un estilo autoritario de liderazgo tienden a funcionar como un cuerpo único de toma de
decisiones. Los tres títulos para este cargo en el Nuevo Testamento sugieren tres funciones diferentes. La
tendencia común en los ancianos que practican un estilo autoritario de liderazgo es descuidar dos de sus
funciones y limitar su actividad al rol de toma de decisiones.
La palabra griega presbuteros, la palabra latina presbítero y el origen etimológico de la palabra anciano
significan literalmente “alguien mayor”. Sin embargo, había un significado secundario basado en la costumbre
de hacer que los hombres mayores de la aldea actuaran como tomadores de decisiones para todos. Los ancianos
de la aldea generalmente e reunían en la puerta de la aldea (Deut 25: 7, Lev 5: 14, Prov 31: 23). Esto es lo que
Salmos 107: 32 llama “la asamblea de ancianos”. Así leemos delos ancianos de Sucot (jue 8: 14, Belén (1 Sam
16: 4), Jezreel (1 r 21: 11, 2 r 1: 1), Samaria (2 r 6: 32) y Sion (Lam 2: 10). También leemos acerca de los ancianos
de las tribus (Deut 31: 28), los ancianos de Judá (1 Sam 30: 22). Ez 8: 1), los ancianos de Israel (2 r 19: 2) y los
ancianos de la tierra (1 r 20: 8). Los ancianos de los judíos junto con el sumo sacerdote tomaron las decisiones
involucradas en la persecución y crucifixión de Cristo (Mat 26: 59, 27: 20,41; mar 15:1) y en la persecución de la
Iglesia primitiva (Hch 4: 23). Este significado secundario de la palabra “anciano” en la Iglesia del Nuevo
Testamento. Los
Pág 36
hombres en la iglesia del Nuevo Testamento no se hacían diáconos o ancianos por selección y nombramiento,
sino designación bajo oración y ayuno, y encomendándolos al Señor (Hch 14: 23). El término “anciano”, por lo
tanto se usó en la Iglesia del Nuevo Testamento para referirse a una función ejecutiva de toma de decisiones,
formulación de políticas en la congregación local, siempre y cuando guiara al pueblo en ejemplo. Pero debemos
recordar que este fue solo uno de los tres títulos para este oficio.
La palabra griega episkopos, la palabra latina obispo y la palabra hebrea mashguiaj “supervisor” se refieren a
una función administrativa. Un administrador no es solo un tomador de decisiones. Un administrador es una
persona que supervisa el trabajo de quienes ejercen la autoridad delegada para la toma de decisiones.
Quizás una ilustración personal ayudará a clarificar este asunto. En los últimos años he estado trabajando como
presidente de la Universidad Teológica Dayspring. La cual Dios ha instalado en los siete continentes. Uno de los
problemas que a menudo encuentro en este trabajo de presidente es el director que se niega a delegar la
autoridad para tomar decisiones a las personas que trabajan bajo su dirección. Cuando esto sucede, este
director ya no es realmente un administrador. Este director termina haciendo toda la toma de decisiones
cotidianas que otros deberían atender. La actitud de “hazte a un lado , yo lo hago” casi siempre es perjudicial.
El uso del término “supervisor” en la Iglesia del Nuevo Testamento sugiere un papel de liderazgo administrativo.
Los supervisores de las congregaciones locales deben establecer los
Pág 37
objetivos, metas y objetivos a alcanzar en programas de trabajo específicos. Deben determinar las pautas de la
política dentro de las cuales trabajarán las personas. Luego, deben entregar la toma de decisiones cotidiana a
los diáconos, ministros y otros que trabajan bajo su supervisión.
Este papel administrativo generalmente se descuida en las congregaciones donde los ancianos practican
autocracia. Tales ancianos generalmente se niegan a delegar cualquier autoridad por acaparar todo dominio.
Como resultado, los ancianos terminan teniendo que rebuscarse todas las soluciones día a día y realmente no
tienen ninguna función administrativa o de supervisión. el conquistador conquistado por lo que esclavos de su
propio puesto, en algunos ministerios hay tan poca delegación de autoridad para tomar decisiones que no hay
mucho trabajo administrativo que hacer y lo poco que hay termina hecho por el pastor principal, en muchas
congregaciones grandes y prósperas, el pastor y otros trabajadores del ministerio funcionan perfectamente bien
en sus comisiones sin interferirse uno al otro. No se pudiesen interferir uno al otro porque sus tareas son muy
distintas
La palabra griega poimen, la palabra latina pastor y la palabra hebrea הָ עָ ר ָraá, significan“ alguien que cuida un
rebaño de ovejas”. Este es otro título donde el significado principal de la palabra no era la forma en que la
palabra se usaba en la Iglesia del Nuevo Testamento. Sin embargo, a lo largo de la Biblia, el término “pastor se
usó para referirse a maestros espirituales, consejeros y guías. En tiempos bíblicos, un pastor vivía con su rebaño,
los guiaba, los protegía, los defendía y los cuidaba. El
Pág 38
tipo de cuidado que un pastor tenía por su rebaño se convirtió así en un símbolo del tipo de cuidado que los
maestros espirituales, los consejeros y los líderes deberían tener por la gente. Es interesante que la raíz hebrea
ra’ah de la palabra pastor, significa alimentar o llevar a pastos frescos.
Este es probablemente el más general de los tres tipos bíblicos para este oficio. Hasta cierto punto incluye la
función de toma de decisiones y la función administrativa. Lo diferente de este título es que enfatiza la calidad
de la relación entre líder y seguidores.
Las funciones específicas implicadas en este título que no están sugeridas por los otros dos títulos son las
funciones de enseñanza y asesoramiento.
La palabra griega poimeno fue traducida a la palabra castellana “alimentar” en nuestra versión del Nuevo
Testamento. Literalmente la palabra poimeno es simplemente la forma verbal de “pastor”. Los pastores, en los
tiempos bíblicos eran muy diferentes de los pastores en el mundo de habla alemana o inglesa en los días en que
la Biblia se tradujo por primera vez al castellano. Los pastores del mundo de habla alemana o inglesa mantenían
a sus rebaños cercados en el redil y no vivían con sus rebaños. Poco a poco se fue perdiendo la comprensión de
las funciones pastoriles (relación del pastor del campo con sus ovejas) y su relación a la vida pastoral (relación
del líder con sus seguidores).
Los alemanes e ingleses enviaban gente para alimentar a los rebaños regularmente y luego venían cada año
para esquilar las ovejas por su lana y sacrificar algunas para el mercado. Quizás esto es lo que les ha dado a
algunos la idea de que el deber de los pastores en la Iglesia del Señor es simplemente
Pág 39
organizar que alguien predique y ellos hacerse cargo del dinero que se contribuye. Debemos recordar que
fueron os pastores de los rebaños bíblicos y no los pastores del mundo moderno los que dieron el término
“pastor” su significado en la Iglesia del Nuevo Testamento. Este título se refiere principalmente al papel de la
enseñanza espiritual y al consejo.
En la mayoría de las congregaciones, el trabajo de pastorear el rebaño se ha entregado casi por completo al
pastor principal. Santiago 5:14 dice ¿Está alguno enfermo entre ustedes? Llame a los ancianos de la iglesia, …
estos ancianos deben orar por los enfermos (Santiago 5:15). Debían aconsejar a los que habían pecado (Santiago
5:15-16). La orden de “confesar tus pecados uno a los otros y orar unos por los otros” (Santiago 5:16)
generalmente se aplica a la confesión pública, pero fue escrito en relación con el asesoramiento, la enseñanza
y la oración realizada por los ancianos de la iglesia. Hoy, sin embargo, la mayoría de las congregaciones
reescriben Santiago 5:14 para que diga “¿Alguien está enfermo? Que llame al pastor principal”. Y el trabajo de
consejería, enseñanza, oración y restauración de los que han pecado, también se asignan casi totalmente al
pastor.
En el Nuevo Testamento había tres títulos para este oficio: anciano, supervisor y pastor. Pero en las Iglesias de
hoy en día sólo uno de estos títulos se usa en gran medida. Quizás el 99% de las veces llamamos a estos hombres
“ancianos”. No los llamamos “supervisores” o “pastores”. Alrededor del 99% cuando oramos por estos hombres
decimos: “Dios bendiga a nuestros líderes y ayúdelos a tomar
Pág 40
decisiones sabias”. La mayoría de las congregaciones ven en este oficio la función de toma de decisiones. En
gran parte, los mismos ancianos no tienen definido cuál es su verdadera función. Muchos ancianos funcionan
sólo como una “junta directiva” para la congregación. No funcionan como administradores porque no delega
suficiente autoridad espiritual para que sirvan como pastores del rebaño. No funcionan como consejeros y
maestros espirituales porque le ha dado ese trabajo al pastor; la estructura de la Iglesia primitiva fue la
siguiente: ancianos pastoreando el rebaño, para que el pastor principal pueda pastorear la organización.
En el patrón del Nuevo Testamento, la toma de decisiones fue realizada por aquellos hombres más cercanos
que estaban en contacto con las necesidades espirituales de los miembros debido a su trabajo como pastores.
los que funcionan como supervisores o pastores están en constante cercanía con Dios y con el pueblo para traer
sanidad a través de su ministración e identificar cualquier pecado o exigencia que suja entre el pueblo.
Pero la limitación de los ancianos a un rol de toma de decisiones es solo una de las características de las
congregaciones donde los ancianos practican un estado autoritario de liderazgo. Otra característica importante
tiene que ver con la forma en que estos ancianos dominan sobre la Iglesia en vez de servir a la Iglesia. Servir a
la Iglesia implica su disposición de entrenar a otros a tomar su puesto en el futuro, apoyar a los prospectos
líderes a madurar en áreas del ministerio y llevarlos a donde Dios los quiere.
Pág 41
Señorío.
La palabra castellana “Señor” proviene de una palabra anglosajona que literalmente dignifica: “alguien con
potestad, cierta nobleza, connotaciones de heroicidad”. Un Señor era una persona que tenía la autoridad de
gobernar y esa autoridad venía por derecho de nacimiento o por nombramiento de un rey. La autoridad de un
señor para gobernar era totalmente independiente del consentimiento de las personas sobe las que gobernaba.
En el texto griego original del Nuevo Testamento, la palabra para Señor es kurios¸ y esa palabra tenía un
significado similar. Se refería a alguien que tiene poder o autoridad. Jesús asumió ese título para Él mismo (Mat
7: 21-22, 9: 38, 22: 41, Marcos 5: 19). La autoridad de Jesús para gobernar es totalmente independiente del
consentimiento de cualquier ser humano. La autoridad de Jesús como Señor se basa en quien es y qué es. En
Lucas 6: 46 Jesús pregunto a la gente por qué le llamaban “Señor” y, sin embargo, se negaron a obedecer sus
mandamientos. Un Señor tiene la autoridad para mandar y su autoridad es totalmente independiente del
consentimiento de las personas sobre las que gobierna.
Los ancianos que practican un estilo autoritario de liderazgo funcionan como si tuvieran la autoridad de señores.
Toman sus decisiones en total aislamiento de la congregación. No dejan que los miembros de la congregación
sepan qué cosas se están considerando. No solicitan ningún aporte de los miembros en el proceso de toma de
decisiones. No crean canales de comunicación para mantener a los miembros informados sobre las cosas que
se están considerando. No crean canales de
Pág 42
comunicación para que las opiniones de los miembros puedan escucharse antes de que el anciano tome su
decisión. Y una vez que se ha tomado la decisión, simplemente anuncian las decisiones como órdenes que los
miembros deben obedecer sin dudar.
Estos ancianos ponen gran énfasis en la autoridad de su cargo y en la cadena de mando en la estructura
organizativa de la congregación. No involucran a los miembros de la congregación en la etapa de entrada del
proceso de toma de decisiones y, sin embargo, esperan sumisión total, obediencia y cooperación una vez que
se ha tomado la decisión.
Tales ancianos funcionan como una junta de directores autoperpetuantes para la congregación donde los
miembros de la congregación no cuentan con el derecho a determinar si se necesitan ancianos o diáconos
adicionales. Los miembros de la congregación no tienen el derecho de nominar hombres para que sirvan como
ancianos o las tareas. Estos líderes autoritarios deciden cuando alguien será incluido como anciano o Diácono.
Típicamente, la congregación sólo tiene la oportunidad de presentar objeciones bíblicas en caso de que alguien
nominado por el anciano no esté calificado bíblicamente. Y, si se plantean objeciones, es el anciano el que decide
si se mantiene o no, la objeción.
Estos ancianos suponen que fueron nombrados de por vida y nunca vuelven a la congregación para ver si todavía
tienen el
Pág 43
consentimiento de la congregación para servir como ancianos. Muchas congregaciones de hoy tienen una tasa
de rotación muy alta. En muchas congregaciones, al menos el 90 % de los miembros no eran miembros de esa
congregación hace sólo diez años. Eso significa que, al menos el 90% de los miembros actuales no tenían voz en
la selección de los hombres que ahora sirven como ancianos de esa congregación. Pero estos ancianos no ven
la necesidad de regresar a la congregación de vez en cuando para ver si todavía tienen el consentimiento de la
congregación para servir. Asumen que la autoridad de su puesto viene de una delegación de autoridad de Dios
y se engañan bajo el pensamiento que “una vez un anciano siempre seguirá como anciano” (al menos mientras
un anciano permanezca en una congregación).
Condenación de un estilo de liderazgo autoritario.
En Mateo 20: 20-24 los apóstoles discutían sobre puestos de autoridad en la Iglesia y les dijo: Mateo 20: 25 … Sabéis
que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
Mateo 20: 26 Mas entre ustedes no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre ustedes será vuestro
servidor, Mateo 20: 27 y el que quiera ser el primero entre ustedes será vuestro siervo; Mateo 20: 28 como el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. (Mateo 20: 25-28).
Los romanos que gobernaron el mundo cuando Jesús pronunció estas
Pág 44
Palabras, pusieron gran énfasis en la autoridad y una cadena de mando. Sus gobernantes gobernaron sin el
consentimiento de los gobernados. Sus gobernantes dominaban sobre la gente. Jesús dijo que el liderazgo en la
Iglesia no debía ser así. Él dijo: “no será así entre vosotros”.
