viernes, 10 de julio de 2020

Cúrcuma COMPUESTA

CÚRCUMA COMPUESTA
En este blog ya tenemos una lista de las enfermedades que previene, cura o retrasa su aparición en le organismo humano.

Ahora te presento la forma cómo preparar la Cúrcuma compuesta.

De este modo será mas eficiente su absorción y aprovechamiento en tu organismo
ingredientes
  1. Una unidad de cúrcuma en polvo.
  2. un octavo de unidad de pimienta negra en polvo
  3. media unidad de jengibre en polvo
  4. media unidad de linaza en polvo
Posología
En un vaso de agua agregas además del agua un gramo de la mezcla de los ingredientes y se consume tres veces al día.
Precaución:
no tomar esto si estas consumiendo anticoagulantes.

otra más de Cúrcuma: Leche Dorada

Resultado de imagen para leche dorada beneficios
La leche dorada es antinflamatoria, antioxidante.
como es la inflamación la que produce el dolor al agrandarse las células, se frotan entre sí, lo que ocasiona la aparición del dolor.
Si consultas la entrada de este blogg encontrarás que también es antiviral. sí que en esta época de pandemia tienes una oportunidad para intentar protegerte.
para preparar la leche dorada necesitas;
  1. Medio litro de leche deslactosada si es de vaca, pero puedes usar leche de soya. ajonjolí, almendra, etc
  2. Un gramo de cúrcuma en polvo.
  3. una pizca de pimienta negra en polvo
  4. medio gramo de jengibre en polvo
  5. media cucharada de aceite de coco.
  6. medio gramo de linaza en polvo
  7. miel de abeja al gusto, o estevia, miel de maguey, de jicote...
procedimiento
  1. calienta la leche en un recipiente apropiado que no llegue a hervir.
  2. Le vas agregando en ese orden los ingredientes revolviendo todo muy bien.
Posología
toma una taza de este producto (200 ml) como primer alimento del día. cuantas dos veces a la semana.

No olvides decirme qué te pareció y si te gustó.

organigrama de mi congregacion.

ORGANIGRAMA MINISTERIAL 

INTRODUCCIÓN: 

EL PATRÓN DE NUEVO TESTAMENTO SOBRE LA ORGANIZACIÓN ECLESIAL (pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz 1ª de Corintios 14: 33.) La disposición, el diseño y la organización del mundo natural muestran claramente que el Dios que creo el universo es un Dios de orden. 
La unidad y la armonía de la Biblia muestran claramente que el Dios que la inspiró es un Dios de orden. De hecho, sería muy poco probable que un Dios así, estableciera una Iglesia sin ningún orden. 
Debe haber algún tipo de organización y liderazgo en la Iglesia o de lo contrario, habrá intranquilidad y confusión. 
Aunque existe un acuerdo casi universal en toda la cristiandad de que debe haber un tipo de organización y liderazgo dentro de la Iglesia, no hay un acuerdo general sobre qué forma debería tomar esa organización o como deberían funcionar los líderes de la Iglesia. Antes de que podamos responder a esas preguntas, hay un tema más básico a considerar. Primero debemos preguntar cómo encontraremos las respuestas a estas preguntas. 
Debemos considerar la fuente de autoridad que se utilizará en dicho estudio. La fuente de autoridad en el estudio de la organización del la Iglesia y el liderazgo. Los católicos afirman que debemos guiarnos de las tradiciones de la Iglesia. Los protestantes afirman que generalmente debemos usar nuestro propio juicio para determinar qué forma de organización eclesiástica usar. Pero tenemos que 
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preguntarnos si se supone que la tradición o el juicio humano nos guían en asuntos de fe y práctica en la Iglesia. Al considerar estos asuntos debemos recordar que estamos hablando de la Iglesia de Dios. Lo primero que debemos hacer, por lo tanto es ver que es lo que dice la palabra inspirada de Dios sobre estos asuntos de autoridad. 

JESÚS ES EL Señor 

Jesucristo es la cabeza de la Iglesia (Ef 1: 22-23, Col 1: 18) Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. (Mateo 28: 18). 
Jesús enseñó que la tradición humana y el juicio humano no deberían ser nuestra guía(Mateo 15: 6-9). 
Las formas que parecen correctas para el hombre, ha veces son incorrectas (Prov 14: 12, 16: 25). 
En asuntos de fe y práctica de la Iglesia, el hombre no es capaz de dirigir sus propios pasos (Jer 10: 23). Como Jesucristo tiene toda la autoridad (Mateo 28:18), eso debe incluir autoridad para delegar autoridad. Jesús envió a los apóstoles a todo el mundo con la autoridad para predicar el Evangelio (Mateo 28: 18-20, Marcos 16: 15-16). 
Jesús prometió enviar al Espíritu Santo para guiar a los apóstoles (Juan 14: 26, 16; 13). Los apóstoles recibieron el Espíritu Santo (Hechos 2: 1-4). 
Uno de los apóstoles dijo: Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia (2 Pedro 1: 3). 
Cuando los apóstoles hablaron, era la palabra de hombre, sino la palabra de Dios (1 Tes 2: 132 Ped 1: 21). Los apóstoles tenían autoridad (2 Cor 10: 8, 1 Tes 2: 6) los apóstoles aun ejercen su autoridad a través del registro escrito que nos dejaron en el Nuevo Testamento.
Pedro dijo que él sabía que moriría pronto y quería 
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que los cristianos tuvieran un registro de las cosas que Dios les había revelado (2 Ped 1. 12-15). Tenga en cuenta que cuando Pedro dijo esto, estaba escribiendo uno de los libros del Nuevo Testamento. 
Esa inspirada palabra escrita según el apóstol Pablo: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 3: 16- 17). 
La autoridad de Jesucristo se expresa a través de la Biblia. 
El Nuevo Testamento contiene el patrón que la Iglesia debe seguir hasta que el Señor regrese (1 Ped 4: 11, Gál 1: 6-9, Ap 22: 18-19, Deut 4: 2, 12: 32) Mientras buscamos descubrir el plan de Dios para la organización y el liderazgo de la Iglesia, debemos volver a la Biblia. 
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Capítulo 1: el desarrollo de líderes calificados 

El desarrollo del liderazgo siempre está en el pensamiento de la mayoría de los pastores. Ya sea que se trate de líderes voluntarios para dirigir el Ministerio de Niños o líderes laicos para organizar células (Grupos de crecimiento), la Iglesia siempre necesita líderes de calidad. En muchos casos, el primer pensamiento es contratar a alguien ya estudiado, calificado y con la experiencia necesaria. Un puesto de personal, un título oficial, obligan al ministerio a sacrificar un salario elevado, ¿verdad? A veces sí. Sin embargo, el proceso de búsqueda y contratación puede llevar mucho tiempo y volverse aún más difícil cuando los presupuestos son ajustados. 
El desarrollo del liderazgo dentro de los mismos miembros de la Iglesia se convierte no sólo en una parte de nuestro llamado a servir a la Iglesia, sino una urgente necesidad para que el ministerio prospere. Sin embargo, a veces parece un viaje largo e incierto entre la madurez de los miembros y el calibre de los lideres necesarios en la Iglesia. Como pastores, sabemos que cada miembro lleva la imagen de Dios y tiene un llamado único para servir a Cristo. Como tal, necesitamos desarrollar un camino claro en nuestras iglesias para ayudar a los miembros a dar pasos más acelerados en el camino al que Dios nos ha llamado. Aquí hay cinco formas de crear un camino claro de desarrollo de liderazgo para formar lideres a nivel de personal dentro de su congregación. 
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1. fomentar un fuerte sentido de pertenencia. 
Cuando realizamos los entrenamientos con los misterios a los que les damos cobertura, una de las cosas que declaramos cada mes en nuestros entrenamientos es que la Iglesia no es simplemente la organización sin fines de lucro ante los ojos del gobierno, ni sólo los ministros con licencia de ministro de culto, sino que la Iglesia es la gente de la Iglesia. Nuestro objetivo en esto es ayudar a nuestras congregaciones a verse a sí mismas como la Iglesia y sentirse dueñas del ministerio. 
Los líderes sólo aceptarán la responsabilidad si sienten que el ministerio es de ellos y para ellos. Para comenzar a desarrollar líderes responsables y comprometidos en la Iglesia , primero debe empoderar a sus miembros para que se vean a sí mismos como el Cuerpo de Cristo y tengan la incumbencia y la autoridad para servir como tales. Conocer su puesto como Cuerpo de Cristo requerirá entrenamientos, talleres, conferencias, convenciones, desarrollo de manuales y mucha, mucha, mucha educación teológica. 
Nome refiero a las conferencias cotidianas de matrimonios, el día de los enamorados o el predicador invitado de vez en cuando, nada de eso cuenta como entrenamiento formal. Es necesario coordinar entrenamientos sólidos exclusivamente en la rama de liderazgo, con la mandataria asistencia de los líderes actuales. Sólo líderes que han sido entrenados toman iniciativas, dado a que se sienten seguros de sí mismos. Sin estos entrenamientos formales y mandatarios, el liderazgo no está siendo armado con las herramientas para funcionar y producir. 
La palabra griega para entrenamiento es ekpaidefsi, de donde se deriva la palabra παιδεία (paideía) 1 que se traduce a disciplina, educación, instrucción. 
Si el ministerio no les suple los recursos para que se sientan orgullosos de su Iglesia, no se puede tener expectativa de sentido de pertenencia. Imagínate que puedan decir: “estoy orgulloso de mi Iglesia porque aquí si me proveen el entrenamiento adecuado” o con mucha pertenezco a esta Iglesia porque el pastor se preocupa por nuestro entrenamiento” o “en mi Iglesia no se nos lanza a la batalla a menos que estemos suficientemente entrenados”. 
El líder que tomará iniciativa es solo el que está instruido formalmente porque sus pasos serán seguros. En esencia de esto se trata el discipulado: ayudar a las personas a ver su identidad en Cristo y equiparlas para vivir esa identidad. En este caso significa ayudarlos a ver que realmente son embajadores de Cristo, no sólo para contarles a otros acerca de Jesús, sino también para ser sus manos y pies sirviendo como la Iglesia está llamada a servir. 
2. crear oportunidades de liderazgo dentro de varios ministerios. 
Una vez que ayude a las personas s ver la importancia de su cometido en la Iglesia, es importante reforzar esto dándoles la oportunidad de servir y liderar en su ministerio. En muchos casos esto puede significar renunciar a los ministerios que actualmente tienen establecidos por mera costumbre o tradición, o porque eso observamos en otra organización. 
La mayoría e ministerios están estructurados de manera muy equivocada, por géneros o por sexo, ministerio de mujeres, varones, jóvenes niños, músicos, etc. Esta estructura la 
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siguen por falta de conocimiento organizacional, falta de estructura constitucional (la constitución del ministerio), y/o falta de mesa directiva. La estructura por géneros o sexos no funciona dado a que crea división, falta de productividad, resultando en falta de actividad y estancamiento. Estructura equivocada Supuestamente se estructura la organización de menos autoridad a más autoridad (de abajo hacia arriba). 
1 En este libro viene como ekpaidefsi, sin embargo no se encontró en la Concordancia de Strong. 
La creación de los supuestos grupos departamentales. 
Ventajas. (sólo una) unión entre los participantes de cada grupo. Desventajas. Si un golpe fuerte le llega a los grupos de arriba, se derrumban los de abajo. “no hay incentivos de participación” Toda responsabilidad y trabajo recae sobre el líder del grupo. La única esperanza de crecimiento del grupo es la llegada de una nueva familia a la Iglesia. 
No existe ninguna oportunidad de crecimiento de ningún tipo dentro del grupo. 
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La mejor manera de estructurar la organización es por ministerios, ministerio de evangelismo urbano, de misiones, de prisiones, de hospitales, de consejería, de hospitalidad, de educación, de dispensa de alimentos a la comunidad (ingles food pantry), de intercesión, de artes y muchos más. los ministerios listados aquí son meramente un listado de muestra. Dios le indicará a usted cuales ministerios Él desea que su organización desempeñe. Lo importante es la documentación 
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apropiada de cada una de las funciones, operativos, oficiales y ejecución. Su ministerio se dedicará a múltiples funciones, aunque solo sea en escrito por ahora. En el Acta Constitutiva de la organización, usted declarará las funciones específicas de su ministerio y cómo las llevará a cabo. Es importante ir nombrando un presidente, vicepresidente y secretario (a) para cada ministerio. Al principio serán las mismas personas que se rotaran como los oficiales, por ejemplo, el presidente del ministerio de prisiones será el secretario del ministerio de misiones y así. 
Por ahora, así será hasta que el ministerio cuente con suficientes participantes con la pasión para cada ministerio. Al activar a nuestros miembros a nuevas exposiciones de ministerio (sin temor a ser reemplazados), creamos oportunidades para que exploren sus propias habilidades de liderazgo, al mismo tiempo nos libraran a nosotros los líderes para expandir el ministerio o prestar atención a otras áreas de importancia. Cuando Jesús llamó a sus discípulos, no dejó de enseñarles Teología, sino como parte de su entrenamiento, los sumergió a un entrenamiento a primera mano, sin distinción de géneros o categorías. 
Una cosa es decirle a alguien que es un líder, pero es algo completamente diferente invitarlos a nuevas exposiciones y mostrarles de lo que son capaces. 
Notamos en el listado anterior de ejemplos que en cada uno de ellos se pudiesen involucrar hombres, mujeres, jóvenes y en algunos hasta niños (como en el ministerio de las artes). Fui participe de una congregación donde la estructura era muy antigua, por varones, mujeres, etc. 
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Desgraciadamente había competencia de quién hacia mejor carne asada para sus actividades, los varones o las mujeres. No había nuevos convertidos, no había ningún entrenamiento evangelístico, no había incentivo para crecer espiritualmente, pero sí había mucha carne asada y reuniones de supuesta “κοινωνία koinonía” en Mateo 18: 3 Jesús dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. 
A los niños hay que guiarlos en todo, pero también deben dejarse guiar, desde bañarlos, educarlos, en todo. Los miembros de la congregación no saben que necesitan nuevas y frescas exposiciones, nuevos desafíos o nuevas conquistas, hasta que su líder los guía de la mano a nuevas áreas ministeriales de lo que son capaces. 3. anime a las personas a considerar sus llamamientos. Creo que Dios no solo nos llama a una función sino a muchas funciones. He sido llamado a ser un esposo fiel, un padre amoroso, un empleado diligente y a servir a la Iglesia, por nombrar algunas de las cosas a las que creo que Dios me ha llamado. Dicho esto, creo que hay momentos únicos y especiales cuando Dios nos llama a dar un paso completamente fuera del camino actual, como suele se el camino al ministerio. En tales casos, a menudo son las personas que nos rodean las que nos ayudan a discernir lo que Dios desea de nosotros. LA RESPONSABILIDAD DE TODOS LOS PASTORES ES HABLAR CON LA GENTE SORE LO QUE DIOS ESTA HACIENDO Y QUIERE HACER EN SUS VIDAS. Pág 12 La verdad es que la mayoría de la gente no se detiene a considerar a qué los está llamando Dios. La vida a menudo es demasiado ocupada, las demandas de sus vidas son demasiado fuertes y el camino que han elegido parece ser fijo, sin flexibilidades. Sin embargo, como pastores tenemos la oportunidad única de alentar a las personas a considerar su llamado, incluso si esto parece exagerado o poco probable. A medida que los miembros ven los dones de liderazgo que Dios les ha confiado, es importante que, en algún momento, se les pida que consideren que Dios se los ha dado. A algunos les podrían servir para ser buenos líderes en sus empleos, mientras que, para otros podría significar explorar un llamado con vocación al ministerio. Algunos alumnos de nuestra Universidad me han expresado que no sienten llamado al ministerio y que estudian simplemente para conocer más de Dios y conocerse a sí mismos. Aceptamos este sentir inicial y lo respetamos. Sin embargo, ha sido nuestra experiencia que Dios termina llamándolos al ministerio dado a la era en que vivimos. La cual exige obreros para el Evangelio. Por otro lado tendremos aquellos líderes que aspiran más unción y más llamados. Nuestra obligación es animarlos a desarrollarse en múltiples llamados. En varias ocasiones me han preguntado algunos alumnos o ministros “Doctor, de lo que usted como de mí, ¿Cuál es mi llamado?” mi respuesta es y siempre será la misma: ¡¡todos!! Estamos viviendo la era en la que Dios manifestará una doble porción de su Espíritu, el tiempo de la cosecha, cuando Dios derramará Su Espíritu sobre toda carne. Es decir, estamos viviendo una era donde Dios nos ha Pág 13 regalado profecía, visiones, sueños sin límites, proveyendo que, a través de madurez, aprendamos a manejar los dones. Apoderar a nuestros miembros para algún llamado en sus vidas, implica más que sólo sobarles el hombro y animarlos con amor. Esta obre implica nuestra inversión de tiempo, mentoría, dinero y mucha paciencia. 4. invierta en la educación y adiestramiento de sus prospectos a líderes. Si bien es posible que no siempre hay una oportunidad de pagarle sueldo a alguien como personal de su Iglesia a tiempo completo, ofrecer la oportunidad de becas para estudios teológicos puede ser una herramienta poderosa en el desarrollo de liderazgo. Ofrecer una beca no se trata sólo de recompensar a los líderes por un buen trabajo, sino que es un medio de dar a las personas un incentivo para que continúen su desarrollo y enriquecimiento personal. En ese momento los pasantes tienen la oportunidad de probar retos mayores que sólo una institución académica les puede proveer, a través de los estudios pueden comenzar a aprender nuevas habilidades relevantes que los ayudarán a realizar mejores decisiones ministeriales, una mentalidad de productividad ministerial, , capacitarse en las necesidades actuales de la Iglesia global y exponer la palabra de Dios de manera adecuada cuando el pastor ocupe el apoyo. Los programas académicos ofrecen una capacidad más larga y profunda que lo que la Iglesia en sus actividades cotidianas ofrece. No debe haber ninguna pena o vergüenza si el pastor decide estudiar junto con el líder Pág 14 prospecto. Revelaría a la congregación que el pastor principal decide continuar sus estudios sólo le puede traer admiración y apoyo de parte de la congregación. El considerar cuál institución se elegirá es importante considerar lo más importante de una institución académica, lo cual es la sangre y el corazón de la institución, su mapa curricular. Ya no estamos en la era de los institutos donde se enseña una Teología sistemática sin ninguna aplicación a la Iglesia del siglo XXI, y la sociedad del siglo XXI. Felicitamos y elogiamos a las instituciones que operaron bajo este currículo por décadas, hicieron su trabajo y gloria a Dios por ello. Sin embargo, para preparar líderes aptos para afrontar los dilemas de la Iglesia y de la sociedad del siglo XXI, el currículo de estudio debe estar al día, competente a las problemáticas de hoy en cuanto a las consejerías psicosomáticas, que cupla con los parámetros de Dios para la Iglesia moderna, aptos para las misiones de la era de la cosecha, que sepa devolverle al Evangelio la frescura y pertinencia que le quitamos, que sepa tomar la cruz y retomar la senda del sacrificio por el prójimo, que sea infiltrar comunidades, naciones y continentes enteros en una visión mundial bíblica. Líderes de este calibre solo los tendremos si estamos dispuestos a invertir en su educación y adiestramiento. 5. concéntrese en las personas de su congregación, no en los roles o puestos que deben ser llenados. Sumergirse en el corazón del ministerio, es aprender a absorber el ADN de los miembros, vivir, respirar y conocer los que ellos conocen y sus capacidades, sin dejar de pensar cómo Cristo Pág 15 Piensa. Luego, a medida que sus dones, pasiones talentos se hacen más claros a través de usted exponerse primero, tendrá la oportunidad de servir a las personas en mayores áreas del ministerio. Por ejemplo, sólo podrá llevar a cabo programas urbanos alimentando a los vagabundos y a la gente de la calle si usted primero aprende a hacerlo usted mismo y también aprende a conocer si los miembros de su Iglesia están capacitados para tal obra. Otro ejemplo, Dios solo le confiará donativos si su corazón esta en entrenar a los miembros de la Iglesia para distribuir los donativos a la comunidad en vez de utilizar los donativos para beneficencia personal entre la misma membresía. Utilizar los donativos internamente es la manera más rápida para que Dios nos quite de las manos las bendiciones, saso a que nos estamos comiendo la semilla, sin haberla sembrado. Uno de los mayores obstáculos en el esfuerzo por desarrollar líderes es el enfoque en los puestos dentro de su congregación. No debe centrarse más en los roles que deben cumplirse que en las personas que Dios le ha confiado. Si mi pastor estuviera más preocupado por encontrar un pastor de jóvenes (y formarme en uno), ambos hubiéramos quedado frustrados y no habría descubierto que estoy mucho mejor capacitado para reclutar y capacitar a líderes que transformen naciones. Su Iglesia ya cuenta con líderes, puede ser que le tome un poco de esfuerzo ayudarlos a verlo en si mismos y aprender a usar esos dones. El sacrificio de invertir en ellos vale la pena. Pág 16 El esquema de calificación de líderes en 1 Tim 3: 1-3 y Tito 1: 5-9. Estos dos pasajes de Las Escrituras presentan la lista más detallada de calificaciones. Sin embargo, estos requisitos no son exclusivos de los ancianos. Casi todas estas calificaciones se discuten en otros pasajes de Las Escrituras como requisitos para todos los cristianos. En general, lo que se representa en estos pasajes el modelo de un hombre cristiano maduro. Muchas de estas calificaciones involucran preguntas (Ej. 1 Tim 3: 5). Nadie es perfecto en santidad, paciencia y autocontrol. Siempre esta presenta un margen de mejora, áreas para perfeccionar. 1 Tim 3: 1-3 y Tito 1:3-9 deberían servir como un filtro para aprobación o eliminación del obispado y el diaconado. Además estas cosas no son solo calificaciones que las congregaciones deben tener en cuenta al seleccionar a los hombre para el liderato. Muchas de estas cosas son cualidades que los ancianos deben aplicar en su práctica de liderazgo después de ser seleccionados. Anhelo. 1 Tim 3: 1 dice … Si alguno anhela obispado, buena obra desea. El texto griego usa dos palabras para “desear”, en este pasaje. Epithumeo significa desear ferviente y ansiosamente. Orego significa avanzar, anhelar, buscar. Cada creyente debe desear servir a las causa de Cristo de toda manera posible. Algunos reconocen que no tienen las habilidades de liderazgo requeridas en estos oficios y por lo tanto buscan servir al Señor de otras maneras. Si alguien siente que tiene las habilidades requeridas para estos oficios, es apropiado para él desarrolle el deseo de servirle al Pág 17 Cuerpo de ancianos. Sobre todas las cosas es Dios quien elige a la persona para servirle a Él, no la persona quien elige el puesto para servirle a Dios. Cuando el anhelo de obtener el oficio lleva ya una competencia, tal como si fuera campaña política, entonces el puesto se ha secularizado y se busca conseguir la gracia del hombre y no la gracia de Dios. Si un hombre quiere servir algún día como anciano, lo que debe buscar es desarrollar las calificaciones necesarias. De ese modo, se continuará preparando en las más áreas posibles y cuando una congregación lo necesite como anciano, estará más que entrenado. Notemos que hemos puesto énfasis especial en entrenamiento continuo, ni en señorío por edad o años en la congregación. La edad o años de membresía no siempre son indicadores de madurez. Desgraciadamente la mayor edad puede reflejar actitud caprichosa y años de membresía pueden reflejar una actitud despótica por creerse fundador del ministerio. Algunos no consideran el deseo como una calificación necesaria para el servicio. Pero si un hombre está calificado para servir y no desea servir en la obra donde tanto es necesitado, entonces algo está mal espiritualmente, ya que nuestro anhelo debe ser el querer mejorar el Cuerpo de Cristo a cada oportunidad posible. Tener el potencial es algo hermoso, que debe servirnos como vigor para lanzarnos a nuevas conquistas. Potencial significa que todavía no lo has hecho, tu acción en pausa, que estas capacitado pero no estás dispuesto, o también puede significar tu potencia innata de dominar áreas exitosamente. Pág 18 Experiencia. 1 Timoteo 3: 7 dice: También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. En el texto griego, la palabra utilizada es νεόφυτος neófutos que literalmente significa “recién plantado”. Esto se refiere al nuevo converso. Si a un nuevo convertido lo colocan como anciano, el peligro es que pueda ser levantado con orgullo como el diablo y así caer de la gracia de Dios como el diablo cayó. La Biblia no nos dice cuanto tiempo se debe pasar un hombre para clasificarlo como “nuevo converso”. Lo que la Biblia hace es presentar esto como un área importante a considerar. Algunos creyentes que han sido considerados como cristianos por solo unos pocos años ya han avanzado mucho más allá que otros que han estado en la Iglesia por muchos años. Reputación. 1 Timoteo 3: 7 dice: También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. Para ser calificado para anciano, un hombre debe tener buena reputación no solo entre los miembros de la Iglesia, sino también en la comunidad. 1 Timoteo 3: 2 dice: que debe ser “irreprensible”. La palabra en el texto griego original es anepiletos (ἀνεπίληπτος anepíleptos) que literalmente significa “no puede ser inculpado”. Un anciano debe ser irreprochable. No debe dar motivos para la acusación. Tito 1: 6 usa una palabra aún más fuerte para “sin culpa”. Este pasaje usa la palabra ἀνέγκλητος anénkletos, que no es simplemente absolutorio sino “la ausencia de un cargo en su contra”. Los ancianos deben ser hombres de integridad incuestionable. Si no tienen Pág 19 tal reputación en la comunidad, el trabajo de la Iglesia será grandemente obstaculizado. Familia Un anciano no solo debe estar por encima del reproche, sino que toda su familia también debe tener reputación. Tito 3: 2 y 1: 6 deja en claro que un anciano debe ser esposo de una sola esposa. Algunas denominaciones no permiten que un hombre que nunca se haya casado pueda ser calificado como anciano. Si un hombre se ha casado y divorciado por alguna acusación de adulterio y casado otra vez, es imposible que éste califique para servir como anciano. Si la primera esposa del hombre muere y él se casa de nuevo, tiene una sola esposa, entonces sí está calificado para ser anciano en lo que respecta a este asunto. 