En 1 Pedro 5: 1-4 Pedro dijo: 1 Pedro 5: 1 Ruego a los ancianos que están entre ustedes, yo anciano también con
ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: 1
Pedro 5: 2 Apacentad la grey de Dios que está entre ustedes, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 1 Pedro 5: 3 no como teniendo señorío
sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. 1 Pedro 5: 4 Y cuando aparezca el Príncipe
de los pastores, ustedes recibiréis la corona incorruptible de gloria. Pedro dijo que los ancianos no debían
señorear sobre la Iglesia.
Basado en lo que ya hemos aprendido sobre el significado de la palabra “Señor”. Es evidente que cualquiera que
intente servir como anciano sin el consentimiento de la congregación lo está hablando sobre la Iglesia. Aquellos
que continúan sirviendo como ancianos durante mucho tiempo sin estar seguros de que todavía tienen el
consentimiento de la congregación para continuar sirviendo en este oficio, pueden estar funcionando a ciegas,
sin medir su nivel de aceptación. No tienen forma de saberlo con certeza. Pero aquellos que practican el tipo de
estilo de liderazgo descrito anteriormente, pueden estar seguros de que lo están dominando en la Iglesia,
porque actúan como jefes o dictadores y no como sirvientes o esclavos. Esto no sugiere que un anciano debería
ser un “sello de goma” para lo
Pág 45
que sea que la mayoría de la congregación quiera hacer. Pero es para sugerir que la congregación necesita ser
incorporada al proceso de toma de decisiones. Debe existir comunicación de dos vías. Es el Espíritu Santo quien
delega autoridad al Cuerpo de Cristo (congregación) y, por consecuente, del Cuerpo de Cristo a los ancianos.
Es absolutamente esencial que comprendamos dos principios importantes sobre la naturaleza de la delegación.
Primero, no puede delegar la responsabilidad, lo que si puede delegar es la autoridad para tomar decisiones. Si
delega la responsabilidad pone extrema carga sobre el discípulo y éste terminará frustrado y por su lado, usted
terminará decepcionado si él/ella fracasa. Segundo, cualquier autoridad que se delegue puede ser retirada por
quienes se la delegaron. Suponga que un anciano delega alguna autoridad a un Diácono para administrar un
programa de evangelismo personal en una congregación. Suponga que este Diácono no hace lo que se suponía
que debía hacer. La carga de la responsabilidad caerá muy fuertemente sobre sus hombros y se sentirá culpable
de haber fracasado. Obviamente eso no se debe hacer. Usted como el líder principal, todavía es responsable. Si
ese Diácono no estaba haciendo el trabajo, esos ancianos deberían haberlo ayudado, corregido, motivado o
haberle quitado su delegación de autoridad. En el caso de fallo, el enfoque nunca fue lograr el proyecto, sino
exponer al Diácono al entrenamiento. Pero el mismo principio se aplica cuando una congregación delega su
autoridad colectiva a un anciano. Los miembros de la congregación no pueden presentarse ante Dios en
Pág 46
juicio y decir: “No nos culpes por no alcanzar a los perdidos. Delegamos nuestra autoridad a los ancianos y ellos
no hicieron el trabajo. Ellos son los culpables”. Esto no funciona así. Si los ancianos no están haciendo el trabajo
que Dios pretendía que hicieran, la congregación que los colocó debería preocuparse por su aprendizaje y
crecimiento. En caso de que el anciano no ponga su mayor esfuerzo en mejorarse y corregirse, la mayoría de los
miembros de una congregación ya no darán su consentimiento para que un hombre sirva como uno de sus
ancianos. Los ancianos no pueden servir sin el consentimiento de la congregación. Hacerlo es enseñorearse
sobre la Iglesia y por lo tanto, una clara violación de Mat 20: 25-28 y 1 Pedro 5: 1-4.
Hebreos 3: 17 es un texto favorecido por aquellos que defienden el estilo autoritario de liderazgo dentro de la
Iglesia. “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas” . Peitheste es
la palabra griega en el texto original que se traduce a “obedecer”. Está palabra implica que los ancianos tienen
autoridad. Sin embargo, esa palabra, literalmente significa “someterse a la persuasión de “aquellos que son sus
líderes. Hay una gran diferencia entre los líderes que persuaden positivamente y los líderes que simplemente
dan órdenes y esperan que los miembros obedezcan sin cuestionar. 1Tim 3: 2 dice que los ancianos deben ser
maestros capaces. Como cuestión práctica, debemos recordar que la Iglesia es una asociación voluntaria en la
que las personas hacen lo que se les enseña a hacer y lo que se les persuade a hacer. Simplemente ordenar a
los miembros que obedezcan no funciona. Como
Pág 47
asunto espiritual, no está bien. Hacer esto es tiranizar sobre la Iglesia.
Los ancianos necesitan practicar un comunicación bidireccional efectiva para involucrar a los miembros en las
etapas de los procesos de toma de decisiones del ministerio. Una vez que los ancianos han considerado
cuidadosamente todos los puntos de vista, entonces, se podrá tomar la mejor decisión. Una vez que se ha
tomado la decisión, los ancianos necesitan guiar a la congregación a través de pasos seguros, su enseñanza y su
ejemplo y no solo dar órdenes. Hacer lo contrario es dominar despóticamente sobre la Iglesia.
Causas del estilos de liderazgo autoritario.
Uno de los primeros pasos para resolver cualquier problema, es identificar las causas que lo provocaron y cuáles
decisiones ocasionan los mismos resultados. Es probable que no corrijamos los problemas asociados con un
estilo de liderazgo autoritario en el anciano, a menos que podamos identificar primero los factores que nos
llevaron a desarrollar dicho estilo de liderazgo en primer lugar. Muchos de los que han escrito sobre este tema
han dado a entender que la causa de estos problemas es un deseo de poder y mando por parte de los hombres
que sirven como ancianos. Obvio, este no es el caso con todos. He sido miembro de muchas congregaciones, he
predicado para muchas otras y he servido como anciano. he tenido la oportunidad de observar una gran
cantidad de ancianos. Y estoy persuadido de que el afán por el poder es cada vez más difícil de entender. He
encontrado que es mucho más común entre los pastores, cuando el dominio se les sube a la cabeza y empiezan
a
Pág 48
reflejar prepotencia. Centrarse en la lujuria por el poder, en mmi opinión es un grave error ya que desvía el
enfoque de los asuntos por resolver.
Una falta de comunicación efectiva de dos vías parece ser la causa principal de este problema. Hubo un tiempo
en que la mayoría de nuestras congregaciones eran mucho más pequeñas de lo que son ahora. En aquel
entonces era relativamente fácil para los ancianos mantenerse en contacto con los miembros. No se necesitaba
un esfuerzo especial para crear canales efectivos de comunicación hacia y desde los miembros. Simples charlas
amigables eran suficientes para trasmitir mensajes. Sin embargo, a medida que nuestras congregaciones
crecieron, estos medios de comunicación de información ya no fueron suficientes entre el liderazgo y la
comunicación. Sin saber cómo crear canales efectivos de comunicación bidireccional, los ancianos se volvieron
cada vez más aislados. Mientras lo hacían, era inevitable que su estilo de liderazgo se volviera cada vez más
autoritario. No nos estamos refiriendo a medios de comunicación por tecnología, esos abundan. Estamos
haciendo hincapié a la correlación y conexión fraternal. Sin este afecto, el líder y el miembro simplemente se
irán distanciando.
Poco a poco, este estilo de liderazgo autoritario se convirtió en una forma aceptada de correspondencia. Se
convirtió en nuestra costumbre, nuestra rutina. Después de eso, fuimos a la Biblia para encontrar formas de
justificar nuestra tradición. Ignoramos las importantes lecciones sobre la naturaleza de la delegación. Además,
los miembros que realmente no querían involucrarse en lo absoluto, encontraron que el estilo de liderazgo
Pág 49
autoritario era exactamente lo que querían. Podrían permanecer sin involucrarse y culpar a los ancianos de los
fracasos en la congregación y en sus vidas.
Hay una causa final de esta situación problemática que debemos considerar. El poeta escoces Robert Burns lo
expresó de esta manera: oh, ¿algún poder que el buen Señor nos dé para vernos a nosotros mismos como nos
ven los demás?”. Muchos ancianos no tienen ansias de poder y no tienen la intención de expresarse
despóticamente sobre la iglesia se sorprenderían mucho si pudieran verso a sí mismos como los ven los
miembros de su congregación. En realidad estos ancianos están dispuestos a aceptar reproches, comentarios,
ideas e incluso las criticas que los miembros tienen para ofrecer. Los miembros simplemente no saben que
algunos ancianos añoran la crítica constructiva. Muchos ancianos han intentado tener “reuniones de
retroalimentación” para poder obtener más aportes de la congregación y, sin embargo, los miembros ni siquiera
han asistido a estas reuniones. Algunos ancianos le han dicho a la congregación, pero por alguna razón, la
congregación no los ha tomado en serio.
Uno de los problemas es que los ancianos generalmente saben los asuntos que están sucediendo y asumen que
la congregación también lo sabe. El problema es que saber no es lo mismo que comunicarse. La comunicación
es el proceso de crear un grado aceptable ce significado compartido entre personas. Tomar decisiones y esperar
los resultados no suele ser suficiente. Muchos ancianos han asumido incorrectamente que la comunicación es
fácil. No lo es. Es una de las cosas más difíciles
Pág. 50
del mundo. Hay muchos factores en el proceso de comunicación donde la está puede romperse fácilmente. La
comunicación es el lazo que entreteje equipos. Aunque existan diferentes puntos de opinión, si una buena
comunicación está en pie, cualquier conflicto será más fácilmente superado.
La mayoría de los ancianos ingresan a la comunicación que les permita saber realmente que tienen el
consentimiento de la congregación para servir como ancianos. Dado que la mayoría de los ancianos funcionan
como una junta de directores que se perpetúa a sí misma, todo lo que sabe una anciano nuevo es que tiene el
consentimiento de los de los ancianos actuales para unirse a ellos. Dado a que nadie en la congregación pudo
presentar una objeción bíblica a su nombramiento de anciano, él no sabe cuántos miembros de la congregación
realmente quieren que él sirva como anciano o no. Una vez que ha estado como anciano durante varios años,
esto ha tenido un efecto tan grande, que la mayoría de las personas a las que ahora debe dirigir, no tienen voz
en lo absoluto en su selección. Adema, dado que la mayoría de los ancianos no tienen canales efectivos para la
comunicación bidireccional con la congregación, la mayoría de ellos, deben tomar sus decisiones con muy poca
información sobre cómo se sienten los miembros sobre los asuntos que se están considerando.
Como la mayoría de los ancianos no delegan suficiente autoridad para tomar decisiones a sus diáconos y, por lo
tanto, terminan teniendo que tomar las decisiones cotidianas que los diáconos deberían haber hecho; los
ancianos no tienen una función administrativa real. A menudo están tan ocupados
Pág. 51
con la toma de decisiones cotidianas que su visión no se amplía más allá de planes a corto plazo. Realmente no
tienen el tipo de perspectiva sobre el programa de trabajo que se necesita desempeñar en equipo con la
congregación. Y dado a que no tienen tiempo para funcionar como pastores que cuidan el rebaño, no tienen la
visión que necesitan sobre las necesidades espirituales de los miembros por individual. No es de extrañar
entonces, que cuando estos ancianos anuncian sus decisiones a la congregación, le parezca a los miembros que
están funcionando como jefes, dictadores o una junta directiva aislada.
Lo que se necesita para corregir los problemas asociados con un estilo autoritario de liderazgo de la Iglesia es
un estilo abierto de liderazgo que haga hincapié en la comunicación bidireccional efectiva. El estilo autoritario
de liderazgo de la Iglesia está mal. No es bíblico. No es práctico. No funciona. En sus esfuerzos por huir de roma,
pasan por alto a Jerusalén y terminan en Babilonia. Es decir, van al extremo opuesto que es igualmente
incorrecto. En lugar de cambiar el estilo de liderazgo y sus actitudes personales, lo que hacen es cambiar la
estructura de la organización de la Iglesia.
En el Nuevo Testamento , la Iglesia se describe como un organismo vivo en lugar de una organización. Es la
presencia del Señor viviente que nos ha salvado por gracia lo que valida la Iglesia local, que es en sí misma una
expresión de la Iglesia universal. Cada Iglesia local representa al Cuerpo de Cristo y el Cuerpo de Cristo no puede
ser dominado por líderes preponderantes.
Pág. 52
Capítulo 4: la función de toma de decisiones de los ancianos.
Los hombres que son llamados “ancianos” en la Iglesia del Nuevo Testamento también fueron llamados
“obispos” o “supervisores” (un título que se refiere a su función administrativa) y también “pastores” (un título
que se refiere a su función como consejeros espirituales y maestros). La palabra castellana anciano, la palabra
latina presbítero y la palabra presbuteros que se usaba en el texto griego original del Nuevo Testamento; todas
estas son simplemente formas diferentes del mismo título. Todos se refieren a un papel de toma de decisiones.
En muchos sentidos, la función de consejería espiritual y enseñanza de los pastores es la más importante y
ciertamente es la más descuidada en las iglesias en la actualidad.
La función administrativa de los obispos o supervisores también es muy importante, aunque también se
descuida la mayor parte del tiempo. La función de toma de decisiones es quizás la menos importante de estas
tres funciones. Una desventaja de está función, es que debido a las tareas implicadas con la toma de decisiones,
muchos ancianos no tienen tiempo para funcionar debidamente como supervisores o pastores. cuando la toma
de decisiones no se realiza de la manera correcta, consumir más tiempo de lo necesario, provocando pérdida
de tiempo para los participantes. Por esa razón, debemos considerar la función de toma de decisiones de los
ancianos en este capítulo antes de estudiar la función administrativa de los
Pág. 53
obispos o supervisores en el siguiente capítulo y la función de asesoramiento espiritual y enseñanza de los
pastores en el capítulo comenzaremos con algunos asuntos doctrinales que deben considerarse en relación
con la función de toma de decisiones de los ancianos, pero el enfoque principal de este capítulo estará en
algunas sugerencias prácticas en materia de juicio doctrinal.
Asuntos doctrinales a considerar.