1 Timoteo 3: 4-5 dice: “que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)”, Tito 1: 6 dice: “… y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”. Para ser calificado para anciano, un hombre debe ser el jefe de su propia casa. Debe manejar bien sus propios asuntos familiares. Sus hijos deben estar bajo control. Él debe ordenar a sus hijos a respetar en todos los sentidos y mantenerse respetuosos. No debe permitir que sus hijos sean rebeldes o desordenados. Sus hijos deben ser irreprochables en esos asuntos. Habilidad de enseñanza 1 Tim 3: 2 dice que un anciano debe ser “apto para enseñar”. La palabra en el texto original griego Pág 20 es διδακτικός didaktikós que significa “un maestro hábil”, “apto para enseñar.” otras versiones dicen “hábil en la enseñanza”. “capaz de enseñar” o “capaz y calificado para enseñar”. Tito 1: 9 dice: “retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen” . los ancianos deben tener un conocimiento profundo de la Biblia. Deben ser sanos en la doctrina. Además, deben tener la capacidad de enseñar a oreos. Deben saber como alentar a los cristianos y refutar a quienes enseñan falsas doctrinas. Relacionado con estas calificaciones, está el requisito de 1 Tim 3: 2 y Tito 1: 8. En el texto griego original, estos versículos dicen que un anciano de be ser sophron que literalmente significa “de mente sana” o “sensible”. 1 Tim 5: 17 dice: Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. evidentemente en la Iglesia del Nuevo Testamento, algunos ancianos pasaron gran parte de su tiempo predicando y enseñando públicamente la palabra de Dios, pero otros no sirvieron de esta manera. Seria bíblico que uno de los ancianos madure al pastorado de una congregación y sea apoyado financieramente para que pueda pasar tiempo completo en este trabajo. (1 Tim 5: 18). También es bíblico que una congregación tenga un pastor que no sea uno de los ancianos. En esta capacidad Timoteo trabajó con los ancianos en Éfeso (Hech 20: 17, 1 Tim 1:3) y Epafrodito trabajó con los ancianos en Filipos (Fil1: 1: 2, 25: 30). No es estrictamente crucial que todos los ancianos se concentren o sean expertos en la predicación pública y la enseñanza, pero todos Pág 21 Deben estar calificados para enseñar. Muchas congregaciones hoy en día cometen un grave error al nombrar hombres para ancianos que no conocen la Biblia y no saben cómo enseñar. la mayor parte de la enseñanza que realizan los ancianos en su papel de ancianos es asesoramiento privado en lugar de predicación pública, sin embargo, cualquier liderazgo se verá muy imitado si no contiene al menos uno o dos hombres que sean capaces de llevar un sermón eficazmente a la congregación. Características negativas. La mayor parte del énfasis en 1 Tim 3: 1-3 y Tito 1: 5-9 trata sobre las características personales de los ancianos. Ambos pasajes enumeran ciertas características que deben ser evitadas. Tito 1: 7 dice que un anciano no debe ser “codicioso de ganancias deshonestas”. Esto traduce la palabra griega aischrokerdes, que literalmente significa 2codicioso para ganancia personal. Esto se debe a un fuerte deseo de riqueza y una disposición para obtener esa riqueza por medios cuestionables. 1 Tim 3: 3 dice que un anciano no debe ser “codicioso”, esto traduce la palabra griega afilargourus, que literalmente significa “amor al dinero.” Un anciano no solo debe evitar buscar dinero por medios cuestionables, sino que un anciano no debe estar motivado por el amor al dinero., ni por querer resolver todos los problemas con dinero. Yo me crie en una cultura muy trabajadora en Texas, la mayoría inmigrantes de México y Latinoamérica. La congregación contaba con contratistas de construcción que ganaban muchísimo dinero a través de sus contratos, también recuerdo que estos contratistas en ocasiones querían resolver las cosas Pág 22 con dinero, y algunos de ellos eran parte del diaconado si el pastor les quería exhortar por su falta de asistencia a la Iglesia o por algún otro asunto que ameritaba amonestación, una de sus reacciones inmediatas era sacar dinero del bolsillo e intentar sobornar al pastor, como diciendo. “tenga, pastor. Con eso nos arreglamos”. en el diaconado hay dilemas que no se resolverán con dinero, sino con buscar la guía del Espíritu Santo. En el caso de sanidad interior o de algún pecado establecido, el dinero será obsoleto. Un anciano no debe ser “dado al vino”, según 1 Tim 3: 3 y Tito 1: 7. La mayoría de las versiones bíblicas traducen esto como “ adictos al vino o las bebidas fuertes”. Algunos, sin embargo toman una segunda definición que se refiere a los efectos de la bebida fuerte y por lo tanto traducen la palabra griega paroinos que significa “peleador”. Ambos deben ser evitados. En tiempos bíblicos la bebida alcohólica más fuerte que estaba disponible tenía solo 14° de alcohol. Se necesita un proceso de destilación para producir bebidas con más alcohol y el proceso de destilación ni siquiera se inventó hasta la Edad Media. En tiempos bíblicos, cuando el suministro de agua era a menudo impuro, era costumbre mezclar el vino suave con agua y luego beberlo solo en las comidas. Tal práctica no produce intoxicación. Efesios 5: 18 ordena a los cristianos que no se emborrachen. Cualquier grado de intoxicación es una violación de la ley de Dios, no sólo para los ancianos, sino para todos los cristiano. Algunos han discutido sobre la base de 1 Tim 3: 3 en comparación con 1 Tim 3: 8 que los Diáconos pueden beber un poco, pero los ancianos no pueden beber nada. Pág 23 1 Tim 3: 3 y Tito 1: 7 dicen que un anciano no puede ser “pendenciero”. La palabra griega plektes significa una persona que es pugnaz, un bravucón, un provocador, una persona combativa. 1 Tim 3: 3dice que los ancianos no deben ser contenciosos. La palabra griega aquí es amachos que significa pendenciero. Tito 1: 7 dice que un anciano no cebe ser uno que “prontamente enojado”. Aquí la palabra griega es orgilos que significa “temperamento rápido” o “propenso a la ira”. Una de las características negativas más importante a considerar se enumera en Tito 1: 7 donde leemos que un anciano no debe ser “obstinado”. La palabra griega aquí es authades, que significa “autocomplaciente, dominado por el interés propio, desconsiderado con los demás, terco, presuntuoso, adverso, indócil, resistente, afirmando arrogantemente su propia voluntad”. Una persona con esta característica discute con otros ancianos y a todo costo intentará dominar sobre la Iglesia. Características positivas. No es suficiente evitar las características negativas. Es aún más importante tener en cuenta las características positivas. En términos de número, la Biblia pone más énfasis en estas características positivas que en todas las otras calificaciones. 1 Tim 3: 2 usa la palabra nephalios en el texto griego original. Esta palabra significa “vigilante, sobrio, templado o nivelado”. Este versículo también usa la palabra sophron que ya hemos considerado bajo el título de capacidad de enseñanza. Pero además del significado de “sensible” o “de mente sana”, esta palabra también se traduce a Pág 24 “autocontrolado, templado, discreto circunspecto”. Otra calificación importante en este versículo se encuentra en la palabra griega cosmios, que significa “de buen comportamiento, decente, modesto, digno, ordenado y llevando una vida ordenada”. Este mismo verso enumera otra calificación importante en la palabra griega philoxenos que significa “dado a la hospitalidad, mostrando amor y siendo amigo de los creyentes y especialmente de los extraños y extranjeros”. 1 Tim 3: 3 usa la palabra griega epielkes que significa “paciente, gentil, equitativo, justo, moderado, tolerante, considerado, pacífico e indulgente”. Tito 1: 5-9 repite muchas delas características positivas enumeradas en 1 Tim 3: 1-7. Además, Tito 1: 7 enfatiza que los ancianos deben verse a si mismos como “administradores de Dios”. Un administrador reconoce que todo pertenece a Dios. Los administradores usan su tiempo, su dinero, talentos y energía sabiamente al servicio de Dios. Tito 1:8 dice que los ancianos deben ser amantes de lo que es bueno. La palabra griega aquí es philagathos que significa tanto amante de los hombres buenos como amante de las cosas buenas. Los ancianos deben ser amantes de la bondad. Tito 1: 8 también enumera otras tres características positivas importantes. Los ancianos deben ser “justos, santos y dueños de si mismos”. Dikaion es la palabra justa y significa “una persona que observa las reglas, una persona imparcial recta y justa. Hosios es la palabra para santo y significa “una persona que vive una persona pura” y, por lo tanto, está bien con Dios. Enkrates es la palabra para Pág 25 templado y literalmente significa “mantenerse en la mano” y generalmente se refiere al autocontrol. Los ancianos lideran con su ejemplo y no sólo con su enseñanza y su toma de decisiones. Es de vital importancia que los ancianos tengan las características que deben desarrollarse en los miembros de la congregación. El viejo aforismo de “haz lo que digo y no lo que hago” simplemente no funciona. Le aplica a los Diáconos Antes de abandonar esta sección sobre la calificación enumerada en estos dos pasajes, deberíamos considerar las cualidades de los Diáconos que figuran en 1 Tim 3: 8-13. 1 Tim 3: 8 usa la palabra griega semnos, que indica que los Diáconos deben ser serios, honrados y dignos de respeto. Este mismo verso usa la palabra dilogos, que se traduce com “doble lengua”. Un Diácono no puede ser el tipo de hombre que dice a la cara una cosa y otra detrás de la espalda. La misma restricción sobre el alcohol que se aplica a los ancianos también se aplica a los Diáconos. Los Diáconos deben conocer la palabra de Dios, ser sanos en la doctrina. 1 Tim 3: 9 dice “mantener el misterio de la fe en una conciencia pura”. De igual manera, las esposas de los Diáconos deben cumplir con las mismas calificaciones que las esposas de los ancianos. Pág 26 Capítulo 2: EL PATRÓN DENOMINACIONAL En el Nuevo Testamento , la palabra “Iglesia” suele ser la comunión espiritual universal de todos los salvos. En ese momento, había una sola Iglesia. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo (Ef 1: 22-23, Col 1: 18). Solo hay un cuerpo (Ef 4:4, 1 Cor 12: 20). La Iglesia es el hogar o la familia de Dios (1 Tim 3: 15, Ef 3:15) y Dios tiene una sola familia. Todos los cristianos son hijos de la familia de Dios. Dios no tiene hijos fuera de su familia. La Iglesia es la novia de Cristo (Ap 21: 2) y Cristo tiene una sola novia. La Iglesia sobre la que leemos en el Nuevo Testamento no era una organización a las que las personas se unieron después de ser salvas. Dios agrega los salvos a la Iglesia (Hech 2:47). En el Nuevo Testamento la palabra “Iglesia” también se usa para referirse a congregaciones locales de cristianos com la Iglesia en Jerusalén, la Iglesia en Roma, o la Iglesia en Antioquia. El Nuevo Testamento nunca usa la palabra “Iglesia” para referirse a una denominación. Las denominaciones, por su propia definición, son más grandes que una iglesia local, pero más pequeñas que la Iglesia universal. Los líderes denominacionales no deberían generar o afirmar que uno debe ser miembro de su denominación particular o de cualquier denominación para pertenecer a la Iglesia de Cristo. En algunas constituciones gubernamentales (no constitución eclesial sino de gobernación) es aun contra la ley pedir las escrituras del templo o que la denominación se adueñe de la propiedad de cada Iglesia. Por ejemplo, la constitución de los Estados Pág 27 Unidos requiere que cada Iglesia procese y adquiera sus propios registros estatales y federales para lograr ser reconocidos por el gobierno, y por separado, que el pastor se prepare académicamente y reciba endose ministerial para funcionar como ministro de culto. Las denominaciones han desarrollado muchos y diferentes sistemas de organización. Aclaremos que no hay nada malo en configurar una acta constitutiva de la Iglesia u organización con características propias. Po ejemplo, en los Estados Unidos a gobernación le agrada que cada organización tenga su propia personalidad y que pueda expresar en escrito las funciones que contemplan llevar a cabo en sus actas constitutivas. Las congregaciones locales (iglesias) se organizan de diversas maneras y existen muchos tipos diferentes de estructuras denominacionales, siete estructuras, para se exactos. Las siete iglesias mencionadas en el Apocalipsis son el molde de los siete tipos de iglesias que existen hoy en día. Por ejemplo, existe la Iglesia abundante que siempre tiene para instrumentos, comida, distribución al pobre y educación, pero suelen ser apagaditos (con cariño) espiritualmente. Por lo contrario, existe también la Iglesia que muy apenas logra recaudar su pago de arrendamiento, pero son fogosos en espíritu, y entregados al movimiento pentecostés. Algunas denominaciones tienen una forma episcopal de organización, en la que cada congregación local esta bajo la supervisión de un Obispo y, por lo general, varias congregaciones locales están bajo su supervisión. Otras denominaciones tienen una forma de organización presbiteriana en la cual las congregaciones locales Pág 28 están bajo la supervisión de un grupo de líderes seleccionados por la congregación. En la mayoría de las denominaciones, la congregación local está bajo la supervisión de un pastor. Si la Biblia no hubiera sido dada como patrón, seria prudente usar nuestro propio juicio al seleccionar el tipo de organización eclesiástica que nos parecía mejor. Pero la Biblia sí nos ha dado un patrón. Había congregaciones locales independientes en el Nuevo Testamento, pero no había una organización eclesiástica mundial. Jesucristo fue y es el único jefe de la Iglesia. El cielo es el único cuartel general de la Iglesia. No había cabeza terrenal ni oficinas centrales terrenales. La Biblia no prohíbe expresamente el establecimiento de organizaciones por encima del nivel de las congregaciones locales, pero no tiene que hacerlo. Como la Biblia especifica el patrón congregacional, todos los demás métodos posibles de organización de la Iglesia se excluyen automáticamente. Nuestra preocupación, por lo tanto, en este libro se limitará a la organización de la Iglesia y al liderazgo a nivel de las congregaciones locales independientes sobre las que leemos en el Nuevo Testamento. Pág 29 El patrón del Nuevo Testamento. En el Nuevo Testamento había apóstoles, profetas y otros con dones milagrosos del Espíritu Santo (Ef 4: 11, 1 Cor 12: 28). Lastimosamente tenemos en nuestro medio organizaciones controladoras que hacen al pueblo creer que estos dones milagrosos del Espíritu Santo nunca tuvieron la intención de ser una característica permanente de la Iglesia, malinterpretando 1 Cor 13:8 e intentan cancelar los dones del Espíritu Santo. nuestro estudio, sin embargo, no es enfocarnos en el trabajo de apóstoles o profetas , pero en esas posiciones de liderazgo, dentro de las congregaciones locales que Dios ha destinado a ser unas característica permanente de su Iglesia. Organización y liderazgo en la congregación local No había distinción clero-laico en la Iglesia del Nuevo Testamento. Todos los cristianos son sacerdotes de Dios (1 Pedro 2: 5-9). Sin embargo, había varios oficios en las congregaciones locales. Algunos se oponen al término “clero”, pero este término simplemente significa un tipo particular de trabajo, un rol asignado, una función específica o una posición de liderazgo religioso. Efesios 4: 11 habla de algunos que fueron llamados “evangelistas” y otros que fueron llamados “pastores” o “maestros”. Fil 1:1 menciona a algunos que fueron llamados “. Hay Obispos” y otros que fueron llamados “Diáconos” Hay muchos términos tomados de la Biblia que se usan en varias denominaciones para referirse a una amplia variedad de diferentes oficios. En el Nuevo Testamento, las cosas eran mucho más simples. Cada congregación fue guiada por un grupo Pág 30 de hombres que fueron llamados por tres títulos. En el texto griego original del Nuevo Testamento, los tres títulos eran presbuteros, episkopos y poimen. Presbíteros, Obispos y pastores de los equivalentes latinos. Todas estas palabras han llegado directamente al idioma castellano. Los equivalentes son aciano, supervisor y pastor. Sólo había tres títulos para el clero. Ancianos (presbíteros). Pablo llamó a los ancianos (presbíteros) de la Iglesia en Éfeso para encontrarse con ellos en Mileto (Hech 20; 17), luego, en Hechos 20: 28, les dijo a estos ancianos presbíteros que el Espíritu Santo los había hecho supervisores (Obispos) de la Iglesia. La palabra griega para “alimentar” es poimeno, que es simplemente la forma verbal de “pastor”. Es bastante evidente que los términos anciano-presbítero, Obispo-supervisor, y pastor-cuidador del rebaño se usan en este pasaje para referirse a los mismos hombres. 1 Pedro 5: 1-4 fue dirigido a los ancianos-presbíteros. Pedro les dijo a estos ancianos-presbíteros que atendieran “al rebaño de Dios que está entre ustedes”. La frase “cuidar al rebaño” traduce la misma palabra griega que significa “pastorear”. Observe que Pedro llamó a la Iglesia “el rebaño” y observe que llamó a Jesús “el pastor principal”. Pedro también les dijo a estos hombres que ejercieran la supervisión que la Iglesia necesitaba. Obispos (supervisores). La palabra “supervisar” es un verbo que activa las funciones del Obispo. Una vez más, es bastante Pág 31 evidente que los términos anciano, presbítero, Obispo, supervisor y pastor se usaban para referirse a desempeños que serian ejecutados de acuerdo con el nivel de madurez que se iba adquiriendo. En resumen, la unción de casa puesto depende de llamado o madurez espiritual, no por nombramiento, votación o cédula. Pastores (predicadores / cuidar el rebaño) En la mayoría de las denominaciones de hoy, los pastores son los predicadores o ministros. Sin embargo, en el Nuevo Testamento los títulos “predicador, “ministro” o “evangelista” no se usaban para referirse a aquellos que eran pastores. En 2 Tim 4. 1-5 Pablo le dijo a Timoteo que “predicara la palabra” y le dijo que hiciera “el trabajo de un evangelista” y que cumpliera “su ministerio”. Timoteo era un predicador-evangelista-ministro, pero no era un pastor-supervisor. Timoteo tampoco era un “presbítero, Obispo pastor”. El apóstol Pablo se llamó a si mismo “predicador” (1 Tim 2: 7) pero Pablo no era un pastor que supervisaba un rebaño. Pablo no estaba casado 1 Cor 9: 5) y, por lo tanto, no estaba calificado para servir como anciano. (1 Tim 3: 1-5, Tito 1: 4-9). En el patrón del Nuevo Testamento, la función de enseñanza o predicación de aquellos conocidos evangelistas-ministrospredicadores. Era bastante diferente del papel de aquellos conocidos como ancianos-supervisores-pastores. Filipenses 1: 1 menciona a algunos conocidos como “Diáconos”. El oficio de Diácono no era el mismo que el de Obispo. Las calificaciones para los Diáconos se dan en 1 Tim 3: 8-10 y no son lo mismo que las calificaciones dadas para los Obispos en 1 Tim 3: 1-7, fil 1: 1 y 1 Tim 3: 8-10. Esto son los Pág 32 únicos lugares en el Nuevo Testamento , donde leemos el título “Diácono” y en estos pasajes ese oficio difiere con el oficio de Obispo. Lo que esto sugiere es que los Diáconos eran líderes de la Iglesia que trabajaban bajo la supervisión de los Obispos. Los siete que administraron ayuda a las viudas en Hech 6: 1-7 no fueron llamados “Diáconos” en ese pasaje (sólo en el título de la porción Biblia), pero el trabajo que hicieron y la relación que mantuvieron con los apóstoles que entonces dirigían la congregación de Jerusalén, parece sugerir un fuerte paralelo al oficio que luego se identificó con el título de “Diácono”. En el Nuevo Testamento nunca leemos de congregaciones gobernadas por pastores o Diáconos. Además nunca leemos de una congregación gobernada por un solo pastor o anciano-supervisor. El anciano siempre consistió en una pluralidad de hombres. El papel principal de liderazgo en la Iglesia del Nuevo Testamento era el de los ancianos-supervisores-pastores y, por lo tanto, ese será nuestro enfoque en este estudio de organización y liderazgo de la Iglesia. En 1 Tim 3. Pablo describe aún más las calificaciones al definir las responsabilidades de los oficios de Diácono y Obispo. Los dos oficios comparten obligaciones similares pero son distintos en que el Obispo predica el Evangelio y administra las ordenanzas de la Iglesia. El Diácono debe preparar y preparar la mesa para la administración de La Cena del Señor. En la Iglesia primitiva, el Diácono racionaba cualquiera de los elementos sobrantes a los pobres de la Iglesia o localidad. Pág 33 El Diácono debe visitar a los enfermos y necesitados de la Iglesia y preparar los asuntos necesarios para las reuniones de la Iglesia. Si surge un conflicto dentro de la Iglesia, el Diácono debe ayudar a l pastor a aliviar cualquier tensión o resolver conflicto. Pág 34 C a p í t u l o 3 . El e r r o r y l o s e f e c t o s d e l l i d e r a z g o a u t o r i t a r i o . Las iglesias cristianas no están creciendo hoy como lo hicimos hace unos años. Nuestra tasa de crecimiento neto ha disminuido constantemente eh los últimos 15 años, principalmente a un aumento significativo en nuestra tasa de deserción. Los resultados de la encuesta indican reducción de 35% de nuestra congregación local. Dado a la falta de conocimiento sobre lo que el cristianismo es, las iglesias han comenzado a disminuir en su membresía. El 40 por ciento ha dejado de crecer y solo se mantienen firmes. Sólo el 25 por ciento está creciendo y, ahora, no están creciendo tan rápido como hace unos años. A este paso nuestra membresía en dos décadas más será solo la mitad de lo que es hoy. A menos que se revierta está tendencia decreciente, la Iglesia de Cristo cesará en el embolo de la tierra en sólo 50 años. Es evidente que estamos fallando en algo. ¿Pudiera ser que estas estadísticas menguantes sean dado al liderazgo? ¿Qué obstaculiza el crecimiento de las iglesias? El estilo de liderazgo autoritario en los ancianos es el mayor problema que debe superarse para que las iglesias crezcan. En este capítulo, describiremos el estilo de liderazgo autoritario, demostraremos que este estilo de liderazgo autoritario, demostraremos que este estilo de liderazgo es contrario a Las Escrituras y descubriremos los factores que han contribuido a su desarrollo. Pág 35 Descripción del estilo de liderazgo autoritario. Ancianos que practican un estilo autoritario de liderazgo tienden a funcionar como un cuerpo único de toma de decisiones. Los tres títulos para este cargo en el Nuevo Testamento sugieren tres funciones diferentes. La tendencia común en los ancianos que practican un estilo autoritario de liderazgo es descuidar dos de sus funciones y limitar su actividad al rol de toma de decisiones. La palabra griega presbuteros, la palabra latina presbítero y el origen etimológico de la palabra anciano significan literalmente “alguien mayor”. Sin embargo, había un significado secundario basado en la costumbre de hacer que los hombres mayores de la aldea actuaran como tomadores de decisiones para todos. Los ancianos de la aldea generalmente e reunían en la puerta de la aldea (Deut 25: 7, Lev 5: 14, Prov 31: 23). Esto es lo que Salmos 107: 32 llama “la asamblea de ancianos”. Así leemos delos ancianos de Sucot (jue 8: 14, Belén (1 Sam 16: 4), Jezreel (1 r 21: 11, 2 r 1: 1), Samaria (2 r 6: 32) y Sion (Lam 2: 10). También leemos acerca de los ancianos de las tribus (Deut 31: 28), los ancianos de Judá (1 Sam 30: 22). Ez 8: 1), los ancianos de Israel (2 r 19: 2) y los ancianos de la tierra (1 r 20: 8). Los ancianos de los judíos junto con el sumo sacerdote tomaron las decisiones involucradas en la persecución y crucifixión de Cristo (Mat 26: 59, 27: 20,41; mar 15:1) y en la persecución de la Iglesia primitiva (Hch 4: 23). Este significado secundario de la palabra “anciano” en la Iglesia del Nuevo Testamento. Los Pág 36 hombres en la iglesia del Nuevo Testamento no se hacían diáconos o ancianos por selección y nombramiento, sino designación bajo oración y ayuno, y encomendándolos al Señor (Hch 14: 23). El término “anciano”, por lo tanto se usó en la Iglesia del Nuevo Testamento para referirse a una función ejecutiva de toma de decisiones, formulación de políticas en la congregación local, siempre y cuando guiara al pueblo en ejemplo. Pero debemos recordar que este fue solo uno de los tres títulos para este oficio. La palabra griega episkopos, la palabra latina obispo y la palabra hebrea mashguiaj “supervisor” se refieren a una función administrativa. Un administrador no es solo un tomador de decisiones. Un administrador es una persona que supervisa el trabajo de quienes ejercen la autoridad delegada para la toma de decisiones. Quizás una ilustración personal ayudará a clarificar este asunto. En los últimos años he estado trabajando como presidente de la Universidad Teológica Dayspring. La cual Dios ha instalado en los siete continentes. Uno de los problemas que a menudo encuentro en este trabajo de presidente es el director que se niega a delegar la autoridad para tomar decisiones a las personas que trabajan bajo su dirección. Cuando esto sucede, este director ya no es realmente un administrador. Este director termina haciendo toda la toma de decisiones cotidianas que otros deberían atender. La actitud de “hazte a un lado , yo lo hago” casi siempre es perjudicial. El uso del término “supervisor” en la Iglesia del Nuevo Testamento sugiere un papel de liderazgo administrativo. Los supervisores de las congregaciones locales deben establecer los Pág 37 objetivos, metas y objetivos a alcanzar en programas de trabajo específicos. Deben determinar las pautas de la política dentro de las cuales trabajarán las personas. Luego, deben entregar la toma de decisiones cotidiana a los diáconos, ministros y otros que trabajan bajo su supervisión. Este papel administrativo generalmente se descuida en las congregaciones donde los ancianos practican autocracia. Tales ancianos generalmente se niegan a delegar cualquier autoridad por acaparar todo dominio. Como resultado, los ancianos terminan teniendo que rebuscarse todas las soluciones día a día y realmente no tienen ninguna función administrativa o de supervisión. el conquistador conquistado por lo que esclavos de su propio puesto, en algunos ministerios hay tan poca delegación de autoridad para tomar decisiones que no hay mucho trabajo administrativo que hacer y lo poco que hay termina hecho por el pastor principal, en muchas congregaciones grandes y prósperas, el pastor y otros trabajadores del ministerio funcionan perfectamente bien en sus comisiones sin interferirse uno al otro. No se pudiesen interferir uno al otro porque sus tareas son muy distintas La palabra griega poimen, la palabra latina pastor y la palabra hebrea הָ עָ ר ָraá, significan“ alguien que cuida un rebaño de ovejas”. Este es otro título donde el significado principal de la palabra no era la forma en que la palabra se usaba en la Iglesia del Nuevo Testamento. Sin embargo, a lo largo de la Biblia, el término “pastor se usó para referirse a maestros espirituales, consejeros y guías. En tiempos bíblicos, un pastor vivía con su rebaño, los guiaba, los protegía, los defendía y los cuidaba. El Pág 38 tipo de cuidado que un pastor tenía por su rebaño se convirtió así en un símbolo del tipo de cuidado que los maestros espirituales, los consejeros y los líderes deberían tener por la gente. Es interesante que la raíz hebrea ra’ah de la palabra pastor, significa alimentar o llevar a pastos frescos. Este es probablemente el más general de los tres tipos bíblicos para este oficio. Hasta cierto punto incluye la función de toma de decisiones y la función administrativa. Lo diferente de este título es que enfatiza la calidad de la relación entre líder y seguidores. Las funciones específicas implicadas en este título que no están sugeridas por los otros dos títulos son las funciones de enseñanza y asesoramiento. La palabra griega poimeno fue traducida a la palabra castellana “alimentar” en nuestra versión del Nuevo Testamento. Literalmente la palabra poimeno es simplemente la forma verbal de “pastor”. Los pastores, en los tiempos bíblicos eran muy diferentes de los pastores en el mundo de habla alemana o inglesa en los días en que la Biblia se tradujo por primera vez al castellano. Los pastores del mundo de habla alemana o inglesa mantenían a sus rebaños cercados en el redil y no vivían con sus rebaños. Poco a poco se fue perdiendo la comprensión de las funciones pastoriles (relación del pastor del campo con sus ovejas) y su relación a la vida pastoral (relación del líder con sus seguidores). Los alemanes e ingleses enviaban gente para alimentar a los rebaños regularmente y luego venían cada año para esquilar las ovejas por su lana y sacrificar algunas para el mercado. Quizás esto es lo que les ha dado a algunos la idea de que el deber de los pastores en la Iglesia del Señor es simplemente Pág 39 organizar que alguien predique y ellos hacerse cargo del dinero que se contribuye. Debemos recordar que fueron os pastores de los rebaños bíblicos y no los pastores del mundo moderno los que dieron el término “pastor” su significado en la Iglesia del Nuevo Testamento. Este título se refiere principalmente al papel de la enseñanza espiritual y al consejo. En la mayoría de las congregaciones, el trabajo de pastorear el rebaño se ha entregado casi por completo al pastor principal. Santiago 5:14 dice ¿Está alguno enfermo entre ustedes? Llame a los ancianos de la iglesia, … estos ancianos deben orar por los enfermos (Santiago 5:15). Debían aconsejar a los que habían pecado (Santiago 5:15-16). La orden de “confesar tus pecados uno a los otros y orar unos por los otros” (Santiago 5:16) generalmente se aplica a la confesión pública, pero fue escrito en relación con el asesoramiento, la enseñanza y la oración realizada por los ancianos de la iglesia. Hoy, sin embargo, la mayoría de las congregaciones reescriben Santiago 5:14 para que diga “¿Alguien está enfermo? Que llame al pastor principal”. Y el trabajo de consejería, enseñanza, oración y restauración de los que han pecado, también se asignan casi totalmente al pastor. En el Nuevo Testamento había tres títulos para este oficio: anciano, supervisor y pastor. Pero en las Iglesias de hoy en día sólo uno de estos títulos se usa en gran medida. Quizás el 99% de las veces llamamos a estos hombres “ancianos”. No los llamamos “supervisores” o “pastores”. Alrededor del 99% cuando oramos por estos hombres decimos: “Dios bendiga a nuestros líderes y ayúdelos a tomar Pág 40 decisiones sabias”. La mayoría de las congregaciones ven en este oficio la función de toma de decisiones. En gran parte, los mismos ancianos no tienen definido cuál es su verdadera función. Muchos ancianos funcionan sólo como una “junta directiva” para la congregación. No funcionan como administradores porque no delega suficiente autoridad espiritual para que sirvan como pastores del rebaño. No funcionan como consejeros y maestros espirituales porque le ha dado ese trabajo al pastor; la estructura de la Iglesia primitiva fue la siguiente: ancianos pastoreando el rebaño, para que el pastor principal pueda pastorear la organización. En el patrón del Nuevo Testamento, la toma de decisiones fue realizada por aquellos hombres más cercanos que estaban en contacto con las necesidades espirituales de los miembros debido a su trabajo como pastores. los que funcionan como supervisores o pastores están en constante cercanía con Dios y con el pueblo para traer sanidad a través de su ministración e identificar cualquier pecado o exigencia que suja entre el pueblo. Pero la limitación de los ancianos a un rol de toma de decisiones es solo una de las características de las congregaciones donde los ancianos practican un estado autoritario de liderazgo. Otra característica importante tiene que ver con la forma en que estos ancianos dominan sobre la Iglesia en vez de servir a la Iglesia. Servir a la Iglesia implica su disposición de entrenar a otros a tomar su puesto en el futuro, apoyar a los prospectos líderes a madurar en áreas del ministerio y llevarlos a donde Dios los quiere. Pág 41 Señorío. La palabra castellana “Señor” proviene de una palabra anglosajona que literalmente dignifica: “alguien con potestad, cierta nobleza, connotaciones de heroicidad”. Un Señor era una persona que tenía la autoridad de gobernar y esa autoridad venía por derecho de nacimiento o por nombramiento de un rey. La autoridad de un señor para gobernar era totalmente independiente del consentimiento de las personas sobe las que gobernaba. En el texto griego original del Nuevo Testamento, la palabra para Señor es kurios¸ y esa palabra tenía un significado similar. Se refería a alguien que tiene poder o autoridad. Jesús asumió ese título para Él mismo (Mat 7: 21-22, 9: 38, 22: 41, Marcos 5: 19). La autoridad de Jesús para gobernar es totalmente independiente del consentimiento de cualquier ser humano. La autoridad de Jesús como Señor se basa en quien es y qué es. En Lucas 6: 46 Jesús pregunto a la gente por qué le llamaban “Señor” y, sin embargo, se negaron a obedecer sus mandamientos. Un Señor tiene la autoridad para mandar y su autoridad es totalmente independiente del consentimiento de las personas sobre las que gobierna. Los ancianos que practican un estilo autoritario de liderazgo funcionan como si tuvieran la autoridad de señores. Toman sus decisiones en total aislamiento de la congregación. No dejan que los miembros de la congregación sepan qué cosas se están considerando. No solicitan ningún aporte de los miembros en el proceso de toma de decisiones. No crean canales de comunicación para mantener a los miembros informados sobre las cosas que se están considerando. No crean canales de Pág 42 comunicación para que las opiniones de los miembros puedan escucharse antes de que el anciano tome su decisión. Y una vez que se ha tomado la decisión, simplemente anuncian las decisiones como órdenes que los miembros deben obedecer sin dudar. Estos ancianos ponen gran énfasis en la autoridad de su cargo y en la cadena de mando en la estructura organizativa de la congregación. No involucran a los miembros de la congregación en la etapa de entrada del proceso de toma de decisiones y, sin embargo, esperan sumisión total, obediencia y cooperación una vez que se ha tomado la decisión. Tales ancianos funcionan como una junta de directores autoperpetuantes para la congregación donde los miembros de la congregación no cuentan con el derecho a determinar si se necesitan ancianos o diáconos adicionales. Los miembros de la congregación no tienen el derecho de nominar hombres para que sirvan como ancianos o las tareas. Estos líderes autoritarios deciden cuando alguien será incluido como anciano o Diácono. Típicamente, la congregación sólo tiene la oportunidad de presentar objeciones bíblicas en caso de que alguien nominado por el anciano no esté calificado bíblicamente. Y, si se plantean objeciones, es el anciano el que decide si se mantiene o no, la objeción. Estos ancianos suponen que fueron nombrados de por vida y nunca vuelven a la congregación para ver si todavía tienen el Pág 43 consentimiento de la congregación para servir como ancianos. Muchas congregaciones de hoy tienen una tasa de rotación muy alta. En muchas congregaciones, al menos el 90 % de los miembros no eran miembros de esa congregación hace sólo diez años. Eso significa que, al menos el 90% de los miembros actuales no tenían voz en la selección de los hombres que ahora sirven como ancianos de esa congregación. Pero estos ancianos no ven la necesidad de regresar a la congregación de vez en cuando para ver si todavía tienen el consentimiento de la congregación para servir. Asumen que la autoridad de su puesto viene de una delegación de autoridad de Dios y se engañan bajo el pensamiento que “una vez un anciano siempre seguirá como anciano” (al menos mientras un anciano permanezca en una congregación). Condenación de un estilo de liderazgo autoritario. En Mateo 20: 20-24 los apóstoles discutían sobre puestos de autoridad en la Iglesia y les dijo: Mateo 20: 25 … Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mateo 20: 26 Mas entre ustedes no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre ustedes será vuestro servidor, Mateo 20: 27 y el que quiera ser el primero entre ustedes será vuestro siervo; Mateo 20: 28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. (Mateo 20: 25-28). Los romanos que gobernaron el mundo cuando Jesús pronunció estas Pág 44 Palabras, pusieron gran énfasis en la autoridad y una cadena de mando. Sus gobernantes gobernaron sin el consentimiento de los gobernados. Sus gobernantes dominaban sobre la gente. Jesús dijo que el liderazgo en la Iglesia no debía ser así. Él dijo: “no será así entre vosotros”. En 1 Pedro 5: 1-4 Pedro dijo: 1 Pedro 5: 1 Ruego a los ancianos que están entre ustedes, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: 1 Pedro 5: 2 Apacentad la grey de Dios que está entre ustedes, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 1 Pedro 5: 3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. 1 Pedro 5: 4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, ustedes recibiréis la corona incorruptible de gloria. Pedro dijo que los ancianos no debían señorear sobre la Iglesia. Basado en lo que ya hemos aprendido sobre el significado de la palabra “Señor”. Es evidente que cualquiera que intente servir como anciano sin el consentimiento de la congregación lo está hablando sobre la Iglesia. Aquellos que continúan sirviendo como ancianos durante mucho tiempo sin estar seguros de que todavía tienen el consentimiento de la congregación para continuar sirviendo en este oficio, pueden estar funcionando a ciegas, sin medir su nivel de aceptación. No tienen forma de saberlo con certeza. Pero aquellos que practican el tipo de estilo de liderazgo descrito anteriormente, pueden estar seguros de que lo están dominando en la Iglesia, porque actúan como jefes o dictadores y no como sirvientes o esclavos. Esto no sugiere que un anciano debería ser un “sello de goma” para lo Pág 45 que sea que la mayoría de la congregación quiera hacer. Pero es para sugerir que la congregación necesita ser incorporada al proceso de toma de decisiones. Debe existir comunicación de dos vías. Es el Espíritu Santo quien delega autoridad al Cuerpo de Cristo (congregación) y, por consecuente, del Cuerpo de Cristo a los ancianos. Es absolutamente esencial que comprendamos dos principios importantes sobre la naturaleza de la delegación. Primero, no puede delegar la responsabilidad, lo que si puede delegar es la autoridad para tomar decisiones. Si delega la responsabilidad pone extrema carga sobre el discípulo y éste terminará frustrado y por su lado, usted terminará decepcionado si él/ella fracasa. Segundo, cualquier autoridad que se delegue puede ser retirada por quienes se la delegaron. Suponga que un anciano delega alguna autoridad a un Diácono para administrar un programa de evangelismo personal en una congregación. Suponga que este Diácono no hace lo que se suponía que debía hacer. La carga de la responsabilidad caerá muy fuertemente sobre sus hombros y se sentirá culpable de haber fracasado. Obviamente eso no se debe hacer. Usted como el líder principal, todavía es responsable. Si ese Diácono no estaba haciendo el trabajo, esos ancianos deberían haberlo ayudado, corregido, motivado o haberle quitado su delegación de autoridad. En el caso de fallo, el enfoque nunca fue lograr el proyecto, sino exponer al Diácono al entrenamiento. Pero el mismo principio se aplica cuando una congregación delega su autoridad colectiva a un anciano. Los miembros de la congregación no pueden presentarse ante Dios en Pág 46 juicio y decir: “No nos culpes por no alcanzar a los perdidos. Delegamos nuestra autoridad a los ancianos y ellos no hicieron el trabajo. Ellos son los culpables”. Esto no funciona así. Si los ancianos no están haciendo el trabajo que Dios pretendía que hicieran, la congregación que los colocó debería preocuparse por su aprendizaje y crecimiento. En caso de que el anciano no ponga su mayor esfuerzo en mejorarse y corregirse, la mayoría de los miembros de una congregación ya no darán su consentimiento para que un hombre sirva como uno de sus ancianos. Los ancianos no pueden servir sin el consentimiento de la congregación. Hacerlo es enseñorearse sobre la Iglesia y por lo tanto, una clara violación de Mat 20: 25-28 y 1 Pedro 5: 1-4. Hebreos 3: 17 es un texto favorecido por aquellos que defienden el estilo autoritario de liderazgo dentro de la Iglesia. “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas” . Peitheste es la palabra griega en el texto original que se traduce a “obedecer”. Está palabra implica que los ancianos tienen autoridad. Sin embargo, esa palabra, literalmente significa “someterse a la persuasión de “aquellos que son sus líderes. Hay una gran diferencia entre los líderes que persuaden positivamente y los líderes que simplemente dan órdenes y esperan que los miembros obedezcan sin cuestionar. 