Una vez que una congregación ha seleccionado ancianos, el anciano funcionará como cuerpo de toma de
decisiones para esa congregación. Los diáconos, ministros, maestros y otros trabajadores pueden ejercer cierta
autoridad para tomar decisiones, aunque lo ideal y bíblico es que los ancianos se responsabilicen. Los diáconos,
ministros y maestros deben reconocerse que su autoridad para tomar decisiones les es delegada por el anciano.
Algunas personas han enseñado que “los ancianos están a cargo de los asuntos espirituales y, los diáconos,
están a cargo de los asuntos comerciales de la congregación”. El Nuevo Testamento no apoya este punto de
vista. En la práctica, generalmente es imposible separar asuntos espirituales y asuntos de negocios. La decisión
de gastar dinero en trabajo misionero o humanitario no es sólo asunto comercial, es una parte vital de la función
espiritual de la Iglesia. La decisión de construir una nueva Iglesia o agregar más aulas no es solo un asunto
comercial, es una decisión que afecta directamente la vida espiritual de la congregación. En gran medida,
quienes manejan el presupuesto, también manejan la dirección espiritual
Pág. 54
de la congregación. En general, puede ser prudente que los ancianos otorguen a los diáconos y a otros un papel
importante en la preparación de las propuestas de presupuesto, pero debe ser el anciano el que tome las
decisiones finales en tales asuntos. Una vez que el presupuesto ha sido aprobado por los ancianos y los ancianos
han determinado las pautas generales de política para cada programa, la toma de decisiones cotidianas, incluida
la decisión sobre el gasto de dinero, debe delegarse en los diáconos y otras personas que trabajan bajo la
supervisión de los ancianos. Los ancianos no deberían invertir mucho tiempo en sus reuniones sobre tales
asuntos, pero deben mantener supervisión de estos asuntos para no se pierda el enfoque sobre los asuntos
espirituales dela congregación.
Dado que un anciano funciona como un equipo en la toma de decisiones, debería ser evidente que los ancianos
deben reunirse regularmente. Cada anciano maneja su parte del programa de trabajo de la congregación y la
mano derecha. Algunos ancianos son tan autonómicos o individualistas que nunca funcionan realmente com un
equipo. Lo que practican es una versión limitada bajo la regla de ‘un solo hombre’. Ningún anciano debe
gobernar todo el programa de trabajo de la Iglesia. Eso no es bíblico. Debe ser el anciano el que funciones como
el cuerpo de toma de decisiones para la congragación.
Algunos ancianos se reúnen, pero no tienen reuniones planificadas regularmente. Toman todas sus decisiones
en reuniones de emergencia realizadas en los pasillos después de los servicios o
Pág. 55
toman sus decisiones en una serie de llamadas telefónicas. Esto puede no ser una violación de ningún punto de
doctrina, pero es muy imprudente. Está es una segura señal de una “gestión por crisis”, liderazgo por impulso.
Tomar decisiones en una serie de llamadas telefónicas es especialmente peligroso. En dicho sistema, los
ancianos no tienen una oportunidad real de interactuar con todos los demás ancianos. Se pierden los muchos
beneficios de la interacción grupal. Los que pueden estar en desacuerdo con una propuesta, no tienen la
oportunidad de persuadir a los demás para que acepten su punto de vista. Aquellos a quienes se les llama y se
les dice que “todos los demás ya han acordado” son sometidos a una tremenda presión psicológica para aceptar
propuestas que de otra manera no aceptarían.
Si un anciano verdaderamente está delegando autoridad de toma de decisiones a los diverso diáconos que están
a cargo del programas específicos, habrá necesidad de reuniones coordinadas y decisiones por decretar. La
mayoría de los ancianos nombran a uno de ellos para que sirva como presidente y rotan la presidencia cada
trimestre o cada año. Muchos ancianos delegan a su presidente la autoridad para tomar decisiones sin tener
que convocar una reunión cuando a su juicio, dicha acción es absolutamente necesaria. Cualquier anciano que
sea llamado a tomar tales decisiones por su cuenta debe ser extremadamente cauteloso. A menudo puede decir:
“Ya hemos hablado de esto lo suficiente como para saber cuál sería la decisión de los ancianos” y luego seguir
adelante y aprobar o desaprobar la propuesta. Pero si no está seguro de lo que dirían los otros
Pág. 56
ancianos, no debe ser presionado para tomar una decisión sin la participación de los otros dirigentes. Casi
siempre la calidad de la decisión es más importante que la velocidad de la decisión. Usualmente será menos de
dos o tres días hasta que los ancianos estén juntos en uno de los servicios de la Iglesia. Por lo general, hay poco
que perder y mucho que ganar en esperar hasta que todos los ancianos puedan estar involucrados en la decisión.
Si la situación requiere de atención inmediata, hoy en día la comunicación se facilita dado a los avances de la
tecnología. Se deben tener protocolos en pie para reunirse por videollamadas, involucrando a los líderes
necesarios. En general, el único momento en que un anciano debe tomar una decisión por su cuenta es cuando
la situación realmente requiere una acción inmediata y el anciano que debe tomar la decisión está
razonablemente seguro de que los otros ancianos estarán de acuerdo.
Las congregaciones a menudo buscan la guía de Dios para dirija a los ancianos y ayudarlos a tomar decisiones
sabias. los ancianos casi siempre comienzan sus reuniones orando para que Dios los guíe. La oración por la
sabiduría suele ser parte de la oración diaria de la vida de los ancianos por individual. Dios da sabiduría a aquellos
que piden sabiduría (Santiago 1: 5). Sin embargo, es importante comprender cómo trabaja Dios al responder a
la oración por sabiduría. Sería imprudente la irresponsabilidad de una anciano decidir sin el apoyo del equipo,
con la expectativa que está sea una revelación sobrenatural instantánea ( Cor 13: 8). En cambio, Dios nos guía a
través de Su Providencia. Heb 5: 14 habla de estos hombres adultos “que por
Las congregaciones a menudo buscan la guía de Dios para dirija a los ancianos y ayudarlos a tomar decisiones
sabias. los ancianos casi siempre comienzan sus reuniones orando para que Dios los guíe. La oración por la
sabiduría suele ser parte de la oración diaria de la vida de los ancianos por individual. Dios da sabiduría a aquellos
que piden sabiduría (Santiago 1: 5). Sin embargo, es importante comprender cómo trabaja Dios al responder a
la oración por sabiduría. Sería imprudente la irresponsabilidad de una anciano decidir sin el apoyo del equipo,
con la expectativa que está sea una revelación sobrenatural instantánea ( Cor 13: 8). En cambio, Dios nos guía a
través de Su Providencia. Heb 5: 14 habla de estos hombres adultos “que por
Pág. 57
razón del uso ejercitan sus sentidos para discernir el y el mal”. Dios espera que los ancianos conozcan la palabra
y sean guiados por esa palabra en todos los asuntos de fe. Dios nos da sabiduría a través de la experiencia, así
como Dios espera que la usemos para si ser guiados pro nuestro mejor juicio en cosas que son cuestiones de
juicio y no cuestiones de fe.
Algunos han asumido incorrectamente que existe un conflicto natural entre la fe y la razón. Eso no es lo que la
Biblia enseña. La fe misma se basa en la razón. La función de la razón es considerar la evidencia y llegar a una
conclusión lógica. Dios nunca ha pedido a los hombres que crean sin darle al hombre cuantiosas pruebas y
razones lógicas para creer.
Cuando los ancianos toman decisiones, necesitan orar por la guía de Dios como si todo dependiera de Dios,
porque así es. pero también deberían usar la sabiduría que han adquirido a través de la experiencia y ser tan
lógicos y razonables como sea posible, como si todo dependiera de ellos, porque así es. estas declaraciones no
son contradictorias porque Dios nos guía a través de nuestros procesos de pensamiento racional y lógico. A
través de Su Providencia, Dios nos presenta algunas puertas abiertas de oportunidad y Él cierra otras puertas.
Si los ancianos oran por la guía de Dios y luego no usan la sabiduría que Dios tiene para ellos, están bloqueando
el canal a través del que Dios ha prometido guiarlos.
Los ancianos deben tener cuidado con aquellos que afirman que Dios los ha “llamado” a hacer un determinado
trabajo, pero no pueden
Pag 58
proporcionar evidencia o razones para justificar su propuesta de manera lógica y racional. Si alguien llega a un
anciano alegando que Dios lo ha “llamado” para comenzar un ministerio de evangelización y quiere un millón
de pesos de ese anciano para que pueda comprar una avioneta para volar alrededor de la ciudad con un letrero
que dice: “Toca la bocina si amas a Jesús”, uno esperaría que esos ancianos tomaran su decisión de manera
lógica racional, sobre la base de la sabiduría que obtuvieron a través de la experiencia y negarían su pedido.
Los ancianos deben planificar con fe en Dios, pero deben tener cuidado con aquellos que abusan de la doctrina
de la fe. Si un pastor de una congregación de 200 miembros en una ciudad con una población de dos mil le pide
dinero a los ancianos que gasten cierta cantidad de dinero para comprar una sección de tierra y erigir un edificio
lo suficientemente grande para 25,000 personas, ese pastor podría acusar a los líderes de no tener suficiente
“fe” cuando respondan negativamente a su solicitud. Pero eso no es una cuestión de fe en absoluto. Es una
cuestión de juicio. La fe oye la palabra de Dios (Rom 10: 27). Realmente no puedes hacer por fe lo que la palabra
de Dios no ha ordenado. La palabra fe, como se usa en la Biblia, significa mucho más que confianza, optimismo,
una actitud mental positiva o el poder del pensamiento positivo. Analicemos está relación entre pastor-anciano
un poco más profundo. La mayoría de los ancianos no poseen la capacidad de planificar en grande. Por lo
general, planean demasiado pequeño. A menudo hacen sus planes sólo sobre la base de lo que
Pág. 59
pueden hacer por su propio poder y no toman en consideración la voluntad de Dios. la mayoría de los ancianos
no tienen suficiente confianza en Dios o en el poder de Dios para trabajar a través de su pueblo. La mayoría de
los ancianos no desafían lo suficiente la fe de los miembros y esto es dado a que no desafían su propia fe. Por
esa razón, la mayoría de los cristianos realmente no han aprendido el significado real de mayordomía. He aquí
donde entra la visión del pastor y la visión que Dios ha impregnado sobre él. Si se le permitiera a los ancianos
inexpertos planificar la construcción de un nuevo templo, el templo estaría lleno de miembros antes que el
templo determine su construcción. Lo que ha sucedido en estos casos no es lo que los ancianos carecieran de
fe en Dios, ya que esto no es realmente una cuestión de fe. Lo que les faltaba era buen juicio y experiencia.
El liderazgo efectivo requiere que los ancianos estén al frente desafiando a la congregación. Los ancianos no
deben estar tan al frente que pierdan contacto con la congregación y los miembros pierdan de vista a sus líderes.
Pero esto no es lo que suele pasar. La situación típica es bastante diferente. Muchos ancianos se parecen más
al hombre que iba tarde a una reunión del campamento. Le dijeron que el grupo había pasado por la ciudad
unas cuatro horas antes. Entonces el hombre dijo: “Tengo que darme prisa para alcanzarlos. Soy su líder”. La
mayoría de los ancianos no necesitan preocuparse por estar demasiado lejos al frente, más bien están
preocupados por ponerse al día.
Pág. 60
Sugerencias prácticas en el proceso de decisiones.
Hay dos razones principales por las que muchos ancianos son ineficientes en la toma de decisiones. Primero, no
se preparan adecuadamente para las reuniones de ancianos. En segundo lugar, no realizan las reuniones de
ancianos de manera ordenada. Debe entenderse, por supuesto, que estos no son asuntos de fe. La Biblia no nos
dice cómo los ancianos deben repararse para sus reuniones o como deben conducir sus reuniones. Las
sugerencias presentadas en esta sección son cuestiones de juicio, no cuestiones de fe. En licas 16: 8, Jesús dijo:
“hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz”.
Hay algunos métodos para preparar y llevar a cabo una reunión de toma de decisiones que las personas en el
mundo secular han encontrado ser efectivas. Estas son las cosas que quiero compartir con ustedes en está
sección. Creo que estas sugerencias prácticas ayudaran a que se haga mucho más en menos tiempo. Tal
eficiencia debería ayudar a los ancianos a encontrar el tiempo que necesitan para funcionar como supervisores
y pastores.
La mayoría de los ancianos van a sus reuniones pensando en las cosas que quieren proponer, pero sin pero sin
saber lo que otros también querrán proponer. Muchos van a sus reuniones con solo un tenue recuerdo de las
cosas discutidas y decisiones que se acordaron en reuniones anteriores, he aquí la urgente necesidad de
preparación previa.
Para prepararse para una reunión, necesita tener una idea de lo que se discutirá en esa reunión.
Pág. 61
Necesita una agenda de los temas que se discutirán. Quien preste servicio como presidente de la reunión de
ancianos debe preparar una agenda y distribuirla con anticipo. Mucho antes de cada reunión, el presidente debe
comunicarse con los otros ancianos, los diáconos, ministros y otros que puedan estar involucrados para
averiguar qué cosas deben considerarse en la próxima reunión. Si los diáconos, ministros u otros vana a asistir
a alguna parte de la próxima reunión para hacer informes o propuestas deben escribirse con suficiente
anticipación con copias distribuidas a cada anciano. será benéfico si los ancianos hubiesen podido leer las
propuestas y así manifestar su apoyo a su refutación, todo con el anhelo de agilizar la reunión, presentar mejores
hipótesis y traer a la mesa detalles previamente indagados. Si todo lo que hacen los ancianos es escuchar
informes orales y propuestas en su reunión, realmente no tendrán el tiempo necesario para estudiar, reflexionar
y pensar seriamente sobre el informe o la propuesta. El mejor tiempo para meditar sobre las decisiones a tomar,
es inmediatamente después de la reunión. El anciano debe tomarse el tiempo para meditar y orar después de
su reunión, dado a que la información estará fresca en su mente y podrá reconciliar la mayor información
posible. Este es el momento idóneo para pedirle al Espíritu Santo que ilumine el camino a seguir.
Tan pronto como será posible después de cada reunión de ancianos, cada uno de ellos debe recibir una copia
del acta de la reunión, también conocida como ‘minutas’. Esto es útil para prepararse para la próxima reunión
es especialmente útil para
Pág. 62
cualquier anciano que no estuvo presente en la última reunión. A muchos ministerios les resulta útil preparar
un maletín especial o al menos un cuaderno para cada anciano. La agenda, las actas, los informes, las
propuestas, los estados financieros y otros documentos importantes pueden mantenerse en el libro de
anotaciones o en las minutas. Cada anciano puede llevar ese material consigo y estudiarlo cada vez que tenga
tiempo libre en el trabajo o en la casa. Tener dicho material fácilmente disponible ayuda a cada anciano a
prepararse para las reuniones. Hoy en día, la tecnología ayuda a compartir archivos de manera electrónica.
Después de cierto tiempo , se acumulará el papeleo al grado de llenar oficinas enteras de minutas, reportes,
actas, registros, solicitudes y archivos físicos. La solución para eliminar tanto papeleo es el respaldo electrónico.
Yo todavía cuento con los archivos del ministerio desde el año 2001, cuando Dios me llamó a Su servicio. Todo
está respaldado en formato electrónico y en la nube de iCloud. Después de escanear y almacenar los archivos
en una computadora, los servicios de almacén electrónico nos permiten tener acceso a nuestros archivos desde
el celular o cualquier dispositivo. Algunos de estos servicios de almacén virtual son: iCloud, Google Drive,
OneDrive, Box, Dropbox y muchos más.
Ahorro de tiempo
Es importante que la Iglesia sea organizada por naturaleza, para ahorrarles la inversión de su tiempo a los
ancianos y no hacerles perder el tiempo cada que sus reuniones se lleven a cabo. Los trabajadores en la oficina
de la Iglesia pueden
Pág. 63
preparar informes para los ancianos con respecto a las cifras de membresía y asistencia, los totales de
contribuciones y de antemano preparar las preguntas y los temas que se cubrirán. Pueden mantener registros
de asistencia individuales y hacerles saber a los ancianos sobre los miembros que no han
estado asistiendo, circunstancias que están afrontando algunas familias, necesidades que
necesitan ser surtidas y llamadas o visitaciones especiales que se necesitan hacer a la
membresía. Es la responsabilidad de la secretaria de la Iglesia coordinar los informes de
los líderes de zona e informar a los ancianos sobre las condiciones actuales de la Iglesia.
Siempre que sea posible, los ancianos deben tener una oficina en el edificio de la Iglesia donde puedan llevar a
cabo sus reuniones, mantener sus archivos y tener todos los registros que necesitan disponibles. Hay muchos
tipos de sistemas de almacén y programas de computadora que pueden facilitar a los ancianos la disponibilidad
de toda la información que necesite. Si cada anciano se tomaría el tiempo de organizarse con una oficina o, por
lo menos, un cuaderno o un maletín, este podrá cargar con él los archivos y siempre estar listo para cualquier
reunión urgente.
Un problema aun mayor a la falta de preparación antes de las reuniones de ancianos, es la escasez de orden y
organización. Muchos ancianos nunca se han tomado el tiempo para discutir cómo deben llevarse a cabo sus
reuniones.
Pag 64
Las reuniones se han convertido monótonas, repetitivas y rutinarias. Probablemente la forma más ineficiente
de llevar a cabo una reunión de ancianos, pero una muy común, es simplemente cederle la palabra a todos
libremente para que expresen lo primero que se les viene en mente. Muchos ancianos pasan la mayor parte de
su tiempo de reunión en asuntos menores y les queda muy poco tiempo para los temas principales,
simplemente porque los temas principales no llegaron hasta el final de la reunión. El presidente de la reunión
de ancianos debe cubrir la agenda de manera ordenada. Siempre que se posible, los elementos más importantes
deben considerarse al principio de la reunión.
La forma más eficiente y ordenada de llevar a cabo una reunión de toma de
decisiones se conoce como procedimiento parlamentario ha ganado una mala
reputación debido a la forma en que algunos políticos usan los trucos del
procedimiento parlamentario con fines engañosos y manipuladores. Pero el
procedimiento
Pág. 65
parlamentario nunca tuvo la intención de ser utilizado para tales fines. Cada vez que un grupo se reúne con el
propósito de presentar propuestas, discutirlas y llegar a decisiones, el procedimiento parlamentario no sólo es
útil sino indispensable. La aplicación estricta de la ley parlamentaria es absolutamente esencial en los grandes
órganos legislativos. Sin embargo, incluso con un enfoque informal, los principios básicos del procedimiento
parlamentario aun deben entenderse y seguirse. Un anciano a menudo puede ser lo suficientemente informal
como para doblegar o incluso romper las reglas a menos que entienda claramente las reglas desde el principio.
En realidad, sólo hay unos pocos principios lógicos que subyacen en el procedimiento parlamentario. Es mi
recomendación que cada mesa directiva tenga un conocimiento profundo de los principios. A través de la
práctica, se irán familiarizando con el procedimiento, hasta el grado de tenerlo memorizado.
El procedimiento Parlamentario
Todos los miembros de un órgano de toma de decisiones tienen los mismos derechos, privilegios y
obligaciones.
El voto de la mayoría decide.
Cuando se requiere más de un voto mayoritario, el control pasa de la mayoría a la minoría.
Algunos ancianos han cometido u grave error al suponer que se requiere un acuerdo unánime antes de
poder actuar.
Pág. 66
Esa es simplemente una versión negativa de la regla de un sólo hombre y, la regla de un sólo hombre,
no es bíblica.
Es aconsejable que un anciano se esfuerce por lograr el consenso, pero no se requiere el consentimiento
unánime para la acción.
La forma de llegar a un consenso es llegar a un compromiso.
Cuando se presentan dos puntos de vista opuestos, lo que hay que hacer es buscar todos los puntos
posibles entre los puntos de vista opuestos.
Se puede encontrar una posición de compromiso entre los puntos de vista opuestos y esa posición de
compromiso es aceptable para todos, entonces ha llegado un consenso.
Pero si no puede encontrar una posición de compromiso que sea aceptable para todos, la mayoría debe
tener el derecho de seguir adelante y actuar. Hacer lo contrario, es entregar el control a la minoría.
La mayoría en un órgano de toma de decisiones tiene derecho a estar seguro de que sus decisiones no
serán revocadas por la minoría que actúa sola. Por esa razón, siempre se requiere un cuórum antes de
que el grupo pueda tomar decisiones.
Una vez supe de una congregación con siete ancianos. Tres de los ancianos querían despedir al pastor y cuatro
no. Una vez, los tres ancianos que querían deshacerse del pastor asistieron a los servicios del miércoles por la
noche, cuando los otros cuatro ancianos estaban fuera de la ciudad. Tan pronto se dieron cuenta de la
naturaleza de la situación, convocaron a una reunión de emergencia
Pag 67
con los ancianos y lo despidieron. Uno de los ancianos que estaba fuera de la ciudad murió antes de que pudiera
regresar. Eso dejó al anciano con un punto muerto de tres a tres y los tres ancianos restantes que querían
quedarse con el pastor no pudieron votar para contratarlo nuevamente.
Estos hermanos no pudieron resolver
su conflicto de la manera que los cristianos deberían hacerlo y llevaron el asunto a los tribunales. Los tribunales
a menudo han dictaminado que cada órgano de toma de decisiones lleva a cabo sus asuntos sujetos a las reglas
del procedimiento parlamentario, ya sea que lo sepan o no.
Y, en este caso, el juez dictaminó que la acción de
los tres ancianos que despidieron al pastor era ilegal ya que no tenían cuórum. No había suficientes ancianos
presentes en esa reunión para que sus decisiones fueran legalmente vinculantes.
un principio importante del procedimiento parlamentario es que la minoría tiene
derechos que deben protegerse en interés de todo el grupo. El derecho más
importante de la minoría es su derecho a tratar de persuadir a otros en el
grupo para que vena su camino. Cualquier esfuerzo para endulzar este derecho
requiere un voto de dos tercios, en lugar de una mayoría simple, de acuerdo con
la ley
Pag 68
parlamentaria . la mayoría tiene el derecho a protegerse contra el esfuerzo de
una minoría para bloquear la acción.
Por está razón, si una persona sigue
presentando la misma propuesta una y otra vez y la mayoría sigue
derrotándolo una y otra vez, un miembro del grupo puede objetar la consideración de esa propuesta la próxima
vez que surja. Pero, para proteger los derechos de la minoría, la moción que se opone a la consideración requiere
un voto de dos tercios por la misma razón. Estas son las únicas mociones en todos los “procedimientos
parlamentarios que requieren más de un simple voto mayoritario y la razón de que se requiera un voto de dos
tercios en estos casos es para proteger el derecho de la minoría a discutir todos los temas de manera plena y
libre.
Un principio del procedimiento parlamentario es que un grupo de toma de decisiones puede discutir sólo una
pregunta a la vez. Hace varios años, estaba haciendo un trabajo de consultoría con una organización en la que
el consejo de administración pasaba demasiado tiempo en sus reuniones y no solía lograr avances. En la primera
reunión de esa mesa directiva observé rápidamente el problema. Tuvieron 12 diferentes temas en el foro e
intentaron discutir y decidir sobre los 12 a la vez. He visto reuniones de ancianos donde las cosas estaban aún
más confundidas que eso. Al menos esa mesa directiva conocía el valor de hacer una moción formal. También
he conocido ancianos en los que la tradición se oponía tan fuertemente a cualquier cosa que incluso parecía un
procedimiento parlamentario donde nadie haría ningún movimiento.
Pág. 69
Hablaron des eso durante horas hasta que todos pensaron que habían llegado a un acuerdo. Al final resultó
que, a menudo, no habían llegado a un acuerdo, pero como nunca habían votado realmente sobre una moción
formal, no tenían forma de saber con certeza si estaban de acuerdo o en desacuerdo. La razón por la que una
propuesta formal se llama “moción” en el procedimiento parlamentario, es porque una propuesta será
presentada para aprobación o rechazo bajo el proceso de juicio grupal. Muchos ancianos podrían reducir su
tiempo de reunión al menos a la mitad y reducir sus malentendidos si simplemente adoptaran la práctica de
hacer mociones formales uno a la vez y, luego decidiendo por mayoría de votos sobre esas mociones.
Hay un orden de precedencia definido y lógico que rige la introducción y disposición de todo movimiento.
Ahí alguien presenta una propuesta especifica en forma de una moción principal, otra persona presenta una moción
Del latín quorum, el
número de individuos
que se necesita par
que un cuerpo
deliberante o
parlamentario trate
ciertos asuntos y
pueda tomar una
determinación válida para enmendar la propuesta, entonces alguien presenta una moción para posponer la consideración hasta la
próxima reunión, y finalmente alguien presenta una moción para suspender la sesión.
El grupo debe primero
votar sobre la moción para posponer la consideración hasta la próxima reunión, si eso falla, deben votar sobre
la moción para posponer la consideración hasta la próxima reunión, si eso falla, deben votar sobre la enmienda
y, finalmente, votar sobre la moción principal.
Realmente no es tan complicado como parece. Cualquier buen
libro de texto sobre el procedimiento parlamentario describe estos principios. La idea no es hacer
Pág. 70
que todo este atado en nudos parlamentarios, sino simplemente desatar los nudos en los que los ancianos
suelen tener problemas por no seguir reglas lógicas.
En el ambiente informal de una reunión de ancianos, estas
reglas a menudo pueden ser enmendadas, pero se deben conocer las reglas y las razones detrás de las reglas
antes de cualquier modificación.
No hay ninguna ley en la Biblia que diga que los ancianos deben seguir las reglas del procedimiento
parlamentario, pero los ancianos deben seguir un orden lógico en sus reuniones. Las reglas del procedimiento
parlamentario son sólo algunos principios de sentido común descubiertos a través de muchos años de
experiencia en grupos de toma de decisiones, que buscan la forma más ordenada de conducir sus asuntos.
A
menos que un anciano tenga una mejor manera de hacer las cosas, parecería imprudente rechazar este sistema
probado sin al menos tratar de aprender sus ventajas.
No hay ley en la Biblia que diga qué patrón deben seguir los ancianos en sus reuniones, pero sí debe haber algún
patrón.
Quizás esto no es realmente de lo que Pablo estaba hablando en 1 Cor 14: 40 cuando dijo: “pero hágase
todo decentemente y con orden”. Pero al menos se aplica el principio general.
Veamos los pasos a seguir:
1. Llamado al orden y oración de apertura.
2. Corrección y/o aprobación de las minutas de la reunión anterior de los ancianos que se han distribuido
a cada uno antes de la reunión.
3. Informes de diáconos, ministros u otros en relación con sus tareas regulares en la estructura organizativa
de la congregación.
4.
Pág. 71
5. Informes de diáconos, ministros u otros en relación con sus asignaciones especiales.
6. Nuevo negocios tomados en orden de importancia según se enumeran en la agenda impresa distribuida
a casa anciano antes de la reunión.
7. Nuevos negocios no incluidos en la agenda impresa.
8. Oración final y clausura.
Además de seguir un patrón ordenado en la reunión, los ancianos también deben seguir alguna estructura en
su discusión de temas específicos. Se ha encontrado que la siguiente agenda de resolución de problemas tiene
un gran valor para muchos grupos de toma de decisiones.
Seguir estos pasos en la discusión puede reducir en
gran medida la cantidad de tiempo requerido para la discusión y aumentar en gran medida la calidad de las
decisiones tomadas en esa discusión.
1. Defina el problema.
2. Determine las causas de la situación del problema.
3. Establezca los criterios por los cuales las posibles soluciones serán evaluadas.
4. Descubra las posibles soluciones.
5. Aplique los criterios par seleccionar la mejor solución.
6. Planifique la implementación de la solución.
7. Nombre personas específicas para llevar a cabo tareas específicas.
Pág. 72
A primera vista, está agenda de resolución de problemas de siete pasos parece tener un enfoque muy diferente
del sistema de hacer mociones formales, discutirlas y votar sobre ellas. En realidad, la diferencia no es tan
grande.