1Tim 3: 2 dice que los ancianos deben ser maestros capaces. Como cuestión práctica, debemos recordar que la Iglesia es una asociación voluntaria en la que las personas hacen lo que se les enseña a hacer y lo que se les persuade a hacer. Simplemente ordenar a los miembros que obedezcan no funciona. Como Pág 47 asunto espiritual, no está bien. Hacer esto es tiranizar sobre la Iglesia. Los ancianos necesitan practicar un comunicación bidireccional efectiva para involucrar a los miembros en las etapas de los procesos de toma de decisiones del ministerio. Una vez que los ancianos han considerado cuidadosamente todos los puntos de vista, entonces, se podrá tomar la mejor decisión. Una vez que se ha tomado la decisión, los ancianos necesitan guiar a la congregación a través de pasos seguros, su enseñanza y su ejemplo y no solo dar órdenes. Hacer lo contrario es dominar despóticamente sobre la Iglesia. Causas del estilos de liderazgo autoritario. Uno de los primeros pasos para resolver cualquier problema, es identificar las causas que lo provocaron y cuáles decisiones ocasionan los mismos resultados. Es probable que no corrijamos los problemas asociados con un estilo de liderazgo autoritario en el anciano, a menos que podamos identificar primero los factores que nos llevaron a desarrollar dicho estilo de liderazgo en primer lugar. Muchos de los que han escrito sobre este tema han dado a entender que la causa de estos problemas es un deseo de poder y mando por parte de los hombres que sirven como ancianos. Obvio, este no es el caso con todos. He sido miembro de muchas congregaciones, he predicado para muchas otras y he servido como anciano. he tenido la oportunidad de observar una gran cantidad de ancianos. Y estoy persuadido de que el afán por el poder es cada vez más difícil de entender. He encontrado que es mucho más común entre los pastores, cuando el dominio se les sube a la cabeza y empiezan a Pág 48 reflejar prepotencia. Centrarse en la lujuria por el poder, en mmi opinión es un grave error ya que desvía el enfoque de los asuntos por resolver. Una falta de comunicación efectiva de dos vías parece ser la causa principal de este problema. Hubo un tiempo en que la mayoría de nuestras congregaciones eran mucho más pequeñas de lo que son ahora. En aquel entonces era relativamente fácil para los ancianos mantenerse en contacto con los miembros. No se necesitaba un esfuerzo especial para crear canales efectivos de comunicación hacia y desde los miembros. Simples charlas amigables eran suficientes para trasmitir mensajes. Sin embargo, a medida que nuestras congregaciones crecieron, estos medios de comunicación de información ya no fueron suficientes entre el liderazgo y la comunicación. Sin saber cómo crear canales efectivos de comunicación bidireccional, los ancianos se volvieron cada vez más aislados. Mientras lo hacían, era inevitable que su estilo de liderazgo se volviera cada vez más autoritario. No nos estamos refiriendo a medios de comunicación por tecnología, esos abundan. Estamos haciendo hincapié a la correlación y conexión fraternal. Sin este afecto, el líder y el miembro simplemente se irán distanciando. Poco a poco, este estilo de liderazgo autoritario se convirtió en una forma aceptada de correspondencia. Se convirtió en nuestra costumbre, nuestra rutina. Después de eso, fuimos a la Biblia para encontrar formas de justificar nuestra tradición. Ignoramos las importantes lecciones sobre la naturaleza de la delegación. Además, los miembros que realmente no querían involucrarse en lo absoluto, encontraron que el estilo de liderazgo Pág 49 autoritario era exactamente lo que querían. Podrían permanecer sin involucrarse y culpar a los ancianos de los fracasos en la congregación y en sus vidas. Hay una causa final de esta situación problemática que debemos considerar. El poeta escoces Robert Burns lo expresó de esta manera: oh, ¿algún poder que el buen Señor nos dé para vernos a nosotros mismos como nos ven los demás?”. Muchos ancianos no tienen ansias de poder y no tienen la intención de expresarse despóticamente sobre la iglesia se sorprenderían mucho si pudieran verso a sí mismos como los ven los miembros de su congregación. En realidad estos ancianos están dispuestos a aceptar reproches, comentarios, ideas e incluso las criticas que los miembros tienen para ofrecer. Los miembros simplemente no saben que algunos ancianos añoran la crítica constructiva. Muchos ancianos han intentado tener “reuniones de retroalimentación” para poder obtener más aportes de la congregación y, sin embargo, los miembros ni siquiera han asistido a estas reuniones. Algunos ancianos le han dicho a la congregación, pero por alguna razón, la congregación no los ha tomado en serio. Uno de los problemas es que los ancianos generalmente saben los asuntos que están sucediendo y asumen que la congregación también lo sabe. El problema es que saber no es lo mismo que comunicarse. La comunicación es el proceso de crear un grado aceptable ce significado compartido entre personas. Tomar decisiones y esperar los resultados no suele ser suficiente. Muchos ancianos han asumido incorrectamente que la comunicación es fácil. No lo es. Es una de las cosas más difíciles Pág. 50 del mundo. Hay muchos factores en el proceso de comunicación donde la está puede romperse fácilmente. La comunicación es el lazo que entreteje equipos. Aunque existan diferentes puntos de opinión, si una buena comunicación está en pie, cualquier conflicto será más fácilmente superado. La mayoría de los ancianos ingresan a la comunicación que les permita saber realmente que tienen el consentimiento de la congregación para servir como ancianos. Dado que la mayoría de los ancianos funcionan como una junta de directores que se perpetúa a sí misma, todo lo que sabe una anciano nuevo es que tiene el consentimiento de los de los ancianos actuales para unirse a ellos. Dado a que nadie en la congregación pudo presentar una objeción bíblica a su nombramiento de anciano, él no sabe cuántos miembros de la congregación realmente quieren que él sirva como anciano o no. Una vez que ha estado como anciano durante varios años, esto ha tenido un efecto tan grande, que la mayoría de las personas a las que ahora debe dirigir, no tienen voz en lo absoluto en su selección. Adema, dado que la mayoría de los ancianos no tienen canales efectivos para la comunicación bidireccional con la congregación, la mayoría de ellos, deben tomar sus decisiones con muy poca información sobre cómo se sienten los miembros sobre los asuntos que se están considerando. Como la mayoría de los ancianos no delegan suficiente autoridad para tomar decisiones a sus diáconos y, por lo tanto, terminan teniendo que tomar las decisiones cotidianas que los diáconos deberían haber hecho; los ancianos no tienen una función administrativa real. A menudo están tan ocupados Pág. 51 con la toma de decisiones cotidianas que su visión no se amplía más allá de planes a corto plazo. Realmente no tienen el tipo de perspectiva sobre el programa de trabajo que se necesita desempeñar en equipo con la congregación. Y dado a que no tienen tiempo para funcionar como pastores que cuidan el rebaño, no tienen la visión que necesitan sobre las necesidades espirituales de los miembros por individual. No es de extrañar entonces, que cuando estos ancianos anuncian sus decisiones a la congregación, le parezca a los miembros que están funcionando como jefes, dictadores o una junta directiva aislada. Lo que se necesita para corregir los problemas asociados con un estilo autoritario de liderazgo de la Iglesia es un estilo abierto de liderazgo que haga hincapié en la comunicación bidireccional efectiva. El estilo autoritario de liderazgo de la Iglesia está mal. No es bíblico. No es práctico. No funciona. En sus esfuerzos por huir de roma, pasan por alto a Jerusalén y terminan en Babilonia. Es decir, van al extremo opuesto que es igualmente incorrecto. En lugar de cambiar el estilo de liderazgo y sus actitudes personales, lo que hacen es cambiar la estructura de la organización de la Iglesia. En el Nuevo Testamento , la Iglesia se describe como un organismo vivo en lugar de una organización. Es la presencia del Señor viviente que nos ha salvado por gracia lo que valida la Iglesia local, que es en sí misma una expresión de la Iglesia universal. Cada Iglesia local representa al Cuerpo de Cristo y el Cuerpo de Cristo no puede ser dominado por líderes preponderantes. Pág. 52 Capítulo 4: la función de toma de decisiones de los ancianos. Los hombres que son llamados “ancianos” en la Iglesia del Nuevo Testamento también fueron llamados “obispos” o “supervisores” (un título que se refiere a su función administrativa) y también “pastores” (un título que se refiere a su función como consejeros espirituales y maestros). La palabra castellana anciano, la palabra latina presbítero y la palabra presbuteros que se usaba en el texto griego original del Nuevo Testamento; todas estas son simplemente formas diferentes del mismo título. Todos se refieren a un papel de toma de decisiones. En muchos sentidos, la función de consejería espiritual y enseñanza de los pastores es la más importante y ciertamente es la más descuidada en las iglesias en la actualidad. La función administrativa de los obispos o supervisores también es muy importante, aunque también se descuida la mayor parte del tiempo. La función de toma de decisiones es quizás la menos importante de estas tres funciones. Una desventaja de está función, es que debido a las tareas implicadas con la toma de decisiones, muchos ancianos no tienen tiempo para funcionar debidamente como supervisores o pastores. cuando la toma de decisiones no se realiza de la manera correcta, consumir más tiempo de lo necesario, provocando pérdida de tiempo para los participantes. Por esa razón, debemos considerar la función de toma de decisiones de los ancianos en este capítulo antes de estudiar la función administrativa de los Pág. 53 obispos o supervisores en el siguiente capítulo y la función de asesoramiento espiritual y enseñanza de los pastores en el capítulo comenzaremos con algunos asuntos doctrinales que deben considerarse en relación con la función de toma de decisiones de los ancianos, pero el enfoque principal de este capítulo estará en algunas sugerencias prácticas en materia de juicio doctrinal. Asuntos doctrinales a considerar. Una vez que una congregación ha seleccionado ancianos, el anciano funcionará como cuerpo de toma de decisiones para esa congregación. Los diáconos, ministros, maestros y otros trabajadores pueden ejercer cierta autoridad para tomar decisiones, aunque lo ideal y bíblico es que los ancianos se responsabilicen. Los diáconos, ministros y maestros deben reconocerse que su autoridad para tomar decisiones les es delegada por el anciano. Algunas personas han enseñado que “los ancianos están a cargo de los asuntos espirituales y, los diáconos, están a cargo de los asuntos comerciales de la congregación”. El Nuevo Testamento no apoya este punto de vista. En la práctica, generalmente es imposible separar asuntos espirituales y asuntos de negocios. La decisión de gastar dinero en trabajo misionero o humanitario no es sólo asunto comercial, es una parte vital de la función espiritual de la Iglesia. La decisión de construir una nueva Iglesia o agregar más aulas no es solo un asunto comercial, es una decisión que afecta directamente la vida espiritual de la congregación. En gran medida, quienes manejan el presupuesto, también manejan la dirección espiritual Pág. 54 de la congregación. En general, puede ser prudente que los ancianos otorguen a los diáconos y a otros un papel importante en la preparación de las propuestas de presupuesto, pero debe ser el anciano el que tome las decisiones finales en tales asuntos. Una vez que el presupuesto ha sido aprobado por los ancianos y los ancianos han determinado las pautas generales de política para cada programa, la toma de decisiones cotidianas, incluida la decisión sobre el gasto de dinero, debe delegarse en los diáconos y otras personas que trabajan bajo la supervisión de los ancianos. Los ancianos no deberían invertir mucho tiempo en sus reuniones sobre tales asuntos, pero deben mantener supervisión de estos asuntos para no se pierda el enfoque sobre los asuntos espirituales dela congregación. Dado que un anciano funciona como un equipo en la toma de decisiones, debería ser evidente que los ancianos deben reunirse regularmente. Cada anciano maneja su parte del programa de trabajo de la congregación y la mano derecha. Algunos ancianos son tan autonómicos o individualistas que nunca funcionan realmente com un equipo. Lo que practican es una versión limitada bajo la regla de ‘un solo hombre’. Ningún anciano debe gobernar todo el programa de trabajo de la Iglesia. Eso no es bíblico. Debe ser el anciano el que funciones como el cuerpo de toma de decisiones para la congragación. Algunos ancianos se reúnen, pero no tienen reuniones planificadas regularmente. Toman todas sus decisiones en reuniones de emergencia realizadas en los pasillos después de los servicios o Pág. 55 toman sus decisiones en una serie de llamadas telefónicas. Esto puede no ser una violación de ningún punto de doctrina, pero es muy imprudente. Está es una segura señal de una “gestión por crisis”, liderazgo por impulso. Tomar decisiones en una serie de llamadas telefónicas es especialmente peligroso. En dicho sistema, los ancianos no tienen una oportunidad real de interactuar con todos los demás ancianos. Se pierden los muchos beneficios de la interacción grupal. Los que pueden estar en desacuerdo con una propuesta, no tienen la oportunidad de persuadir a los demás para que acepten su punto de vista. Aquellos a quienes se les llama y se les dice que “todos los demás ya han acordado” son sometidos a una tremenda presión psicológica para aceptar propuestas que de otra manera no aceptarían. Si un anciano verdaderamente está delegando autoridad de toma de decisiones a los diverso diáconos que están a cargo del programas específicos, habrá necesidad de reuniones coordinadas y decisiones por decretar. La mayoría de los ancianos nombran a uno de ellos para que sirva como presidente y rotan la presidencia cada trimestre o cada año. Muchos ancianos delegan a su presidente la autoridad para tomar decisiones sin tener que convocar una reunión cuando a su juicio, dicha acción es absolutamente necesaria. Cualquier anciano que sea llamado a tomar tales decisiones por su cuenta debe ser extremadamente cauteloso. A menudo puede decir: “Ya hemos hablado de esto lo suficiente como para saber cuál sería la decisión de los ancianos” y luego seguir adelante y aprobar o desaprobar la propuesta. Pero si no está seguro de lo que dirían los otros Pág. 56 ancianos, no debe ser presionado para tomar una decisión sin la participación de los otros dirigentes. Casi siempre la calidad de la decisión es más importante que la velocidad de la decisión. Usualmente será menos de dos o tres días hasta que los ancianos estén juntos en uno de los servicios de la Iglesia. Por lo general, hay poco que perder y mucho que ganar en esperar hasta que todos los ancianos puedan estar involucrados en la decisión. Si la situación requiere de atención inmediata, hoy en día la comunicación se facilita dado a los avances de la tecnología. Se deben tener protocolos en pie para reunirse por videollamadas, involucrando a los líderes necesarios. En general, el único momento en que un anciano debe tomar una decisión por su cuenta es cuando la situación realmente requiere una acción inmediata y el anciano que debe tomar la decisión está razonablemente seguro de que los otros ancianos estarán de acuerdo. Las congregaciones a menudo buscan la guía de Dios para dirija a los ancianos y ayudarlos a tomar decisiones sabias. los ancianos casi siempre comienzan sus reuniones orando para que Dios los guíe. La oración por la sabiduría suele ser parte de la oración diaria de la vida de los ancianos por individual. Dios da sabiduría a aquellos que piden sabiduría (Santiago 1: 5). Sin embargo, es importante comprender cómo trabaja Dios al responder a la oración por sabiduría. Sería imprudente la irresponsabilidad de una anciano decidir sin el apoyo del equipo, con la expectativa que está sea una revelación sobrenatural instantánea ( Cor 13: 8). En cambio, Dios nos guía a través de Su Providencia. Heb 5: 14 habla de estos hombres adultos “que por Las congregaciones a menudo buscan la guía de Dios para dirija a los ancianos y ayudarlos a tomar decisiones sabias. los ancianos casi siempre comienzan sus reuniones orando para que Dios los guíe. La oración por la sabiduría suele ser parte de la oración diaria de la vida de los ancianos por individual. Dios da sabiduría a aquellos que piden sabiduría (Santiago 1: 5). Sin embargo, es importante comprender cómo trabaja Dios al responder a la oración por sabiduría. Sería imprudente la irresponsabilidad de una anciano decidir sin el apoyo del equipo, con la expectativa que está sea una revelación sobrenatural instantánea ( Cor 13: 8). En cambio, Dios nos guía a través de Su Providencia. Heb 5: 14 habla de estos hombres adultos “que por Pág. 57 razón del uso ejercitan sus sentidos para discernir el y el mal”. Dios espera que los ancianos conozcan la palabra y sean guiados por esa palabra en todos los asuntos de fe. Dios nos da sabiduría a través de la experiencia, así como Dios espera que la usemos para si ser guiados pro nuestro mejor juicio en cosas que son cuestiones de juicio y no cuestiones de fe. Algunos han asumido incorrectamente que existe un conflicto natural entre la fe y la razón. Eso no es lo que la Biblia enseña. La fe misma se basa en la razón. La función de la razón es considerar la evidencia y llegar a una conclusión lógica. Dios nunca ha pedido a los hombres que crean sin darle al hombre cuantiosas pruebas y razones lógicas para creer. Cuando los ancianos toman decisiones, necesitan orar por la guía de Dios como si todo dependiera de Dios, porque así es. pero también deberían usar la sabiduría que han adquirido a través de la experiencia y ser tan lógicos y razonables como sea posible, como si todo dependiera de ellos, porque así es. estas declaraciones no son contradictorias porque Dios nos guía a través de nuestros procesos de pensamiento racional y lógico. A través de Su Providencia, Dios nos presenta algunas puertas abiertas de oportunidad y Él cierra otras puertas. Si los ancianos oran por la guía de Dios y luego no usan la sabiduría que Dios tiene para ellos, están bloqueando el canal a través del que Dios ha prometido guiarlos. Los ancianos deben tener cuidado con aquellos que afirman que Dios los ha “llamado” a hacer un determinado trabajo, pero no pueden Pag 58 proporcionar evidencia o razones para justificar su propuesta de manera lógica y racional. Si alguien llega a un anciano alegando que Dios lo ha “llamado” para comenzar un ministerio de evangelización y quiere un millón de pesos de ese anciano para que pueda comprar una avioneta para volar alrededor de la ciudad con un letrero que dice: “Toca la bocina si amas a Jesús”, uno esperaría que esos ancianos tomaran su decisión de manera lógica racional, sobre la base de la sabiduría que obtuvieron a través de la experiencia y negarían su pedido. Los ancianos deben planificar con fe en Dios, pero deben tener cuidado con aquellos que abusan de la doctrina de la fe. Si un pastor de una congregación de 200 miembros en una ciudad con una población de dos mil le pide dinero a los ancianos que gasten cierta cantidad de dinero para comprar una sección de tierra y erigir un edificio lo suficientemente grande para 25,000 personas, ese pastor podría acusar a los líderes de no tener suficiente “fe” cuando respondan negativamente a su solicitud. Pero eso no es una cuestión de fe en absoluto. Es una cuestión de juicio. La fe oye la palabra de Dios (Rom 10: 27). Realmente no puedes hacer por fe lo que la palabra de Dios no ha ordenado. La palabra fe, como se usa en la Biblia, significa mucho más que confianza, optimismo, una actitud mental positiva o el poder del pensamiento positivo. Analicemos está relación entre pastor-anciano un poco más profundo. La mayoría de los ancianos no poseen la capacidad de planificar en grande. Por lo general, planean demasiado pequeño. A menudo hacen sus planes sólo sobre la base de lo que Pág. 59 pueden hacer por su propio poder y no toman en consideración la voluntad de Dios. la mayoría de los ancianos no tienen suficiente confianza en Dios o en el poder de Dios para trabajar a través de su pueblo. La mayoría de los ancianos no desafían lo suficiente la fe de los miembros y esto es dado a que no desafían su propia fe. Por esa razón, la mayoría de los cristianos realmente no han aprendido el significado real de mayordomía. He aquí donde entra la visión del pastor y la visión que Dios ha impregnado sobre él. Si se le permitiera a los ancianos inexpertos planificar la construcción de un nuevo templo, el templo estaría lleno de miembros antes que el templo determine su construcción. Lo que ha sucedido en estos casos no es lo que los ancianos carecieran de fe en Dios, ya que esto no es realmente una cuestión de fe. Lo que les faltaba era buen juicio y experiencia. El liderazgo efectivo requiere que los ancianos estén al frente desafiando a la congregación. Los ancianos no deben estar tan al frente que pierdan contacto con la congregación y los miembros pierdan de vista a sus líderes. Pero esto no es lo que suele pasar. La situación típica es bastante diferente. Muchos ancianos se parecen más al hombre que iba tarde a una reunión del campamento. Le dijeron que el grupo había pasado por la ciudad unas cuatro horas antes. Entonces el hombre dijo: “Tengo que darme prisa para alcanzarlos. Soy su líder”. La mayoría de los ancianos no necesitan preocuparse por estar demasiado lejos al frente, más bien están preocupados por ponerse al día. Pág. 60 Sugerencias prácticas en el proceso de decisiones. Hay dos razones principales por las que muchos ancianos son ineficientes en la toma de decisiones. Primero, no se preparan adecuadamente para las reuniones de ancianos. En segundo lugar, no realizan las reuniones de ancianos de manera ordenada. Debe entenderse, por supuesto, que estos no son asuntos de fe. La Biblia no nos dice cómo los ancianos deben repararse para sus reuniones o como deben conducir sus reuniones. Las sugerencias presentadas en esta sección son cuestiones de juicio, no cuestiones de fe. En licas 16: 8, Jesús dijo: “hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz”. Hay algunos métodos para preparar y llevar a cabo una reunión de toma de decisiones que las personas en el mundo secular han encontrado ser efectivas. Estas son las cosas que quiero compartir con ustedes en está sección. Creo que estas sugerencias prácticas ayudaran a que se haga mucho más en menos tiempo. Tal eficiencia debería ayudar a los ancianos a encontrar el tiempo que necesitan para funcionar como supervisores y pastores. La mayoría de los ancianos van a sus reuniones pensando en las cosas que quieren proponer, pero sin pero sin saber lo que otros también querrán proponer. Muchos van a sus reuniones con solo un tenue recuerdo de las cosas discutidas y decisiones que se acordaron en reuniones anteriores, he aquí la urgente necesidad de preparación previa. Para prepararse para una reunión, necesita tener una idea de lo que se discutirá en esa reunión. Pág. 61 Necesita una agenda de los temas que se discutirán. Quien preste servicio como presidente de la reunión de ancianos debe preparar una agenda y distribuirla con anticipo. Mucho antes de cada reunión, el presidente debe comunicarse con los otros ancianos, los diáconos, ministros y otros que puedan estar involucrados para averiguar qué cosas deben considerarse en la próxima reunión. Si los diáconos, ministros u otros vana a asistir a alguna parte de la próxima reunión para hacer informes o propuestas deben escribirse con suficiente anticipación con copias distribuidas a cada anciano. será benéfico si los ancianos hubiesen podido leer las propuestas y así manifestar su apoyo a su refutación, todo con el anhelo de agilizar la reunión, presentar mejores hipótesis y traer a la mesa detalles previamente indagados. Si todo lo que hacen los ancianos es escuchar informes orales y propuestas en su reunión, realmente no tendrán el tiempo necesario para estudiar, reflexionar y pensar seriamente sobre el informe o la propuesta. El mejor tiempo para meditar sobre las decisiones a tomar, es inmediatamente después de la reunión. El anciano debe tomarse el tiempo para meditar y orar después de su reunión, dado a que la información estará fresca en su mente y podrá reconciliar la mayor información posible. Este es el momento idóneo para pedirle al Espíritu Santo que ilumine el camino a seguir. Tan pronto como será posible después de cada reunión de ancianos, cada uno de ellos debe recibir una copia del acta de la reunión, también conocida como ‘minutas’. Esto es útil para prepararse para la próxima reunión es especialmente útil para Pág. 62 cualquier anciano que no estuvo presente en la última reunión. A muchos ministerios les resulta útil preparar un maletín especial o al menos un cuaderno para cada anciano. La agenda, las actas, los informes, las propuestas, los estados financieros y otros documentos importantes pueden mantenerse en el libro de anotaciones o en las minutas. Cada anciano puede llevar ese material consigo y estudiarlo cada vez que tenga tiempo libre en el trabajo o en la casa. Tener dicho material fácilmente disponible ayuda a cada anciano a prepararse para las reuniones. Hoy en día, la tecnología ayuda a compartir archivos de manera electrónica. Después de cierto tiempo , se acumulará el papeleo al grado de llenar oficinas enteras de minutas, reportes, actas, registros, solicitudes y archivos físicos. La solución para eliminar tanto papeleo es el respaldo electrónico. Yo todavía cuento con los archivos del ministerio desde el año 2001, cuando Dios me llamó a Su servicio. Todo está respaldado en formato electrónico y en la nube de iCloud. Después de escanear y almacenar los archivos en una computadora, los servicios de almacén electrónico nos permiten tener acceso a nuestros archivos desde el celular o cualquier dispositivo. Algunos de estos servicios de almacén virtual son: iCloud, Google Drive, OneDrive, Box, Dropbox y muchos más. Ahorro de tiempo Es importante que la Iglesia sea organizada por naturaleza, para ahorrarles la inversión de su tiempo a los ancianos y no hacerles perder el tiempo cada que sus reuniones se lleven a cabo. Los trabajadores en la oficina de la Iglesia pueden Pág. 63 preparar informes para los ancianos con respecto a las cifras de membresía y asistencia, los totales de contribuciones y de antemano preparar las preguntas y los temas que se cubrirán. Pueden mantener registros de asistencia individuales y hacerles saber a los ancianos sobre los miembros que no han estado asistiendo, circunstancias que están afrontando algunas familias, necesidades que necesitan ser surtidas y llamadas o visitaciones especiales que se necesitan hacer a la membresía. Es la responsabilidad de la secretaria de la Iglesia coordinar los informes de los líderes de zona e informar a los ancianos sobre las condiciones actuales de la Iglesia. Siempre que sea posible, los ancianos deben tener una oficina en el edificio de la Iglesia donde puedan llevar a cabo sus reuniones, mantener sus archivos y tener todos los registros que necesitan disponibles. Hay muchos tipos de sistemas de almacén y programas de computadora que pueden facilitar a los ancianos la disponibilidad de toda la información que necesite. Si cada anciano se tomaría el tiempo de organizarse con una oficina o, por lo menos, un cuaderno o un maletín, este podrá cargar con él los archivos y siempre estar listo para cualquier reunión urgente. Un problema aun mayor a la falta de preparación antes de las reuniones de ancianos, es la escasez de orden y organización. Muchos ancianos nunca se han tomado el tiempo para discutir cómo deben llevarse a cabo sus reuniones. Pag 64 Las reuniones se han convertido monótonas, repetitivas y rutinarias. Probablemente la forma más ineficiente de llevar a cabo una reunión de ancianos, pero una muy común, es simplemente cederle la palabra a todos libremente para que expresen lo primero que se les viene en mente. Muchos ancianos pasan la mayor parte de su tiempo de reunión en asuntos menores y les queda muy poco tiempo para los temas principales, simplemente porque los temas principales no llegaron hasta el final de la reunión. El presidente de la reunión de ancianos debe cubrir la agenda de manera ordenada. Siempre que se posible, los elementos más importantes deben considerarse al principio de la reunión. La forma más eficiente y ordenada de llevar a cabo una reunión de toma de decisiones se conoce como procedimiento parlamentario ha ganado una mala reputación debido a la forma en que algunos políticos usan los trucos del procedimiento parlamentario con fines engañosos y manipuladores. Pero el procedimiento Pág. 65 parlamentario nunca tuvo la intención de ser utilizado para tales fines. Cada vez que un grupo se reúne con el propósito de presentar propuestas, discutirlas y llegar a decisiones, el procedimiento parlamentario no sólo es útil sino indispensable. La aplicación estricta de la ley parlamentaria es absolutamente esencial en los grandes órganos legislativos. Sin embargo, incluso con un enfoque informal, los principios básicos del procedimiento parlamentario aun deben entenderse y seguirse. Un anciano a menudo puede ser lo suficientemente informal como para doblegar o incluso romper las reglas a menos que entienda claramente las reglas desde el principio. En realidad, sólo hay unos pocos principios lógicos que subyacen en el procedimiento parlamentario. Es mi recomendación que cada mesa directiva tenga un conocimiento profundo de los principios. A través de la práctica, se irán familiarizando con el procedimiento, hasta el grado de tenerlo memorizado. El procedimiento Parlamentario Todos los miembros de un órgano de toma de decisiones tienen los mismos derechos, privilegios y obligaciones. El voto de la mayoría decide. Cuando se requiere más de un voto mayoritario, el control pasa de la mayoría a la minoría. Algunos ancianos han cometido u grave error al suponer que se requiere un acuerdo unánime antes de poder actuar. Pág. 66 Esa es simplemente una versión negativa de la regla de un sólo hombre y, la regla de un sólo hombre, no es bíblica. Es aconsejable que un anciano se esfuerce por lograr el consenso, pero no se requiere el consentimiento unánime para la acción. La forma de llegar a un consenso es llegar a un compromiso. Cuando se presentan dos puntos de vista opuestos, lo que hay que hacer es buscar todos los puntos posibles entre los puntos de vista opuestos. Se puede encontrar una posición de compromiso entre los puntos de vista opuestos y esa posición de compromiso es aceptable para todos, entonces ha llegado un consenso. Pero si no puede encontrar una posición de compromiso que sea aceptable para todos, la mayoría debe tener el derecho de seguir adelante y actuar. Hacer lo contrario, es entregar el control a la minoría. La mayoría en un órgano de toma de decisiones tiene derecho a estar seguro de que sus decisiones no serán revocadas por la minoría que actúa sola. Por esa razón, siempre se requiere un cuórum antes de que el grupo pueda tomar decisiones. Una vez supe de una congregación con siete ancianos. Tres de los ancianos querían despedir al pastor y cuatro no. Una vez, los tres ancianos que querían deshacerse del pastor asistieron a los servicios del miércoles por la noche, cuando los otros cuatro ancianos estaban fuera de la ciudad. Tan pronto se dieron cuenta de la naturaleza de la situación, convocaron a una reunión de emergencia 
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con los ancianos y lo despidieron. Uno de los ancianos que estaba fuera de la ciudad murió antes de que pudiera regresar. Eso dejó al anciano con un punto muerto de tres a tres y los tres ancianos restantes que querían quedarse con el pastor no pudieron votar para contratarlo nuevamente. 
Estos hermanos no pudieron resolver su conflicto de la manera que los cristianos deberían hacerlo y llevaron el asunto a los tribunales. Los tribunales a menudo han dictaminado que cada órgano de toma de decisiones lleva a cabo sus asuntos sujetos a las reglas del procedimiento parlamentario, ya sea que lo sepan o no. 
Y, en este caso, el juez dictaminó que la acción de los tres ancianos que despidieron al pastor era ilegal ya que no tenían cuórum. No había suficientes ancianos presentes en esa reunión para que sus decisiones fueran legalmente vinculantes. un principio importante del procedimiento parlamentario es que la minoría tiene derechos que deben protegerse en interés de todo el grupo. El derecho más importante de la minoría es su derecho a tratar de persuadir a otros en el grupo para que vena su camino. Cualquier esfuerzo para endulzar este derecho requiere un voto de dos tercios, en lugar de una mayoría simple, de acuerdo con la ley Pag 68 parlamentaria . la mayoría tiene el derecho a protegerse contra el esfuerzo de una minoría para bloquear la acción. 
Por está razón, si una persona sigue presentando la misma propuesta una y otra vez y la mayoría sigue derrotándolo una y otra vez, un miembro del grupo puede objetar la consideración de esa propuesta la próxima vez que surja. Pero, para proteger los derechos de la minoría, la moción que se opone a la consideración requiere un voto de dos tercios por la misma razón. Estas son las únicas mociones en todos los “procedimientos parlamentarios que requieren más de un simple voto mayoritario y la razón de que se requiera un voto de dos tercios en estos casos es para proteger el derecho de la minoría a discutir todos los temas de manera plena y libre. 
Un principio del procedimiento parlamentario es que un grupo de toma de decisiones puede discutir sólo una pregunta a la vez. Hace varios años, estaba haciendo un trabajo de consultoría con una organización en la que el consejo de administración pasaba demasiado tiempo en sus reuniones y no solía lograr avances. En la primera reunión de esa mesa directiva observé rápidamente el problema. Tuvieron 12 diferentes temas en el foro e intentaron discutir y decidir sobre los 12 a la vez. He visto reuniones de ancianos donde las cosas estaban aún más confundidas que eso. Al menos esa mesa directiva conocía el valor de hacer una moción formal. También he conocido ancianos en los que la tradición se oponía tan fuertemente a cualquier cosa que incluso parecía un procedimiento parlamentario donde nadie haría ningún movimiento. 
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Hablaron des eso durante horas hasta que todos pensaron que habían llegado a un acuerdo. Al final resultó que, a menudo, no habían llegado a un acuerdo, pero como nunca habían votado realmente sobre una moción formal, no tenían forma de saber con certeza si estaban de acuerdo o en desacuerdo. La razón por la que una propuesta formal se llama “moción” en el procedimiento parlamentario, es porque una propuesta será presentada para aprobación o rechazo bajo el proceso de juicio grupal. Muchos ancianos podrían reducir su tiempo de reunión al menos a la mitad y reducir sus malentendidos si simplemente adoptaran la práctica de hacer mociones formales uno a la vez y, luego decidiendo por mayoría de votos sobre esas mociones. Hay un orden de precedencia definido y lógico que rige la introducción y disposición de todo movimiento. 
Ahí alguien presenta una propuesta especifica en forma de una moción principal, otra persona presenta una moción Del latín quorum, el número de individuos que se necesita par que un cuerpo deliberante o parlamentario trate ciertos asuntos y pueda tomar una determinación válida para enmendar la propuesta, entonces alguien presenta una moción para posponer la consideración hasta la próxima reunión, y finalmente alguien presenta una moción para suspender la sesión. 
El grupo debe primero votar sobre la moción para posponer la consideración hasta la próxima reunión, si eso falla, deben votar sobre la moción para posponer la consideración hasta la próxima reunión, si eso falla, deben votar sobre la enmienda y, finalmente, votar sobre la moción principal. 
Realmente no es tan complicado como parece. Cualquier buen libro de texto sobre el procedimiento parlamentario describe estos principios. La idea no es hacer 
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que todo este atado en nudos parlamentarios, sino simplemente desatar los nudos en los que los ancianos suelen tener problemas por no seguir reglas lógicas. 
En el ambiente informal de una reunión de ancianos, estas reglas a menudo pueden ser enmendadas, pero se deben conocer las reglas y las razones detrás de las reglas antes de cualquier modificación. 
No hay ninguna ley en la Biblia que diga que los ancianos deben seguir las reglas del procedimiento parlamentario, pero los ancianos deben seguir un orden lógico en sus reuniones. Las reglas del procedimiento parlamentario son sólo algunos principios de sentido común descubiertos a través de muchos años de experiencia en grupos de toma de decisiones, que buscan la forma más ordenada de conducir sus asuntos. 
A menos que un anciano tenga una mejor manera de hacer las cosas, parecería imprudente rechazar este sistema probado sin al menos tratar de aprender sus ventajas. No hay ley en la Biblia que diga qué patrón deben seguir los ancianos en sus reuniones, pero sí debe haber algún patrón. 
Quizás esto no es realmente de lo que Pablo estaba hablando en 1 Cor 14: 40 cuando dijo: “pero hágase todo decentemente y con orden”. Pero al menos se aplica el principio general. 
Veamos los pasos a seguir:
1. Llamado al orden y oración de apertura. 
2. Corrección y/o aprobación de las minutas de la reunión anterior de los ancianos que se han distribuido a cada uno antes de la reunión. 
3. Informes de diáconos, ministros u otros en relación con sus tareas regulares en la estructura organizativa de la congregación. 
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5. Informes de diáconos, ministros u otros en relación con sus asignaciones especiales. 
6. Nuevo negocios tomados en orden de importancia según se enumeran en la agenda impresa distribuida a casa anciano antes de la reunión. 
7. Nuevos negocios no incluidos en la agenda impresa. 
8. Oración final y clausura. 
Además de seguir un patrón ordenado en la reunión, los ancianos también deben seguir alguna estructura en su discusión de temas específicos. Se ha encontrado que la siguiente agenda de resolución de problemas tiene un gran valor para muchos grupos de toma de decisiones. 
Seguir estos pasos en la discusión puede reducir en gran medida la cantidad de tiempo requerido para la discusión y aumentar en gran medida la calidad de las decisiones tomadas en esa discusión. 
1. Defina el problema. 
2. Determine las causas de la situación del problema. 
3. Establezca los criterios por los cuales las posibles soluciones serán evaluadas. 
4. Descubra las posibles soluciones. 
5. Aplique los criterios par seleccionar la mejor solución. 
6. Planifique la implementación de la solución. 
7. Nombre personas específicas para llevar a cabo tareas específicas. 
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A primera vista, está agenda de resolución de problemas de siete pasos parece tener un enfoque muy diferente del sistema de hacer mociones formales, discutirlas y votar sobre ellas. En realidad, la diferencia no es tan grande. 
La diferencia es; las mociones manifiestan alternativas para ser refutadas o aprobadas por el grupo y la agenda de resolución de problemas guía la discusión en pasos. La mayoría de los grupos de toma de decisiones que simplemente hacen mociones, os debaten y votan sobre ellos, tienden contradecirse en un tajante sí o un no, creando polos opuestos entre el grupo. Los ancianos deben evitar ese tipo de opacidad. El mejor tipo de agenda para una reunión de ancianos es la agenda que enumera los problemas para discutir el tema junto con cualquier información de fondo que los ancianos necesiten para estudiar el asunto. Cuando ya se han hecho propuestas específicas, deben incluirse en la agenda. En la discusión real, sin embargo, no es mejor comenzar con la presentación formal de mociones. El lugar para comenzar es con una definición clara del problema que debe resolverse. Un problema escasamente definido sólo será medio resuelto. 
No es probable que resuelva un problema si no sabe qué causó la situación y su problemática. Es por eso que el segundo paso en est agenda de resolución de problemas es muy importante. 