La diferencia es; las mociones manifiestan alternativas para ser refutadas o aprobadas por el grupo y la
agenda de resolución de problemas guía la discusión en pasos. La mayoría de los grupos de toma de decisiones
que simplemente hacen mociones, os debaten y votan sobre ellos, tienden contradecirse en un tajante sí o un
no, creando polos opuestos entre el grupo. Los ancianos deben evitar ese tipo de opacidad.
El mejor tipo de agenda para una reunión de ancianos es la agenda que enumera los problemas para discutir el
tema junto con cualquier información de fondo que los ancianos necesiten para estudiar el asunto. Cuando ya
se han hecho propuestas específicas, deben incluirse en la agenda. En la discusión real, sin embargo, no es mejor
comenzar con la presentación formal de mociones. El lugar para comenzar es con una definición clara del
problema que debe resolverse. Un problema escasamente definido sólo será medio resuelto.
No es probable
que resuelva un problema si no sabe qué causó la situación y su problemática. Es por eso que el segundo paso
en est agenda de resolución de problemas es muy importante.
A veces, estos dos primeros pasos pueden ser la etapa más creativa del proceso de resolución de problemas.
Una compañía propietaria de un nuevo edificio de oficinas de gran altura, llamó a un consultor de una compañía
de ascensores. Dijeron que su problema era cómo agregar más ascensores. La gente se quejaba de los largos
retrasos mientras
Pág. 73
esperaba un ascensor. El consultor estudió el problema e informó que no había una forma práctica de agregar
más ascensores. Pero él preguntó: ¿Estas seguro de que este es realmente tu problema? Lo pensaron un
momento y dijeron: “no, nuestro verdadero problema es como mover a las personas desde el primer piso a los
pisos superiores más rápido de lo que podemos ahora”.
Entonces, el consultor regresó y estudió varias
alternativas, pero regresó con un informe de que no había una forma práctica de trasladar a las personas del
primer piso a los pisos superiores más rápido. Una vez más preguntó: “¿está seguro de que ha definido
correctamente su problema y ha determinado las causas de la situación del problema?” Dijeron que eran
positivos. Luego el consultor dijo: “No creo que lo haya hecho” El consultor luego ofreció una propuesta que, él
afirmó, resolvería su problema. Él dijo: “Coloque espejos alrededor del área de espera cerca de los ascensores
en el primer piso”. Penaban que estaba loco. Pero explicó que había un estudio en el que descubrió que nadie
tenía que esperar más de 90 segundos para llegar a un ascensor. Afirmó que un retraso de 90 segundos no era
del todo irrazonable. Este consultor había decidido que el verdadero problema era que las personas se aburrían
durante el retraso de 90 segundos. Él razonó que las personas están más interesadas en mirarse a sí mismas y
también interesadas en mirar indirectamente a las otras personas. Dijo que si instalaban esos espejos, las quejas
cesarán. De mala gana acordaron hace lo que el consultor había sugerido y, efectivamente, las quejas se
detuvieron de inmediato. Asegúrese de comenzar la discusión
Pág. 74
con una buena definición clara del problema y el esfuerzo para determinar las causas que este acarrea.
El tercer paso en esta agenda de resolución de problemas, es “Establecer los criterios mediante los cuales se
evaluarán las posibles soluciones”, este es el paso más olvidado de todos. Lo que la mayoría de los grupos hacen
es apresurarse a proponer varias soluciones. El problema con proponer soluciones antes de haber estableció los
criterios por los cuales se evaluarán las posibles soluciones, es que tiende a polarizar al grupo, es decir, las
soluciones serán vagas y sin claridad.
Supongamos que una congregación está teniendo problemas de
estacionamiento. Su estacionamiento está lleno y la falta de espacio de estacionamiento, está obstaculizando
su crecimiento.
Un anciano sugiere construir un garage / parqueo de estacionamiento alrededor del edificio de
la Iglesia. Otro anciano propone comprar un terreno a una milla de distancia y usar un autobús de enlace para
llevar a las personas desde el estacionamiento al edificio.
Un tercer anciano sugiere comenzar una nueva
congregación que aleje a un tercio de los miembros actuales de la congregación actual.
Un cuarto anciano
sugiere vender el edificio actual y construir un nuevo edificio con mucho espacio de estacionamiento.
El anciano
que favorece el estacionamiento podría tener una fuerte discusión sobre la base de la conveniencia, pero su
plan sería costoso.
El segundo anciano que favorece el autobús de enlace desde un estacionamiento distante
podría presentar una fuerte discusión sobre la base de la economía, pero su plan no sería muy conveniente.
El
tercer anciano que favorece la toma
Pág. 75
de un tercio de los miembros para comenzar una nueva congregación podría argumentar que dicho plan sería
más conveniente para aquellos que viven cerca de la nueva congregación, per, a menos que la congregación
actual ya sea muy grande, este plan podría debilitar seriamente la congregación actual. Puede terminar con dos
pequeñas congregaciones que no son realmente capaces de lanzar u programa de evangelismo muy efectivo.
El
cuarto anciano que favorece la construcción de un nuevo edificio en una nueva ubicación podría discutir sobre
la base de cuánto trabajo una congregación en una nueva localidad tendría, pero este plan sería el más costoso
de todos.
Lo que sucederá dentro de ese tipo de debate nos confirma la necesidad de establecer criterios que
favorecen las propuestas: conveniencia, economía, potencial de crecimiento, etc.
Considere otra ilustración. Una congregación está buscando un pastor.
Tienen cuatro hombres “probados” e
intentan llegar a una decisión. A algunos les gusta el primer hombre porque es joven. A otros les gusta el
segundo hombre porque tiene experiencia. A otros les gusta el tercer hombre debido a su exitoso historial. A
otros les gusta el cuarto hombre porque ya está recibiendo pensión de jubilación y no tendrían que pagarle
mucho. Tenga en mente, que no importa cuál candidato se elegido, la mayoría de la gente quería a alguien más.
Cuando los ancianos necesitan contratar a un pastor, lo primero que deben hacer, después de una cuidadosa
consulta con la congregación, es determinar las calificaciones que desean. Entonces deberían ir a buscar a un
hombre que tenga esas calificaciones. En lugar de hacer que venga a
Pág. 76
“probar”, deberían visitarlo en su congregación. Una vez que han encontrado al hombre que creen que va a
cumplir con el estándar, es tiempo de revelarse cuales son las expectativas de la congregación. Se necesita
considerar sólo un hombre a la vez.
Un “desfile de posibles pastores” siempre produce confusión. En este
asunto, como en todos los demás esfuerzos de resolución de problemas, debe establecer los criterios antes de
comenzar a buscar soluciones. En primer lugar, decidan el tipo de pastor que realmente están buscando.
Observe el cuarto paso en esta agenda de resolución de problemas es descubrir la posibles
soluciones. Este aun no es el momento para abogar o negociar. Este es el momento del
descubrimiento.
La lluvia de ideas es una técnica útil en esta etapa. No evalúe ideas en
absoluto. No se concentre en la calidad, sino en la cantidad de ideas. Trate de encontrar tantas
ideas como sea posible, sin importar cuan irrazonables puedan ser algunas. Intente tomar las ideas sugeridas
por otros desencadenen ideas en su propia mente. Entrelace las ideas sugeridas por otros. Este proceso lleva
sólo unos minutos, pero en esos pocos minutos puede generar una gran cantidad de alternativas.
Puede ser que
el 90 por ciento de esas ideas se
Pág. 77
disipen rápidamente, pero el 10% de esas ideas que son buenas generalmente incluirán más y mejores
propuestas que no se nos hubieran ocurrido si no hubieras utilizado la técnica de lluvia de ideas.
Si ha seguido todos estos pasos, el paso final será relativamente fácil. Simplemente tome los criterios que acordó
y aplíquelos a la lista de posibles soluciones para después utilizar el proceso de eliminación.
Aquí es donde se detienen muchos ancianos. Después de todo, todos acordarán la solución juntos. ¿Qué más
hay qué hacer? He estado en muchas reuniones de ancianos en las que pasamos horas discutiendo algunos
problemas y finalmente estuvimos de acuerdo con una solución. Pero cuando llegamos a la reunión de ancianos
la próxima semana, ¡descubrimos que no se había hecho nada! ¿Por qué? Simplemente porque no se siguió
ninguna orden; no habíamos planeado la implementación de la solución y nadie había sido designado para llevar
a cabo las tareas específicas necesarias para implementar esa solución.
A veces, la fase más larga del proceso de resolución de problemas es planificar la ejecución de la solución. Aquí
es donde se debe prestar atención a la asignación de los fondos disponibles. Aquí es donde el presupuesto
puede ser importante y donde los ancianos deben recordar que no pueden gastar dinero sin recaudar más
fondos o quitar fondos de alguna otra área presupuestaria2
. Aquí también es donde los ancianos deben tener
cuidado de desarrollar y mantener un programa equilibrado de trabajo en la Iglesia. A veces, una persona que
está presionando para la rápida expansión de un
Pág. 78
programa en particular piensa que los ancianos están tratando de obstaculizar sus esfuerzos y frenar cuando
realmente todo los que los ancianos tratan de hacer es mantenerse involucrados. Mientras que los fondos y
trabajadores disponibles sean limitados, los ancianos deben tener cuidado de asignar tanto fondos como
trabajadores para desarrollar un programa equilibrado de trabajo en la Iglesia. Deben darse cuenta de que una
decisión de gastar más dinero y usar más trabajadores en un área generalmente significa que habrá menos
dinero y menos trabajadores disponibles para otras áreas.
Muchos cuerpos legislativos requieren varia lecturas del proyecto propuesto antes de la aprobación final y, esto,
es muy sano. No debemos frustrarnos si existen modificaciones durante el proceso de propuestas. He estado
presente en varias reuniones donde surge una mejor alternativa y uno de los ancianos expresa su incomodidad
diciendo; “pero ya habíamos quedado de acuerdo, debemos quedarnos con lo que acordamos”. El cuerpo de
ancianos necesita comenzar sus deliberaciones observando las necesidades espirituales de la congregación y
encontrando formas de satisfacerlas, aun si algunas modificaciones son necesarias. Aunque estas son preguntas
importantes; “¿Podemos pagarlo?” o ”¿tenemos suficientes trabajadores para hacer el trabajo?”, la única
pregunta que debería considerarse como prioridad debería ser “¿Dios quiere que lo hagamos?”.
Tener una primera y segunda lectura de propuestas antes de la aprobación final le da a los ancianos la
oportunidad de informar a los miembros lo que se está considerando. Les da tiempo a los
Pág. 79
2 A esto se le llama modificación del presupuesto.
Miembros para hacer comentarios, sugerencias y, en retribución , hacerles saber a los ancianos cómo se sienten
acerca de la propuesta. En algunas junas directivas y comités ejecutivos, existe una regla que establece que el
grupo debe decidir si las propuestas deben ser decididas por el grupo actuando por su cuenta o llevadas a todos
los miembros antes de la decisión final. Independientemente de cómo l haga un anciano, sería una buena idea
antes de que los líderes adopten un enfoque similar. En algunos órganos de toma de decisiones la regla es que
todas las propuestas deben ser tomadas en cuenta para tomar su decisión antes de que se tome la decisión
final. Independientemente de cómo lo haga un anciano, seria una buena idea para el anciano tener alguna forma
de decidir qué asuntos deben presentarse a la congregación antes de tomar una decisión definitiva.
Si un anciano decide que una propuesta particular debe presentarse a la congregación antes de que el comité
tome una decisión final, eso requeriría claramente una primera y segunda lectura de la propuesta. En la segunda
lectura, los ancianos podrían dudar preguntándose; “¿cómo podemos recaudar el dinero para pagarlo?” y
“¿cómo podemos reclutar a los trabajadores necesarios para hacer el trabajo?”. La mesa directiva debe también
considerar las posibles respuestas de la congregación, estar abiertos a sus sugerencias y saber responder las
preguntas basándose en su detallada y minuciosa exploración del asunto. Muchas ideas geniales nunca vieron
la luz del día porque un anciano preguntó antes de que fuera la hora apropiada de hacer preguntas. He aquí, la
masiva importancia de procesar, acordar, ajustar,
Pág. 80
concertar y convenir todo asunto, antes de preentarselo a la congregacion.
CONCLUSIÓN
Las sugerencias presentadas en la sección anterior son cuestiones de juicio, no cuestiones de fe. No hay ninguna
ley en la Biblia que diga que los ancianos tienen que hacer las cosas de está manera. El enfoque es buscar
maneras eficaces y eficientes para la toma de decisiones. Si un anciano se preocupara por mantener a los
miembros más informados, obtendría más información de los miembros antes de que tomen sus decisiones.
Haga más para prepararse para sus reuniones y realice sus reuniones de una manera más ordenada; se
obtendrán varios buenos resultados: la calidad de sus decisiones mejorará enormemente; pasarán menos
tiempo en sus reuniones de toma de decisiones; tendrán más tiempo para funcionar como supervisores y
pastores; los miembros estarán más involucrados y la Iglesia comenzará a crecer.
Pág. 81
Capítulo 5: las funciones principales delos obispos (supervisores de iglesias).
En Tito 1: 5, Pablo dijo que los ancianos deberían ser ordenados y constituidos en cada ciudad. Luego enumera
las calificaciones que los hombres deben tener para ser seleccionados como ancianos. (Tito 1: 6-9). “Porque es
necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino,
no pendenciero”, (Tito 1: 7). En este capítulo, descifraremos al anciano y sus calificaciones correspondientes.
ἐπισκοπέω Episkopéo es la palabra usada en el texto griego original del Nuevo Testamento. Está palabra
proviene de 2021. ἐπι epi, que significa sobre, y σκοπέω skopéo que significa “observar, mirar”. La palabra
supervisor en el origen castellano es la traducción más directa. Superintendente es una palabra inglesa de origen
latino con el mismo significado. Obispo (Bishop en inglés) es otra palabra inglesa que proviene del griego a través
del latín y su significados es idéntico.
1 Tim 3: 1 habla de “el oficio de un obispo”. En realidad, el el texto griego original no tiene una palabra para
“oficio” en ese pasaje. En cambio, el texto griego tiene la palabra ἐπισκοπέω episkopéo. La traducción literal es
“si alguien busca la supervisión”. Pero está claro que un obispo o supervisor en la Iglesia del Nuevo Testamento
tenía un papel de liderazgo.
1 Pedro 5: 1-4, que se dirigió a los ancianos (presbíteros) y les dijo que pastoreen la Iglesia, usa
Pág. 82
la palabra episkopéo, que es simplemente la forma verbal de la palabra obispo o supervisor ~”ejercer la
supervisión” (1 Pedro 5: 2). Todas estas palabras en sus diversas formas se refieren a lo que comúnmente se
llama una función administrativa o de supervisión.
La mesa directiva en las empresas seculares tiene la responsabilidad de funcionar como un cuerpo
administrador y de supervisión, el cual simula al trabajo delos obispos de la Iglesia del Nuevo Testamento.
Algunos escritores han criticado recientemente a los ancianos por actuar como una junta directiva. Esa critica
no está totalmente justificada. Muchos ancianos funcionan sólo como un cuerpo de toma de decisiones y eso
está mal, pero una buena junta directiva no funciona así. Cuando una junta funciona correctamente, delega la
mayor parte de la autoridad de toma de decisiones del día a día a otros y limita su papel de toma de decisiones
para darle prioridad a los asuntos de mayor importancia. La función principal de una junta en el mundo secular
es administrar o supervisar el trabajo que realizan los que ejercen la autoridad delegada para la toma de
decisiones. La mayoría de los ancianos podrían ser criticados por no realizar el tipo de función administrativa o
de supervisión realizada por juntas eficientes en el mundo secular, y esto sería aceptable, dado que el comité
de ancianos también carga con responsabilidades espirituales de la congregación.
La función de un órgano administrativo no es tomar todas las decisiones que les delega ese organismo
administrativo. El anciano no delega Pág. 83
suficiente autoridad con el fin de tener alguien a quien supervisar. Un capataz dirige a los trabajadores para
asegurarse que las tareas se cumplan. Un administrador supervisa a los que toman decisiones. Ambas se
clasifican en el mundo secular como que tienen puestos directivos, pero las funciones de un supervisor son
bastante diferentes de las de un administrador. Hasta cierto punto, el trabajo de los diáconos es paralelo a la
función de un vigilante o supervisor, pero los obispos no son vigilantes, son administradores.
El trabajo de los administradores en el mundo secularse describe a menudo bajo los encabezados llamados “Las
cinco funciones de la buena administración”.
Estas cinco funciones son:
Visualizar, organizar, delegar, supervisar
y analizar. A lo largo de este capítulo, el trabajo de los obispos en la Iglesia se discutirá bajo estos cinco
encabezados.
1) Visualizar. “Donde no hay visión, la gente perece” (Prov. 29: 18). Los obispos de las iglesias deben ser
hombres de visión. Visualizar significa determinar los fines, metas y objetivos a alcanzar. Muchas
congregaciones carecen de dirección porque sus ancianos han funcionado sólo como un cuerpo de toma
de decisiones y nunca han encontrado el tiempo para funcionar como obispos. Nunca han planeado más
allá del presupuesto del próximo año. Nunca han considerado seriamente la trayectoria del ministerio,
donde está y hacia dónde se dirige. Nunca han pensado en dónde estará la congregación dentro de 10,
20, 50 ó 100 años a partir de ahora.
Pág. 84
Muchas congregaciones simplemente “se mantienen en ciclos repetitivos”. Sus líderes nunca evalúan
realmente el programa general de trabajo de la Iglesia para asegurarse de que se cumplan los propósitos
de esta. El propósito de la Iglesia es adorar a Dios a treves de la adoración, a través del trabajo para
ayudar a los necesitados, a través del tipo de evangelismo que permite a las personas convertirse en
cristianos y a través del tipo de edificación por medio de la enseñanza espiritual y el asesoramiento que
ayuda a los cristianos a crecer día a día para llegar a ser más como Cristo.
Muchos comités de ancianos nunca evalúan programas específicos para asegurarse de que se logren los
objetivos. Simplemente siguen haciendo lo mismo de la misma manera porque esa es la forma en que siempre
lo han hecho. A menudo no tienen en cuenta qué es lo que están tratando de lograr a través de cada actividad.
Algunas congregaciones llevan a cabo dos o tres reuniones evangélicas de ocho días y dos domingos todos los
años simplemente porque así siempre han actuado. Aquellos que son “exitosos” llenan los edificios con
miembros de las congregaciones vecinas. Aclaramos que las invitaciones serán para entrenamientos formales,
no reclutándolos para que se queden como miembros de la Iglesia.
Por mucho tiempo ha sido un reto atraer a
miembros de otras congregaciones a unirse a nuestros entrenamientos, conferencias y reuniones. La mayoría
de las congregaciones ni siquiera pueden atraer a sus propios miembros y mucho menos a los no miembros.
Cuando eso sucede, los obispos deberían considerar qué es lo
Pág. 85
que están tratando de lograr y buscar la manera más efectiva.
EDUCACIÓN EN LA Iglesia
La mayoría de nuestras congregaciones han estado impartiendo clases bíblicas durante mucho tiempo que han
olvidado por qué las tienen.
Si su objetivo es simplemente llevar a cabo clases sólo por práctica común, entonces
no tendrán éxito, ya que debe haber un objetivo más alto. Si su objetivo es simplemente meter a niños y jóvenes
en salones para entretenerlos, las congregaciones tendrán sólo un éxito escaso. Debe existir un propósito más
elevado al sistema educacional de la Iglesia.
Si el objetivo es enseñar información objetiva sobre la Biblia, la mayoría de las congregaciones no tienen mucho
éxito y la mayoría no tendría forma de saber con certeza si tuvieron éxito.
Desafortunadamente estas clases
nunca dan tarea. Nunca dan exámenes, nunca reciben retroalimentación para decirles si los estudiantes están
aprendiendo si el objetivo de estas clases es trasformar vidas, entonces hemos empezado bien, pero es de suma
importancia empeñarnos en la medición, el cálculo, sondeo, encuesta o exploración de nuestros resultados.
¿Qué sucederá cuando nuestros jóvenes dela Iglesia afronten la etapa de emancipación juvenil? ¿abandonarán
la Iglesia? ¿Cuáles son las estadísticas delos que abandonan y de los que se quedan?
La mitad de nuestros nuevos
conversos adultos abandonan la Iglesia en unos pocos meses después de su bautismo. El nivel de espiritualidad,
santidad, discipulado y mayordomía de los que permanecen no indica que nuestras clases bíblicas tengan mucho
éxito en lograr meta de cambiar vidas, dado al nivel de
Pág. 86
madurez reflejado. En muchas de nuestras clases bíblicas, el alumno típico nunca es realmente desafiado. No
aprenden anda nuevo. Simplemente “ensayan la doctrina” a un nivel muy superficial semana tras semana.
Los
obispos deben preguntarse qué están tratando de lograr a través de sus clases bíblicas y ver si no hay algunas
maneras en que estos objetivos se puedan lograr de manera más efectiva.
Estos ejemplos de reuniones del evangelio y clases bíblicas son sólo dos de las muchas áreas
en que los obispos necesitan visualizar las metas que están tratando de lograr en los diversos
programas de trabajo de la Iglesia.
Visualizar significa tener una idea clara de cómo serán las
cosas cuando los programas hayan tenido éxito y se hayan resuelto los problemas que
afronta la congregación. Pero además de una visión del objetivo a largo plazo en un
programa en particular, los obispos también necesitan una visión de cómo serán las cosas
en varios puntos del camino. las congregaciones necesitan objetivos a corto plazo,
intermedios y de largo plazo. Cuando una congregación progresa lo suficiente como para
Pág. 87
alcanzar el primer objetivo de corto plazo, se debe establecer un objetivo de largo plazo para aspirar mayo
conquista. A lo largo del proceso, las metas de mediano y largo plazo también deben presentarse de tal manera
que la congregación tenga un sentido de dirección. La comunicación efectiva hacia todos los participantes del
ministerio sólo puede aproximar resultados positivos.
Esto no significa que todos los datos deben ser ventilados
abiertamente a la congregación entera. Algunos datos son exclusivos y pertinentes para la mesa directiva.
Algunos obispos ven la importancia de establecer metas, pero establecen metas tan vagas y generales que nunca
podrían identificar cuando las logren y, mucho menos, el progreso que va presentando.
Una meta… “Una mejor
congregación este año que el año pasado” es demasiado vaga. Es posible que pueda mirar hacia atrás desde la
eternidad y saber si ese objetivo se logró o no. Una meta para “bautizar a más personas a las que bautizamos el
año pasado” es un poco mejor. Pero una meta para aumentar el número de bautismos en un promedio de 25%
anual durante los próximos cuatro años sería mejor. Es más específico.
Lo primero que los obispos deben hacer
como buenos administradores es considerar las necesidades y problema espirituales en la congregación y
visualizar específicamente cómo serán las cosas una vez que esas necesidades hayan sido satisfechas y esos
problemas hayan sido resueltos. Una vez que tienen una idea clara de sus objetivos finales y de los posibles
inconvenientes en
Pág. 88
el camino, entonces están listos para pasar al siguiente paso en una buena administración.
2) Organizar. Organizar significa planificar el trabajo que debe realizarse para alcanzar los resultados
deseados. Organización significa una división del trabajo y una asignación de recursos para lograr un propósito.
visualizar o planificar, es el proceso de definir metas o fines que se deben alcanzar y organizar es el proceso de
establecer los medios a través de los cuales se lograran los objetivos o metas.
Este enfoque general ayudaría a los a organizar diversos programas de trabajo. El primer paso en este enfoque
es representar el proyecto una vez que se haya completado con éxito.
El segundo paso es retroceder en el
tiempo y determinar todas las cosas que se deben hacer para alcanzar la meta. Por lo general, hay varias líneas
de actividad que deben converger para lograr el objetivo final. Cada uno de estos caminos implica una serie de
cosas que deben hacerse y, obvio, en un orden apropiado, sólo así se podría lograr el objetivo final. Los pasos
que se vayan a tomar deben ser estudiados para determinar cual es el camino más eficiente, el más corto, el
más largo y el más drástico.
Quizás el camino más largo pudiese ser el más productivo, pero en algunas
ocasiones, este no será el caso. Para lograr las metas, no sólo se requiere el diseño del plan, sino la revisión del
diseño, con todas sus contingentes y variables.
Supongamos que los obispos de una congregación deciden probar un enfoque diferente para una reunión
evangelística. Antes de que
Pág. 89
puedan tener una reunión, necesitan un orador. Antes de que puedan obtener un orador, deben decidir a quien
preguntar. Antes de que puedan tomar esa decisión, necesitan saber que tipo de reunión quieren tener. Antes
de que puedan decidir qué tipo de reunión desean tener, deben considerar su situación y los propósitos que
desean lograr. Antes de ellos tomar esa decisión, es posible que quieran que un comité estudie el asunto y les
informe. Antes de que el comité pueda hacer su trabajo, el comité primero debe ser designado y recibir su cargo.
Otro camino importante que debe desarrollarse en lograr que las personas asistan.
Para lograr este objetivo,
tendrían que planificar su campaña publicitaria dentro de su congregación local y eso podría implicar varios
pasos importantes. La mejor manera de lograr que los miembros de una congregación apoyen dicha reunión (o
cualquier otro proyecto) es involucrarlos en la formulación del plan, desde el principio. El comité designado para
estudiar este asunto puede querer buscar aportes de la congregación antes de que preparen su informe.
EL PROCESO- PENSAR REGRESIVAMENTE
Supongamos que a medida que el comité discute este asunto con la congregación, descubren que una de las
principales preocupaciones de sus miembros, y también una gran preocupación entre los que nos son miembros,
tiene que ver con los problemas familiares. Al estudiar el asunto con más detalle, el comité podría descubrir que
los problemas de comunicación son el área de mayor problema en las familias. Luego, se presentará una
propuesta para realizar un ”Taller de comunicación familiar” en
Pág. 90
el que un orador podría presentar alguna conferencia familiar basada en la Biblia sobre el plan de Dios para
mejorar la comunicación entre marido y mujer y la comunicación entre padres e hijos. cual sea el asunto que el
comité esté discutiendo, el secreto está en pensar progresivamente en el tiempo. Comience con el proyecto tal
como estará cuando se complete y luego continúe con todos los pasos en cada área que se necesita cubrir para
alcanzar el objetivo final. El enfoque habitual es comenzar con sólo una vaga idea del objetivo final y sin pensar
en los pasos necesarios en cada camino para alcanzar ese objetivo. Eso lleva a un enfoque de “gestión por crisis”.
Planear y organizar ahorrará mucho tiempo y problemas más adelante. Además, terminas haciendo un mejor
trabajo.
Una vez que los obispos hayan hecho la planificación y organización, en necesario preparar lo que la gente en
el mundo empresarial secular llama “descripciones del trabajo”.
Los diáconos, ministros y otros que reciben
asignaciones específicas en un programa de trabajo de la Iglesia necesitan que se les informe sobre los objetivos
generales del programa, cómo ese programa se relaciona con otras actividades de la congregación, instrucciones
específicas para cada miembro involucrado, cuales con las pólizas, qué decisiones está autorizada a tomar esa
persona por sí misma, cuanto dinero él puede gastar por su cuenta y lo que necesita ser llevado a los obispos
para su aprobación.
En general, toda la congregación debe recibir al menos un resumen breve de cada
descripción del trabajo, especialmente en lo que respecta a las tareas regulares de los diversos diáconos y
ministros. Ese tipo de comunicación abierta ayudará a los
Pág. 91
miembros a responder preguntas, hacer comentarios, sugerencias y quejas. Pero lo principal que hará es
involucrar más a los miembros. La comunicación es la clave para la participación.
3) Delegar. El tercer paso de la buena administración realmente debería ser el delegar. Ese tercer paso es el
paso más importante pero más descuidado en todo el proceso.
La razón principal por la que muchos ancianos
nunca tienen el tiempo para funcionar como administradores o como maestros y consejeros espirituales es que
nunca delegan suficiente autoridad para tomar decisiones a los diáconos, ministros y a otros que trabajan bajo
su dirección.
He conocido a diáconos que han servido en el diaconato durante años sin que se les haya asignado
una tarea específica. He conocido a muchos oros que se le habían asignado tareas específicas sin tener ninguna
autoridad para tomar decisiones, incluso en los asuntos más triviales.