A veces, estos dos primeros pasos pueden ser la etapa más creativa del proceso de resolución de problemas. Una compañía propietaria de un nuevo edificio de oficinas de gran altura, llamó a un consultor de una compañía de ascensores. Dijeron que su problema era cómo agregar más ascensores. La gente se quejaba de los largos retrasos mientras 

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esperaba un ascensor. El consultor estudió el problema e informó que no había una forma práctica de agregar más ascensores. Pero él preguntó: ¿Estas seguro de que este es realmente tu problema? Lo pensaron un momento y dijeron: “no, nuestro verdadero problema es como mover a las personas desde el primer piso a los pisos superiores más rápido de lo que podemos ahora”. 
Entonces, el consultor regresó y estudió varias alternativas, pero regresó con un informe de que no había una forma práctica de trasladar a las personas del primer piso a los pisos superiores más rápido. Una vez más preguntó: “¿está seguro de que ha definido correctamente su problema y ha determinado las causas de la situación del problema?” Dijeron que eran positivos. Luego el consultor dijo: “No creo que lo haya hecho” El consultor luego ofreció una propuesta que, él afirmó, resolvería su problema. Él dijo: “Coloque espejos alrededor del área de espera cerca de los ascensores en el primer piso”. Penaban que estaba loco. Pero explicó que había un estudio en el que descubrió que nadie tenía que esperar más de 90 segundos para llegar a un ascensor. Afirmó que un retraso de 90 segundos no era del todo irrazonable. Este consultor había decidido que el verdadero problema era que las personas se aburrían durante el retraso de 90 segundos. Él razonó que las personas están más interesadas en mirarse a sí mismas y también interesadas en mirar indirectamente a las otras personas. Dijo que si instalaban esos espejos, las quejas cesarán. De mala gana acordaron hace lo que el consultor había sugerido y, efectivamente, las quejas se detuvieron de inmediato. Asegúrese de comenzar la discusión 
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con una buena definición clara del problema y el esfuerzo para determinar las causas que este acarrea. El tercer paso en esta agenda de resolución de problemas, es “Establecer los criterios mediante los cuales se evaluarán las posibles soluciones”, este es el paso más olvidado de todos. Lo que la mayoría de los grupos hacen es apresurarse a proponer varias soluciones. El problema con proponer soluciones antes de haber estableció los criterios por los cuales se evaluarán las posibles soluciones, es que tiende a polarizar al grupo, es decir, las soluciones serán vagas y sin claridad. 
Supongamos que una congregación está teniendo problemas de estacionamiento. Su estacionamiento está lleno y la falta de espacio de estacionamiento, está obstaculizando su crecimiento. 
Un anciano sugiere construir un garage / parqueo de estacionamiento alrededor del edificio de la Iglesia. Otro anciano propone comprar un terreno a una milla de distancia y usar un autobús de enlace para llevar a las personas desde el estacionamiento al edificio. 
Un tercer anciano sugiere comenzar una nueva congregación que aleje a un tercio de los miembros actuales de la congregación actual. 
Un cuarto anciano sugiere vender el edificio actual y construir un nuevo edificio con mucho espacio de estacionamiento. 
El anciano que favorece el estacionamiento podría tener una fuerte discusión sobre la base de la conveniencia, pero su plan sería costoso. 
El segundo anciano que favorece el autobús de enlace desde un estacionamiento distante podría presentar una fuerte discusión sobre la base de la economía, pero su plan no sería muy conveniente. 
El tercer anciano que favorece la toma 
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de un tercio de los miembros para comenzar una nueva congregación podría argumentar que dicho plan sería más conveniente para aquellos que viven cerca de la nueva congregación, per, a menos que la congregación actual ya sea muy grande, este plan podría debilitar seriamente la congregación actual. Puede terminar con dos pequeñas congregaciones que no son realmente capaces de lanzar u programa de evangelismo muy efectivo. 
El cuarto anciano que favorece la construcción de un nuevo edificio en una nueva ubicación podría discutir sobre la base de cuánto trabajo una congregación en una nueva localidad tendría, pero este plan sería el más costoso de todos. 
Lo que sucederá dentro de ese tipo de debate nos confirma la necesidad de establecer criterios que favorecen las propuestas: conveniencia, economía, potencial de crecimiento, etc. Considere otra ilustración. Una congregación está buscando un pastor. 
Tienen cuatro hombres “probados” e intentan llegar a una decisión. A algunos les gusta el primer hombre porque es joven. A otros les gusta el segundo hombre porque tiene experiencia. A otros les gusta el tercer hombre debido a su exitoso historial. A otros les gusta el cuarto hombre porque ya está recibiendo pensión de jubilación y no tendrían que pagarle mucho. Tenga en mente, que no importa cuál candidato se elegido, la mayoría de la gente quería a alguien más. Cuando los ancianos necesitan contratar a un pastor, lo primero que deben hacer, después de una cuidadosa consulta con la congregación, es determinar las calificaciones que desean. Entonces deberían ir a buscar a un hombre que tenga esas calificaciones. En lugar de hacer que venga a 
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“probar”, deberían visitarlo en su congregación. Una vez que han encontrado al hombre que creen que va a cumplir con el estándar, es tiempo de revelarse cuales son las expectativas de la congregación. Se necesita considerar sólo un hombre a la vez. 
Un “desfile de posibles pastores” siempre produce confusión. En este asunto, como en todos los demás esfuerzos de resolución de problemas, debe establecer los criterios antes de comenzar a buscar soluciones. En primer lugar, decidan el tipo de pastor que realmente están buscando. Observe el cuarto paso en esta agenda de resolución de problemas es descubrir la posibles soluciones. Este aun no es el momento para abogar o negociar. Este es el momento del descubrimiento. 
La lluvia de ideas es una técnica útil en esta etapa. No evalúe ideas en absoluto. No se concentre en la calidad, sino en la cantidad de ideas. Trate de encontrar tantas ideas como sea posible, sin importar cuan irrazonables puedan ser algunas. Intente tomar las ideas sugeridas por otros desencadenen ideas en su propia mente. Entrelace las ideas sugeridas por otros. Este proceso lleva sólo unos minutos, pero en esos pocos minutos puede generar una gran cantidad de alternativas. 
Puede ser que el 90 por ciento de esas ideas se Pág. 77 disipen rápidamente, pero el 10% de esas ideas que son buenas generalmente incluirán más y mejores propuestas que no se nos hubieran ocurrido si no hubieras utilizado la técnica de lluvia de ideas. Si ha seguido todos estos pasos, el paso final será relativamente fácil. Simplemente tome los criterios que acordó y aplíquelos a la lista de posibles soluciones para después utilizar el proceso de eliminación. Aquí es donde se detienen muchos ancianos. Después de todo, todos acordarán la solución juntos. ¿Qué más hay qué hacer? He estado en muchas reuniones de ancianos en las que pasamos horas discutiendo algunos problemas y finalmente estuvimos de acuerdo con una solución. Pero cuando llegamos a la reunión de ancianos la próxima semana, ¡descubrimos que no se había hecho nada! ¿Por qué? Simplemente porque no se siguió ninguna orden; no habíamos planeado la implementación de la solución y nadie había sido designado para llevar a cabo las tareas específicas necesarias para implementar esa solución. A veces, la fase más larga del proceso de resolución de problemas es planificar la ejecución de la solución. Aquí es donde se debe prestar atención a la asignación de los fondos disponibles. Aquí es donde el presupuesto puede ser importante y donde los ancianos deben recordar que no pueden gastar dinero sin recaudar más fondos o quitar fondos de alguna otra área presupuestaria2 . Aquí también es donde los ancianos deben tener cuidado de desarrollar y mantener un programa equilibrado de trabajo en la Iglesia. A veces, una persona que está presionando para la rápida expansión de un Pág. 78 programa en particular piensa que los ancianos están tratando de obstaculizar sus esfuerzos y frenar cuando realmente todo los que los ancianos tratan de hacer es mantenerse involucrados. Mientras que los fondos y trabajadores disponibles sean limitados, los ancianos deben tener cuidado de asignar tanto fondos como trabajadores para desarrollar un programa equilibrado de trabajo en la Iglesia. Deben darse cuenta de que una decisión de gastar más dinero y usar más trabajadores en un área generalmente significa que habrá menos dinero y menos trabajadores disponibles para otras áreas. Muchos cuerpos legislativos requieren varia lecturas del proyecto propuesto antes de la aprobación final y, esto, es muy sano. No debemos frustrarnos si existen modificaciones durante el proceso de propuestas. He estado presente en varias reuniones donde surge una mejor alternativa y uno de los ancianos expresa su incomodidad diciendo; “pero ya habíamos quedado de acuerdo, debemos quedarnos con lo que acordamos”. El cuerpo de ancianos necesita comenzar sus deliberaciones observando las necesidades espirituales de la congregación y encontrando formas de satisfacerlas, aun si algunas modificaciones son necesarias. Aunque estas son preguntas importantes; “¿Podemos pagarlo?” o ”¿tenemos suficientes trabajadores para hacer el trabajo?”, la única pregunta que debería considerarse como prioridad debería ser “¿Dios quiere que lo hagamos?”. Tener una primera y segunda lectura de propuestas antes de la aprobación final le da a los ancianos la oportunidad de informar a los miembros lo que se está considerando. Les da tiempo a los Pág. 79 2 A esto se le llama modificación del presupuesto. Miembros para hacer comentarios, sugerencias y, en retribución , hacerles saber a los ancianos cómo se sienten acerca de la propuesta. En algunas junas directivas y comités ejecutivos, existe una regla que establece que el grupo debe decidir si las propuestas deben ser decididas por el grupo actuando por su cuenta o llevadas a todos los miembros antes de la decisión final. Independientemente de cómo l haga un anciano, sería una buena idea antes de que los líderes adopten un enfoque similar. En algunos órganos de toma de decisiones la regla es que todas las propuestas deben ser tomadas en cuenta para tomar su decisión antes de que se tome la decisión final. Independientemente de cómo lo haga un anciano, seria una buena idea para el anciano tener alguna forma de decidir qué asuntos deben presentarse a la congregación antes de tomar una decisión definitiva. Si un anciano decide que una propuesta particular debe presentarse a la congregación antes de que el comité tome una decisión final, eso requeriría claramente una primera y segunda lectura de la propuesta. En la segunda lectura, los ancianos podrían dudar preguntándose; “¿cómo podemos recaudar el dinero para pagarlo?” y “¿cómo podemos reclutar a los trabajadores necesarios para hacer el trabajo?”. La mesa directiva debe también considerar las posibles respuestas de la congregación, estar abiertos a sus sugerencias y saber responder las preguntas basándose en su detallada y minuciosa exploración del asunto. Muchas ideas geniales nunca vieron la luz del día porque un anciano preguntó antes de que fuera la hora apropiada de hacer preguntas. He aquí, la masiva importancia de procesar, acordar, ajustar, Pág. 80 concertar y convenir todo asunto, antes de preentarselo a la congregacion. CONCLUSIÓN Las sugerencias presentadas en la sección anterior son cuestiones de juicio, no cuestiones de fe. No hay ninguna ley en la Biblia que diga que los ancianos tienen que hacer las cosas de está manera. El enfoque es buscar maneras eficaces y eficientes para la toma de decisiones. Si un anciano se preocupara por mantener a los miembros más informados, obtendría más información de los miembros antes de que tomen sus decisiones. Haga más para prepararse para sus reuniones y realice sus reuniones de una manera más ordenada; se obtendrán varios buenos resultados: la calidad de sus decisiones mejorará enormemente; pasarán menos tiempo en sus reuniones de toma de decisiones; tendrán más tiempo para funcionar como supervisores y pastores; los miembros estarán más involucrados y la Iglesia comenzará a crecer. Pág. 81 Capítulo 5: las funciones principales delos obispos (supervisores de iglesias). En Tito 1: 5, Pablo dijo que los ancianos deberían ser ordenados y constituidos en cada ciudad. Luego enumera las calificaciones que los hombres deben tener para ser seleccionados como ancianos. (Tito 1: 6-9). “Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero”, (Tito 1: 7). En este capítulo, descifraremos al anciano y sus calificaciones correspondientes. ἐπισκοπέω Episkopéo es la palabra usada en el texto griego original del Nuevo Testamento. Está palabra proviene de 2021. ἐπι epi, que significa sobre, y σκοπέω skopéo que significa “observar, mirar”. La palabra supervisor en el origen castellano es la traducción más directa. Superintendente es una palabra inglesa de origen latino con el mismo significado. Obispo (Bishop en inglés) es otra palabra inglesa que proviene del griego a través del latín y su significados es idéntico. 1 Tim 3: 1 habla de “el oficio de un obispo”. En realidad, el el texto griego original no tiene una palabra para “oficio” en ese pasaje. En cambio, el texto griego tiene la palabra ἐπισκοπέω episkopéo. La traducción literal es “si alguien busca la supervisión”. Pero está claro que un obispo o supervisor en la Iglesia del Nuevo Testamento tenía un papel de liderazgo. 1 Pedro 5: 1-4, que se dirigió a los ancianos (presbíteros) y les dijo que pastoreen la Iglesia, usa Pág. 82 la palabra episkopéo, que es simplemente la forma verbal de la palabra obispo o supervisor ~”ejercer la supervisión” (1 Pedro 5: 2). Todas estas palabras en sus diversas formas se refieren a lo que comúnmente se llama una función administrativa o de supervisión. La mesa directiva en las empresas seculares tiene la responsabilidad de funcionar como un cuerpo administrador y de supervisión, el cual simula al trabajo delos obispos de la Iglesia del Nuevo Testamento. Algunos escritores han criticado recientemente a los ancianos por actuar como una junta directiva. Esa critica no está totalmente justificada. Muchos ancianos funcionan sólo como un cuerpo de toma de decisiones y eso está mal, pero una buena junta directiva no funciona así. Cuando una junta funciona correctamente, delega la mayor parte de la autoridad de toma de decisiones del día a día a otros y limita su papel de toma de decisiones para darle prioridad a los asuntos de mayor importancia. La función principal de una junta en el mundo secular es administrar o supervisar el trabajo que realizan los que ejercen la autoridad delegada para la toma de decisiones. La mayoría de los ancianos podrían ser criticados por no realizar el tipo de función administrativa o de supervisión realizada por juntas eficientes en el mundo secular, y esto sería aceptable, dado que el comité de ancianos también carga con responsabilidades espirituales de la congregación. La función de un órgano administrativo no es tomar todas las decisiones que les delega ese organismo administrativo. El anciano no delega 
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suficiente autoridad con el fin de tener alguien a quien supervisar. Un capataz dirige a los trabajadores para asegurarse que las tareas se cumplan. Un administrador supervisa a los que toman decisiones. Ambas se clasifican en el mundo secular como que tienen puestos directivos, pero las funciones de un supervisor son bastante diferentes de las de un administrador. Hasta cierto punto, el trabajo de los diáconos es paralelo a la función de un vigilante o supervisor, pero los obispos no son vigilantes, son administradores. El trabajo de los administradores en el mundo secularse describe a menudo bajo los encabezados llamados “Las cinco funciones de la buena administración”. 
Estas cinco funciones son:
Visualizar, organizar, delegar, supervisar y analizar. A lo largo de este capítulo, el trabajo de los obispos en la Iglesia se discutirá bajo estos cinco encabezados. 1) Visualizar. “Donde no hay visión, la gente perece” (Prov. 29: 18). Los obispos de las iglesias deben ser hombres de visión. Visualizar significa determinar los fines, metas y objetivos a alcanzar. Muchas congregaciones carecen de dirección porque sus ancianos han funcionado sólo como un cuerpo de toma de decisiones y nunca han encontrado el tiempo para funcionar como obispos. Nunca han planeado más allá del presupuesto del próximo año. Nunca han considerado seriamente la trayectoria del ministerio, donde está y hacia dónde se dirige. Nunca han pensado en dónde estará la congregación dentro de 10, 20, 50 ó 100 años a partir de ahora. 
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 Muchas congregaciones simplemente “se mantienen en ciclos repetitivos”. Sus líderes nunca evalúan realmente el programa general de trabajo de la Iglesia para asegurarse de que se cumplan los propósitos de esta. El propósito de la Iglesia es adorar a Dios a treves de la adoración, a través del trabajo para ayudar a los necesitados, a través del tipo de evangelismo que permite a las personas convertirse en cristianos y a través del tipo de edificación por medio de la enseñanza espiritual y el asesoramiento que ayuda a los cristianos a crecer día a día para llegar a ser más como Cristo. Muchos comités de ancianos nunca evalúan programas específicos para asegurarse de que se logren los objetivos. Simplemente siguen haciendo lo mismo de la misma manera porque esa es la forma en que siempre lo han hecho. A menudo no tienen en cuenta qué es lo que están tratando de lograr a través de cada actividad. 
Algunas congregaciones llevan a cabo dos o tres reuniones evangélicas de ocho días y dos domingos todos los años simplemente porque así siempre han actuado. Aquellos que son “exitosos” llenan los edificios con miembros de las congregaciones vecinas. Aclaramos que las invitaciones serán para entrenamientos formales, no reclutándolos para que se queden como miembros de la Iglesia. 
Por mucho tiempo ha sido un reto atraer a miembros de otras congregaciones a unirse a nuestros entrenamientos, conferencias y reuniones. La mayoría de las congregaciones ni siquiera pueden atraer a sus propios miembros y mucho menos a los no miembros. Cuando eso sucede, los obispos deberían considerar qué es lo 
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que están tratando de lograr y buscar la manera más efectiva. 
EDUCACIÓN EN LA Iglesia 
La mayoría de nuestras congregaciones han estado impartiendo clases bíblicas durante mucho tiempo que han olvidado por qué las tienen. 
Si su objetivo es simplemente llevar a cabo clases sólo por práctica común, entonces no tendrán éxito, ya que debe haber un objetivo más alto. Si su objetivo es simplemente meter a niños y jóvenes en salones para entretenerlos, las congregaciones tendrán sólo un éxito escaso. Debe existir un propósito más elevado al sistema educacional de la Iglesia. Si el objetivo es enseñar información objetiva sobre la Biblia, la mayoría de las congregaciones no tienen mucho éxito y la mayoría no tendría forma de saber con certeza si tuvieron éxito. 
Desafortunadamente estas clases nunca dan tarea. Nunca dan exámenes, nunca reciben retroalimentación para decirles si los estudiantes están aprendiendo si el objetivo de estas clases es trasformar vidas, entonces hemos empezado bien, pero es de suma importancia empeñarnos en la medición, el cálculo, sondeo, encuesta o exploración de nuestros resultados. ¿Qué sucederá cuando nuestros jóvenes dela Iglesia afronten la etapa de emancipación juvenil? ¿abandonarán la Iglesia? ¿Cuáles son las estadísticas delos que abandonan y de los que se quedan? 
La mitad de nuestros nuevos conversos adultos abandonan la Iglesia en unos pocos meses después de su bautismo. El nivel de espiritualidad, santidad, discipulado y mayordomía de los que permanecen no indica que nuestras clases bíblicas tengan mucho éxito en lograr meta de cambiar vidas, dado al nivel de 
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madurez reflejado. En muchas de nuestras clases bíblicas, el alumno típico nunca es realmente desafiado. No aprenden anda nuevo. Simplemente “ensayan la doctrina” a un nivel muy superficial semana tras semana. 
Los obispos deben preguntarse qué están tratando de lograr a través de sus clases bíblicas y ver si no hay algunas maneras en que estos objetivos se puedan lograr de manera más efectiva. Estos ejemplos de reuniones del evangelio y clases bíblicas son sólo dos de las muchas áreas en que los obispos necesitan visualizar las metas que están tratando de lograr en los diversos programas de trabajo de la Iglesia. 
Visualizar significa tener una idea clara de cómo serán las cosas cuando los programas hayan tenido éxito y se hayan resuelto los problemas que afronta la congregación. Pero además de una visión del objetivo a largo plazo en un programa en particular, los obispos también necesitan una visión de cómo serán las cosas en varios puntos del camino. las congregaciones necesitan objetivos a corto plazo, intermedios y de largo plazo. Cuando una congregación progresa lo suficiente como para 
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alcanzar el primer objetivo de corto plazo, se debe establecer un objetivo de largo plazo para aspirar mayo conquista. A lo largo del proceso, las metas de mediano y largo plazo también deben presentarse de tal manera que la congregación tenga un sentido de dirección. La comunicación efectiva hacia todos los participantes del ministerio sólo puede aproximar resultados positivos. 
Esto no significa que todos los datos deben ser ventilados abiertamente a la congregación entera. Algunos datos son exclusivos y pertinentes para la mesa directiva. Algunos obispos ven la importancia de establecer metas, pero establecen metas tan vagas y generales que nunca podrían identificar cuando las logren y, mucho menos, el progreso que va presentando. 
Una meta… “Una mejor congregación este año que el año pasado” es demasiado vaga. Es posible que pueda mirar hacia atrás desde la eternidad y saber si ese objetivo se logró o no. Una meta para “bautizar a más personas a las que bautizamos el año pasado” es un poco mejor. Pero una meta para aumentar el número de bautismos en un promedio de 25% anual durante los próximos cuatro años sería mejor. Es más específico. 
Lo primero que los obispos deben hacer como buenos administradores es considerar las necesidades y problema espirituales en la congregación y visualizar específicamente cómo serán las cosas una vez que esas necesidades hayan sido satisfechas y esos problemas hayan sido resueltos. Una vez que tienen una idea clara de sus objetivos finales y de los posibles inconvenientes en 
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el camino, entonces están listos para pasar al siguiente paso en una buena administración. 
2) Organizar. Organizar significa planificar el trabajo que debe realizarse para alcanzar los resultados deseados. Organización significa una división del trabajo y una asignación de recursos para lograr un propósito. visualizar o planificar, es el proceso de definir metas o fines que se deben alcanzar y organizar es el proceso de establecer los medios a través de los cuales se lograran los objetivos o metas. Este enfoque general ayudaría a los a organizar diversos programas de trabajo. El primer paso en este enfoque es representar el proyecto una vez que se haya completado con éxito. 
El segundo paso es retroceder en el tiempo y determinar todas las cosas que se deben hacer para alcanzar la meta. Por lo general, hay varias líneas de actividad que deben converger para lograr el objetivo final. Cada uno de estos caminos implica una serie de cosas que deben hacerse y, obvio, en un orden apropiado, sólo así se podría lograr el objetivo final. Los pasos que se vayan a tomar deben ser estudiados para determinar cual es el camino más eficiente, el más corto, el más largo y el más drástico. 
Quizás el camino más largo pudiese ser el más productivo, pero en algunas ocasiones, este no será el caso. Para lograr las metas, no sólo se requiere el diseño del plan, sino la revisión del diseño, con todas sus contingentes y variables. Supongamos que los obispos de una congregación deciden probar un enfoque diferente para una reunión evangelística. Antes de que 
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puedan tener una reunión, necesitan un orador. Antes de que puedan obtener un orador, deben decidir a quien preguntar. Antes de que puedan tomar esa decisión, necesitan saber que tipo de reunión quieren tener. Antes de que puedan decidir qué tipo de reunión desean tener, deben considerar su situación y los propósitos que desean lograr. Antes de ellos tomar esa decisión, es posible que quieran que un comité estudie el asunto y les informe. Antes de que el comité pueda hacer su trabajo, el comité primero debe ser designado y recibir su cargo. Otro camino importante que debe desarrollarse en lograr que las personas asistan. 
Para lograr este objetivo, tendrían que planificar su campaña publicitaria dentro de su congregación local y eso podría implicar varios pasos importantes. La mejor manera de lograr que los miembros de una congregación apoyen dicha reunión (o cualquier otro proyecto) es involucrarlos en la formulación del plan, desde el principio. El comité designado para estudiar este asunto puede querer buscar aportes de la congregación antes de que preparen su informe. 