El consejo de Jetro
Los obispos deben considerar seriamente le sabio consejo que Jetro de dio a Moisés en Éxodo 18: 13-28. Moisés
se mantenía ocupado desde la mañana hasta la noche sirviendo al pueblo y, era el único que tomaba las
decisiones para Israel. Jetro sugirió que esto era malo, no sólo para Moisés, sino también para le pueblo. Ningún
hombre podía tomar decisiones realmente buenas con semejante carga de responsabilidad. Además, Moisés
tenía cosas más importantes que necesitaban du atención. Jetro instó a Moisés el nombrar gobernantes de tal
manera que uno gobernara a mil personas. En el
Pág. 92
siguiente nivel, un líder gobernaba a cien personas, en el tercer nivel, el líder gobernaría a 50. Si el problema
aún no se resolvía, se le llevaba al líder de 100.
Si ese líder aun no podía resolver el problema, era llevado al líder
que gobernaba a mil. Y sólo aquellos problemas que no pudieron resolverse a través de este proceso jerárquico,
eran llevados a Moisés para su consideración.
Fue gracias a este sistema de delegación que Moisés fue capaz de convertirse en un líder eficaz.
Podía lidiar con
los problemas que exigían su atención.
Podía considerar esas cuestiones que solo podía resolverse a su nivel. Lo
mismo se aplica a un anciano. ninguna anciano puede tomar todas las decisiones para una congregación y hacer
un buen trabajo. Si lo intentan, sus decisiones a menudo serán malas. Además, si lo intentan, no tendrán no
tendrán tiempo para funcionar como administradores o como maestros y consejeros espirituales.
El arte de la delegación es una de las artes más difíciles para cualquier líder. Un líder necesita delegar suficiente
autoridad para compartir la carga con otros e involucrarlos en los procesos hacia donde Dios va dirigiendo la
organización. El control de una organización se pierde cuando el líder no presenta instrucciones claras y, por
ende, los caminos se ven grises y llenos de incertidumbre para los seguidores.
La mejor manera de empezar a
delegar autoridad es comenzar delegando una autoridad
Pág. 93
limitada para la toma de decisiones con instrucciones muy detalladas y claras, después que una persona ha
adquirido experiencia y confianza, los líderes pueden delegarle un poco más de autoridad para tomar decisiones
con menos pautas políticas. Es importante delegar experiencias que lleven al discípulo al éxito.
A largo plazo, es
mucho más importante que se desarrollen los talentos y la confianza de un Diácono a que se haga un trabajo en
particular. Si un Diácono recibe por primera vez una delegación relativamente pequeña de autoridad para tomar
decisiones en un trabajo que es fácil de realizar, su éxito en esa experiencia le dará más confianza y estará listo
para tomar más responsabilidad.
El anciano no debería delegar responsabilidades si el anciano no cuenta con el
tiempo para supervisar el desempeño y medir los resultados que se produzcan. Esto es dado a que la
responsabilidad delegada fue en realidad entrenamiento para el crecimiento del Diácono, bajo el cual se le
celebran sus logros y se le corregirá en sus debilidades.
El anciano sólo debe delegar la autoridad par toma decisiones cuando esté listo para que le Diácono use su
propio juicio y haga las cosas a su manera (obvio, dentro de las pólizas permisibles).
El discípulo quizás haga las
cosas de manera muy diferente, esto es aceptable y, a pesar de los diferentes métodos, el anciano sabrá apoyar
cuando el Diácono cometa errores. Un sentir muy común e inmaduro del anciano será querer quitarle la
autoridad cuando errores se cometan. Si se le quita la autoridad, también se le estaría arrancando sus
posibilidades de crecimiento, ejercitar su creatividad,
Pág. 94
y las energías que el Diácono estaba dispuesto a aportar en el proyecto.
4). Supervisar. De todos los pasos en los tradicionales de la buena administración, este es el que más se acerca
al significado literal de obispo o supervisor.
La planificación, la organización y la delegación deben preceder al
trabajo realizado. La supervisión se produce a mediad que los planes se ponen en funcionamiento.
Una vez el
liderazgo ha determinado qué trabajo quiere que se haga, qué objetivos quiere lograr, qué pautas de política
quiere seguir y qué autoridad de toma de decisiones quiere ejercer un Diácono, ministro y otro miembro de la
Iglesia, entones y sólo entonces se puede iniciar la supervisión.
La supervisión requiere una comunicación bidireccional efectiva. Los obispos deben obtener la información que
les indica si están cumpliendo o no, los objetivos, si se siguen o no , las pautas de la política y si la autoridad
delegada para la toma de decisiones se ejerce de la manera que planearon. Cuando se desarrollen problemas,
los obispos deben motivar a los que trabajan bajo su dirección. Se les corrige a quienes no siguen las pautas de
la política.
Deben preocuparse continuamente por la capacitación y el desarrollo de quienes trabajan bajo su
dirección. Cuando surgen problemas que están más allá de del alcance de la autoridad de toma de decisiones
delegada a un individuo, deben considerarse el reto y tomar una decisión que le permita al discípulo finalizar el
proyecto o logar la finalización de la tarea asignada. Es de suma
Pág. 95
importancia no desertar el proyecto por más complejo que aparente se el cometido.
Informes formales o informales
Informes escritos de diáconos, ministros y otras personas que trabajan en programas específicos bajo la
dirección de los obispos pueden ser de gran ayuda para los obispos en su trabajo administrativo. Si todos los
informes se darían oralmente cuando los obispos están en el edificio de la Iglesia asistiendo a los servicios de
culto, los obispos descubrirán que sus deberes administrativos les dejan poco tiempo para adorar, saludar a los
miembros, dar bienvenidas a los recién llegados o coordinar la predica. Hay demasiadas cosas importantes que
deben atenderse el de los servicios de la Iglesia como para estar recibiendo informes orales informales.
Si los diáconos, ministros y otros que trabajan bajo la dirección de los obispos prepararán informes escritos
cuando les sea posible, pueden preparar esos informes con más detalle en su tiempo libre y los obispos pueden
estudiarlos cuando también tengan algo de tiempo libre. La mayoría de las congregaciones podrían mejorar
enormemente su eficiencia organizacional si usaran informes escritos más de lo que lo hacen.
Compartiré un ejemplo en mi caso en específico. Amo la impartición en vivo con grupos de alumnos en el aula
de clase, y no me veo dejando está función quizás por los siguientes treinta años.
A pesar de que amo la
impartición, una de mis frustraciones son los alumnos que “aprovechan” los recesos de clase para compartirme
sus sueños o visiones, pleitos familiares y/o chismes de sus
Pág. 96
de sus congregaciones. Todo docente estará de acuerdo conmigo que quisiéramos aprovechar esos cinco
minutos de receso para repasar notas y escanear mentalmente los siguientes puntos a cubrir. En está preciso
momento, corre alguien al profesor con la famosa frase: “Profe, déjeme aprovecho para contarle un sueño que
tuve anoche” o ”Profe, voy a aprovechar para que me dé su opinión en un problema que traigo”. Es
precisamente en ese momento cuando yo quisiera que existiera un formulario o algún reporte escrito para que
el alumno exprese sus sueños o visiones.
No saquemos mi observación de contexto. Todo docente en nuestra
universidad está a disposición del alumno en todo momento. Sin embargo, aspiramos hacia más organización y
orden. Aportaciones en la materia que se está cubriendo siempre son bienvenidas. El punto es organizarnos en
nuestras organizaciones con reportes escritos y disfrutar de sus beneficios.
Los obispos generalmente necesitan reservar al menos pare de su tiempo para su función administrativa y el
asesoramiento hacia estos reportes escritos. A veces, la mejor manera de llevar a cabo una reunión de ancianos
es comenzar con la función administrativa. Dedique algún tiempo a reunirse con diáconos, ministros, ministros
y otras personas discutiendo programas específicos. Como norma, programe que se cubran primero los temas
que están en escrito, ya que estos estarán más organizados por haber tenido le tiempo de procesar el informe.
Una vez que termina la sesión de informes, entonces se cubren los temas menos organizados. Después de
exponer los temas principales, es tiempo de presentar soluciones. Es de suma importancia considerar ----------
Pág. 97
espirituales de miembros y hablar sobre el trabajo que necesitan hacer como maestros y consejeros espirituales.
Reuniones y cómo llevarlas a cabo.
Además de la reuniones en grupo en las que se revisan programas específicos, los obispos deben reunirse con
Diáconos y ministros individuales regularmente para discutir su trabajo en general. Cualquier Diácono que
parezca tener un buen potencial para convertirse en obispo algún día debería tener al menos una reunión anual
con los obispos en la que se centren en su crecimiento personal, espiritual, intelectual y de liderazgo. Es
imposible que los ministros funcionen efectivamente sin una revisión periódica de esta naturaleza que les
permite saber dónde están parados, cuáles son las reacciones de su obispo pertinente a su desempeño y cuáles
son las expectativas futuras.
Por lo general, es recomendable que se lleven a cabo reuniones de ancianos y diáconos cada tres meses. Es una
buena idea programar los temas para cada reunión de líderes y con la frecuencia que sea necesaria.
Algunos diáconos podrían estar trabajando en los programas que los convocan a reunirse con los obispos todos
los meses. Otros pueden necesitar sólo una reunión cada trimestre o tal vez sólo dos al año. los requisitos del
programa particular deben determinar la frecuencia de asistencia de un Diácono a la reunión de ancianos.
En el caso del obispado, es una buena idea tener a los ancianos presentes en algunas de las reuniones pastorobispo.
La relación entre los obispos y los ancianos debe ser tan cercana que los obispos deseen tener a los
ancianos presentes
Pág. 98
cuando el obispo se reúna con el pastor. Los ancianos, quienes pastorean la congregación, son tan importantes
en la vida de una congregación, que necesitan estar involucrados directamente con los entrenamientos que
ofrezca el obispo. Los ancianos pueden asistir a las reuniones de pastor-obispo y ofrecer sus sugerencias sin
emitir votos u opiniones. Un pastor no debe tratar de dominar o limitar tal reunión, especialmente si el obispo
es a los entrenamientos continuos.
El éxito de la organización depende de la atmósfera que se crea para estas
reuniones o se puede crear una atmósfera en exclusividad y secretiva o se creará una atmosfera de bienvenida
y trasparencia.
Cuando la organización crece, suelen surgir desafíos de espacio y economía. Por ejemplo, en
Asia, actualmente le doy cobertura ministerial y entrenamiento a más de 5,500 pastores y ministros. Dado a las
largas distancias, normalmente llevamos a cabo entrenamientos de 300 a 500 pastores por reunión.
Los talleres
se llevan a cabo en 1 ó 2 días por grupo, luego nos trasportamos a otra ciudad para seguir entrenando otros
grupos. No nos es posible recibir a la membresía de las congregaciones por limites de espacio, pero sí recibimos
a los ministros y ancianos de las congregaciones para que aprovechen los entrenamientos realizados. Asia
cuenta con 6.5% cristianismo, lo cual es muy bajo, hay mucha necesidad de entrenamientos y pocos recursos
traducidos a sus idiomas.
Dado a estos limitantes, se les permite acceso a los diáconos y ministros a los
entrenamientos pregrabados y entrenamientos en vivo por video llamada.
Pág. 99
Existen enormes ventajas a mantener a los diáconos entrenados debidamente. La ventaja primordial es el
conocimiento para tomar iniciativas por sí mismos, atender los asuntos del ministerio con mayor seguridad y
permitir que los obispos puedan efectivamente realizar los entrenamientos.
Lo que sucede a menudo en congregaciones pequeñas es que los ancianos funcionan sólo como un cuerpo de
toma de decisiones y dejan todo el trabajo administrativo al pastor.
Lo que sucede a menudo en las grandes
congregaciones es que los obispos tratan de hacer todo el trabajo administrativo y no utilizan lo suficiente a
sus ministros y al personal de la Iglesia en está función. Una alternativa que algunas congregaciones han
encontrado efectiva es hacer que la Iglesia brinde apoyo financiero para que uno de los obispos pueda dedicar
todo su tiempo a el trabajo administrativo día a día.
La clave es que los obispos participen activamente en la
administración de los asuntos más importantes y utilicen a un anciano, ministros, personal de la Iglesia, diáconos
u otros empleados a tiempo completo para ayudarlos a administrar en forma cotidiana los varios programas.
Los obispos deben recordar el sabio consejo que Jetro le dio a Moisés y aplicar ese principio en su trabajo como
administradores, así como en su delegación de autoridad de toma de decisiones.
5) Analizar.
La función administrativa delos obispos no termina con la finalización exitosa de un proyecto. Con demasiada
frecuencia cometemos los mismos errores una y otra vez porque no aprendemos de nuestra propia experiencia.
Cuando termina una
Pág. 100
tarea o se completa un proyecto, los obispos necesitan ver que se puede aprender de la experiencia.
Es
importante notar qué cosas funcionaron y volver a intentarlo, así como tener en cuenta qué cosas no
funcionaron y tratar de descubrir qué salió mal.
Problemas de actitud entre los líderes.
En está etapa final del proceso administrativo que los obispos pueden considerar los cambios estructurales que
podrían ser necesarios la próxima vez que surja u proyecto similar. Por ejemplo, un caso muy común y que
sucede muy a menudo es que surjan problemas de conducta de algún participante; normalmente problemas de
personalidad.
Los obispos deben lidiar con estos problemas de personalidad en cuando surjan. Lo que hacen
muchos obispos es hacer cambios estructurales en la organización como una forma de evitar problemas de
personalidad; y cambios estructurales no son la solución porque no se afronta el problema.
Aun debería existir
una póliza de la constitución del ministerio para corregir los problemas de personalidad cuando exista diferencia
de opinión al grado de entrar en conflicto entre dos líderes. Sin embargo, demasiada frecuencia, aun con pólizas
en pie, si no se afronta la contienda de inmediato, la situación perdurará mucho después de cualquier cambio
estructural.
Quizás no sea una posición muy agradable reunir a dos diáconos cuyas opiniones o personalidades
choquen, sim embargo, es una práctica muy necesaria si queremos una solución a largo plazo. A la larga,
enfrentar es mucho mejor que crear una estructura organizacional
Pág. 101
incomoda simplemente como una forma de esquivar esos problemas de personalidad.
Analizar, el paso final en el proceso administrativo, es el momento para que los obispos reflexiones sobre los
fines, metas y objetivos que ellos representaron al comienzo de este proceso.
Necesitan asegurarse de que su
visión es lo que Dios quiere que sea y que su desafío a la congregación se mantenga al ritmo de las crecientes
necesidades espirituales de los miembros.
Si los obispos visualizan, organizan, delegan, supervisan y analizan, funcionaran de una manera efectiva y
eficiente como administradores y eso les permitirá pasar más tiempo en su ocupación más importante: su
función como consejeros espirituales y maestros entrenando a otros pastores para la obra del evangelio.
Pág. 102
Capítulo 6: lidiando on el pecado dentro de la Iglesia.
Mientras estemos en está tierra, el pastor siempre tendrá que lidiar con aquellos que se niegan a arrepentirse.
Los problemas mentales o emocionales que llevan a los cristianos al punto en que necesitan asesoramiento
cristiano y, tal vez incluso, asesoramiento profesional, a menudo son causados por el pecado.
El elemento
común en todo pecado es la rebelión contra la autoridad de Dios. Santiago 2: 10-11 Porque cualquiera que
guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. 11 Porque el que dijo: No cometerás
adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho
transgresor de la ley.
Este pasaje no enseña que tienes que ser perfecto para ser salvo, pero sí enseña que hay muchas maneras de
rebelarte contra la autoridad de Dios. Hay muchas formas de rechazar la autoridad de Dios. Santiago 4: 17
dice que: y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. 1 Juan 3: 4 nos dice: Todo aquel que comete
pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.
1 Juan 5: 17 dice: Toda injusticia es
pecado; pero hay pecado no de muerte. Todo lo que hacemos en violación de nuestra conciencia es pecado. Al
discutir la cuestión de si comer carne o no, Pablo dijo en Romanos 14: 23 Pero el que duda sobre lo que come,
es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado. Pero en todos estos
diferentes tipos de pecado, el único elemento esencial es la rebelión contra la autoridad de Dios.
Pág. 103
¿Alguna vez has dicho: ”Yo se que debo hacerlo , pero yo no quiero?” el pronombre personal “yo” se usa de tres
maneras diferentes en esa oración. Existe la mente lógica, racional y razonable. Existe la conciencia que te dice
lo que debes hacer.
La palabra de Dios se convierte en parte de la conciencia de un cristiano. A veces surgen
conflictos entre lo que Dios le dice a ese cristiano y lo que el cristiano de ese cristiano.
La naturaleza natural quiere hacer. Lo que sucede cuando los cristianos se rebelan contra la autoridad de Dios
es que dejan que la naturaleza emocional tome el control. Alrededor del cambio de siglo, hubo un conocido
escritor estadounidense que era alcohólico. Los médicos le dijeron que si no dejaba de beber, estaría muerto
en seis meses. Entonces se aferró a beber durante algunas semanas.
Pero luego, un día, entró en su bar favorito
y dijo: “He decidido que ya no voy a pelear contra mi propia voluntad”. Se emborrachó y permaneció borracho
hasta que murió. Es evidente que la naturaleza emocional inferir se había apoderado y estaba hablando cuando
dijo: “No voy a pelear…”.
Una de las cosas más importantes que los pastores dela Iglesia deben tener en cuenta al aconsejar a los
cristianos que pecan es que su problema fundamental es que hacen y repiten lo que quieren hacer en lugar de
hacer lo que saben que deberían hacer.
Mientras decidan continuar complaciendo en el pecado, no estarán en
obediencia a Dios, y mientras desobedezcan a Dios, es imposible vivir bajo su bendición. Una de las más
Pág. 104
importantes enseñanzas que el pastor debe relatar a la congregación es sobre nuestra decisión de obedecer a
Dios, que es nuestra prioridad primordial, queramos hacerlo o no queramos hacerlo.
Una vez que está parte de su personalidad se haga cargo y sus decisiones controlen sus acciones, sus
sentimientos cambiarán gradualmente. Eventualmente podrán convertir sus deberes en deseos.
No sirve de
nada y, a menudo, hace mucho daño acercarse a los cristianos en rebeldía queriendo ayudarles con terapias
emocionales. Su problema no es que estén controlados por los sentimientos equivocados, sino controlado por
el pecado. Su problema es que están controlados por sus sentimientos en lugar de dejar que decisiones piadosas
controlen sus acciones. No sirve de nada apelar a sus sentimientos de culpa y miedo.
Ya han demostrado que
sus sentimiento que los han llevado a pecar son más fuertes que sus sentimientos de culpa y miedo. La tarea
debe ser abrirles los ojos que sus sentimientos no deben controlar sus emociones y que los estatutos de Dios
predominan sobre sus emociones mixtas.
Un cristiano (a) que le quiebra el corazón el/la amante mientras está
en adulterio, o jóvenes solteros que están viviendo en fornicación, pudieran buscar consuelo en el consejero del
ministerio para sanar sus corazones de la decepción, sin embargo, el meollo principal del asunto no es que sus
corazones están rotos, o que sus emociones han sido perturbadas.
El conflicto principal es, que se dejaron
engañar por satanás, que pecaron contra Dios, y por esa razón sus espíritus están desequilibrados y
desconectados de Dios
Pág. 105
Una vez que dejan que sus decisiones controlen sus acciones, entonces el atractivo emocional puede ser útil,
pero lo que se necesita es inspiración y aliento en lugar de apelaciones de culpa y miedo.
Sin embargo, hay momentos en que los cristianos continúan en rebelión contra la autoridad de Dios, sin
importarles cómo sean amonestados. Es entonces cuando los pastores de la Iglesia deben liderar en disciplina.
Una de las principales razones de la debilidad actual de la Iglesia es que generalmente no hemos dejado negado
a practicar lo que la Biblia enseña sobre la disciplina.
La disciplina es hermosa y productiva. La definición bíblica
para la disciplina es; traer más fruto.
La Biblia nos presenta enseñanzas muy claras sobe cómo debemos tratar con cristianos que se rebelan contra
la autoridad de Dios y se niegan a arrepentirse a pesar de repetidas advertencias. En Mateo 18: 15 “Por tanto,
si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mateo 18:
16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
Mateo 18: 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano”.
Los judíos de esa época no se relacionaban con gentiles o publicanos, así que lo que Jesús estaba diciendo es
no relacionarnos con un cristiano que se niega a arrepentirse de su rebelión a pesar de múltiples advertencias.
En Romanos 16: 17-18, Pablo escribió: “
17Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y
tropiezos en contra de la doctrina que ustedes habéis aprendido, y que os apartéis de
Pág. 106
ellos. 18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves
palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos”.
El argumento bíblico más detallado sobre este asunto se encuentra en 1 Cor 5: 1-13. Un miembro de la Iglesia del
Señor en Corinto fue culpable de inmoralidad sexual y se negó a arrepentirse. Observe que Pablo dijo: “Y ustedes
estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de ustedes
el que cometió tal acción?” (1ª de Corintios 5: 2). En 1ª de Corintios 5: 6 Pablo advirtió: “No es buena vuestra
jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?“ y luego, 1ª de Corintios 5: 8 Pablo dijo:
“Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes
sin levadura, de sinceridad y de verdad”.
En 1ª de Corintios 5: 9-13, Pablo dijo: “
9Os he escrito por carta, que
no os juntéis con los fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con
los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que
no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o
borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera?
¿No juzgáis ustedes a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese
perverso de entre ustedes”.
Hay muchos otros pasajes de la Escritura que tratan sobre cómo nos relacionamos con el error. Gálatas 1: 6-9 dice
que debemos considerar a los falsos maestros como malditos. 2Ts3: 6 dice: “Pero os ordenamos, hermanos, en
el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según
la enseñanza que recibisteis de nosotros”.
Pág. 107
Luego, en 2Ts3: 14-15 Pablo dice: “Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése
señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. 15 Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle
como a hermano”. 1 Timoteo 5: dice: 20 “A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que
los demás también teman”. Tit3: 10-11 dice: “Al hombre que cause divisiones, después de una y otra
amonestación deséchalo,
11sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio”.
2ª de Juan 1: 9-11 dice:
“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la
doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 10Si alguno viene a ustedes, y no trae esta doctrina, no lo
recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! 11Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras”.
Cuando un cristiano peca deliberad continuamente y se niega a arrepentirse a pesar de las repetidas advertencias,
la congregación debe retirar formal y públicamente de esa persona la relación con el resto de la congregación.
Si
una persona ha sido retirada, no debe asociarse con ella del tal manera que se interprete que aprueba lo que ha
hecho. Si un cristiano se ha alejado del Señor y usted continua las relaciones sociales ordinarias con esa persona
en lugar de aprovechar todas las oportunidades para exhortarlo a arrepentirse, su asociación continua sugeriría la
aprobación de lo que ha hecho. Posiblemente haya quien desee relacionarse con el rebelde con el pretexto de
“restaurarlo”. Sin embargo, en este caso, el necio
Pág. 108
decide seguir en su necedad y prontamente tú serás igualmente necio como él (Prov. 26: 4.12).
hay tres razones principales para esta cirugía drástica: está amputación. La primera y más importante razón, como
se sugiere en 1 Cor 5: 6, es proteger a la Iglesia de la influencia maligna de tales personas. Una segunda razón
muy importante es proteger la influencia de la Iglesia en la comunidad para que el trabajo de guiar a los perdidos
a Jesucristo no sea obstaculizado por las malas influencias de un individuo en la congregación.
Una tercera razón,
como se sugiere en 2ª de Tes. 3: 14, es para avergonzar al pecador con la esperanza de que esto lo lleve al
arrepentimiento. Pero incluso si todos los miembros de la congregación estuvieran completamente persuadidos
de que un individuo en particular no se arrepentiría y, de hecho, se volvería aún más rebelde si se retirara, incluso
entonces esta acción debe tomarse para proteger al Iglesia de su influencia malvada y con el fin de proteger la
influencia de la Iglesia en la comunidad. Si una congregación no retira la comunión de los cristianos caídos que
se niegan a arrepentirse de su rebelión contra Dios, esa congregación se niega a obedecer un mandato muy claro
de la palabra de Dios.
la Biblia menciona varios pecados específicos en vanos ejemplos de personas que necesitaban ser retiradas. Pero
la Biblia no nos da una lista de pecados específicos que son motivo para ser expulsados. Recuerde que la esencia
de todo pecado es la rebelión contra la autoridad de Dios.
En realidad, sólo hay una razón para ser expulsado y es
la negación a arrepentirse, independientemente de qué pecado específico pueda estar involucrado. No hace
diferencia de qué pecado específico podría
Pág. 109
estar hablando si un cristiano deliberada y continuamente peca y se niega a arrepentirse a pesar de todo lo que se
ha hecho para llevar a esa persona a la retribución: el pueblo de Dios debe expulsar a esa persona de su comunión.
A veces, está drástica acción puede traer al rebelde a arrepentirse, pero no siempre.
Algunos cristianos errantes
han ido tan lejos en su rebelión contra Dios que han endurecido sus corazones contra su palabra.
Cuando cruzan
ese punto de no retorno, no hay más esperanza, incluso si vivieran durante 1,000 años, nunca podían arrepentirse
porque han endurecido sus corazones contra el único poder que puede llevarlos al arrepentimiento. Heb 6: 4-6
dice: “4Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. 5Y
otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. 6Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a
quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia”,
Algunas personas se
endurecen tanto en su rebelión que no pueden arrepentirse y sin arrepentimiento no hay esperanza de salvación.
El tiempo en que los pecadores pueden estar bien con Dios es mucho más limitado de lo que muchas personas
han supuesto. No es sólo que la muerte pueda venir o que el Señor pueda regresar antes de que el pecador se
arrepienta. La oportunidad de arrepentimiento de mucho más limitada que eso. Hay muy pocos momentos
preciosos en la vida cuando el corazón del pecador es tocado por la palabra de Dios. n esos momentos, el pecador
puede tomar la decisión
Pág. 110
correcta y obedecer a Dios. pero si el pecador continúa en su rebelión o simplemente pospone su obediencia,
entonces endurecerá su corazón. La próxima vez que escuche la palabra de Dios, será mucho más fácil posponer
la obediencia y, por lo tanto, continuar en rebelión.
Después de un tiempo, la conciencia del pecador es como la
piel que se ha chamuscado con un hierro caliente (1 Tim 4: 2). Perdieron la sensibilidad y se entregaron a la
lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza (Ef 4: 19) 2ª Cor 7. 10 dice que la tristeza que es según
Dios produce arrepentimiento para salvación.
Página. 111
ASIGNATURA
Instrucciones – reportes
1) En hojas por separado, escriba sus reportes. Consulte a su profesor se debe hacer la tarea en computadora
o a mano.
2) Escriba un reporte por cada pregunta / argumento aquí presentado.
a. Años 1 al 4 (licenciatura): 1 página mínimo por reporte.
b. Maestría y doctorado: 2 páginas mínimo por reporte.
1. Basado en el Capítulo 1, redacte cómo pudiera mejorar la estructura interna de su Iglesia (ejemplos en
páginas 9-10. Y basado en el esquema de calificación a líderes (página 17), autoanalícese usted mismo y
explique las áreas que debe perfeccionar.
2. Basado en el Capítulo 2, haga su propia investigación sobre la funciones de los presbuteros, episkopos, y
poimen, y explique su aplicación a la Iglesia de hoy. Utilice recursos adicionales a este libro de texto.
3. Basado en el Capítulo 3, resuelva el siguiente caso: usted está pastoreando un equipo de líderes
autoritarios, explique cuales serian los pasos que usted tomaría para modificar las actitudes de sus líderes.
4. Basado en el Capítulo 4, en sus propias palabras explique el procedimiento parlamentario.
5. Basado en el Capítulo 5, explique Las cinco funciones de la buena administración. Asegúrese que su
enfoque describa el trabajo del obispo.
6. Basado en el Capítulo 6 (Lidiando con el pecado), resuelva el siguiente caso; en la congregación que usted
pastorea, hay 2 miembros que están viviendo en pecado, uno de ellos quiere restaurar su relación con Dios
y está arrepentido. El otro no se niega a arrepentirse; ¿Cómo manejaría estos dos casos?