EL PROCESO- PENSAR REGRESIVAMENTE 

Supongamos que a medida que el comité discute este asunto con la congregación, descubren que una de las principales preocupaciones de sus miembros, y también una gran preocupación entre los que nos son miembros, tiene que ver con los problemas familiares. Al estudiar el asunto con más detalle, el comité podría descubrir que los problemas de comunicación son el área de mayor problema en las familias. Luego, se presentará una propuesta para realizar un ”Taller de comunicación familiar” en 
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el que un orador podría presentar alguna conferencia familiar basada en la Biblia sobre el plan de Dios para mejorar la comunicación entre marido y mujer y la comunicación entre padres e hijos. cual sea el asunto que el comité esté discutiendo, el secreto está en pensar progresivamente en el tiempo. Comience con el proyecto tal como estará cuando se complete y luego continúe con todos los pasos en cada área que se necesita cubrir para alcanzar el objetivo final. El enfoque habitual es comenzar con sólo una vaga idea del objetivo final y sin pensar en los pasos necesarios en cada camino para alcanzar ese objetivo. Eso lleva a un enfoque de “gestión por crisis”. 
Planear y organizar ahorrará mucho tiempo y problemas más adelante. Además, terminas haciendo un mejor trabajo. Una vez que los obispos hayan hecho la planificación y organización, en necesario preparar lo que la gente en el mundo empresarial secular llama “descripciones del trabajo”. 
Los diáconos, ministros y otros que reciben asignaciones específicas en un programa de trabajo de la Iglesia necesitan que se les informe sobre los objetivos generales del programa, cómo ese programa se relaciona con otras actividades de la congregación, instrucciones específicas para cada miembro involucrado, cuales con las pólizas, qué decisiones está autorizada a tomar esa persona por sí misma, cuanto dinero él puede gastar por su cuenta y lo que necesita ser llevado a los obispos para su aprobación. 
En general, toda la congregación debe recibir al menos un resumen breve de cada descripción del trabajo, especialmente en lo que respecta a las tareas regulares de los diversos diáconos y ministros. Ese tipo de comunicación abierta ayudará a los 
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miembros a responder preguntas, hacer comentarios, sugerencias y quejas. Pero lo principal que hará es involucrar más a los miembros. La comunicación es la clave para la participación. 3) Delegar. El tercer paso de la buena administración realmente debería ser el delegar. Ese tercer paso es el paso más importante pero más descuidado en todo el proceso. 
La razón principal por la que muchos ancianos nunca tienen el tiempo para funcionar como administradores o como maestros y consejeros espirituales es que nunca delegan suficiente autoridad para tomar decisiones a los diáconos, ministros y a otros que trabajan bajo su dirección. 
He conocido a diáconos que han servido en el diaconato durante años sin que se les haya asignado una tarea específica. He conocido a muchos oros que se le habían asignado tareas específicas sin tener ninguna autoridad para tomar decisiones, incluso en los asuntos más triviales. 
El consejo de Jetro Los obispos deben considerar seriamente le sabio consejo que Jetro de dio a Moisés en Éxodo 18: 13-28. Moisés se mantenía ocupado desde la mañana hasta la noche sirviendo al pueblo y, era el único que tomaba las decisiones para Israel. Jetro sugirió que esto era malo, no sólo para Moisés, sino también para le pueblo. Ningún hombre podía tomar decisiones realmente buenas con semejante carga de responsabilidad. Además, Moisés tenía cosas más importantes que necesitaban du atención. Jetro instó a Moisés el nombrar gobernantes de tal manera que uno gobernara a mil personas. En el 
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siguiente nivel, un líder gobernaba a cien personas, en el tercer nivel, el líder gobernaría a 50. Si el problema aún no se resolvía, se le llevaba al líder de 100. 
Si ese líder aun no podía resolver el problema, era llevado al líder que gobernaba a mil. Y sólo aquellos problemas que no pudieron resolverse a través de este proceso jerárquico, eran llevados a Moisés para su consideración. Fue gracias a este sistema de delegación que Moisés fue capaz de convertirse en un líder eficaz. 
Podía lidiar con los problemas que exigían su atención. 
Podía considerar esas cuestiones que solo podía resolverse a su nivel. Lo mismo se aplica a un anciano. ninguna anciano puede tomar todas las decisiones para una congregación y hacer un buen trabajo. Si lo intentan, sus decisiones a menudo serán malas. Además, si lo intentan, no tendrán no tendrán tiempo para funcionar como administradores o como maestros y consejeros espirituales. El arte de la delegación es una de las artes más difíciles para cualquier líder. Un líder necesita delegar suficiente autoridad para compartir la carga con otros e involucrarlos en los procesos hacia donde Dios va dirigiendo la organización. El control de una organización se pierde cuando el líder no presenta instrucciones claras y, por ende, los caminos se ven grises y llenos de incertidumbre para los seguidores. 
La mejor manera de empezar a delegar autoridad es comenzar delegando una autoridad 
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limitada para la toma de decisiones con instrucciones muy detalladas y claras, después que una persona ha adquirido experiencia y confianza, los líderes pueden delegarle un poco más de autoridad para tomar decisiones con menos pautas políticas. Es importante delegar experiencias que lleven al discípulo al éxito. 
A largo plazo, es mucho más importante que se desarrollen los talentos y la confianza de un Diácono a que se haga un trabajo en particular. Si un Diácono recibe por primera vez una delegación relativamente pequeña de autoridad para tomar decisiones en un trabajo que es fácil de realizar, su éxito en esa experiencia le dará más confianza y estará listo para tomar más responsabilidad. 
El anciano no debería delegar responsabilidades si el anciano no cuenta con el tiempo para supervisar el desempeño y medir los resultados que se produzcan. Esto es dado a que la responsabilidad delegada fue en realidad entrenamiento para el crecimiento del Diácono, bajo el cual se le celebran sus logros y se le corregirá en sus debilidades. El anciano sólo debe delegar la autoridad par toma decisiones cuando esté listo para que le Diácono use su propio juicio y haga las cosas a su manera (obvio, dentro de las pólizas permisibles). 
El discípulo quizás haga las cosas de manera muy diferente, esto es aceptable y, a pesar de los diferentes métodos, el anciano sabrá apoyar cuando el Diácono cometa errores. Un sentir muy común e inmaduro del anciano será querer quitarle la autoridad cuando errores se cometan. Si se le quita la autoridad, también se le estaría arrancando sus posibilidades de crecimiento, ejercitar su creatividad, 
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y las energías que el Diácono estaba dispuesto a aportar en el proyecto. 4). Supervisar. De todos los pasos en los tradicionales de la buena administración, este es el que más se acerca al significado literal de obispo o supervisor. 
La planificación, la organización y la delegación deben preceder al trabajo realizado. La supervisión se produce a mediad que los planes se ponen en funcionamiento. 
Una vez el liderazgo ha determinado qué trabajo quiere que se haga, qué objetivos quiere lograr, qué pautas de política quiere seguir y qué autoridad de toma de decisiones quiere ejercer un Diácono, ministro y otro miembro de la Iglesia, entones y sólo entonces se puede iniciar la supervisión. 
La supervisión requiere una comunicación bidireccional efectiva. Los obispos deben obtener la información que les indica si están cumpliendo o no, los objetivos, si se siguen o no , las pautas de la política y si la autoridad delegada para la toma de decisiones se ejerce de la manera que planearon. Cuando se desarrollen problemas, los obispos deben motivar a los que trabajan bajo su dirección. Se les corrige a quienes no siguen las pautas de la política. 
Deben preocuparse continuamente por la capacitación y el desarrollo de quienes trabajan bajo su dirección. Cuando surgen problemas que están más allá de del alcance de la autoridad de toma de decisiones delegada a un individuo, deben considerarse el reto y tomar una decisión que le permita al discípulo finalizar el proyecto o logar la finalización de la tarea asignada. Es de suma 
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importancia no desertar el proyecto por más complejo que aparente se el cometido. Informes formales o informales Informes escritos de diáconos, ministros y otras personas que trabajan en programas específicos bajo la dirección de los obispos pueden ser de gran ayuda para los obispos en su trabajo administrativo. Si todos los informes se darían oralmente cuando los obispos están en el edificio de la Iglesia asistiendo a los servicios de culto, los obispos descubrirán que sus deberes administrativos les dejan poco tiempo para adorar, saludar a los miembros, dar bienvenidas a los recién llegados o coordinar la predica. Hay demasiadas cosas importantes que deben atenderse el de los servicios de la Iglesia como para estar recibiendo informes orales informales. 
Si los diáconos, ministros y otros que trabajan bajo la dirección de los obispos prepararán informes escritos cuando les sea posible, pueden preparar esos informes con más detalle en su tiempo libre y los obispos pueden estudiarlos cuando también tengan algo de tiempo libre. La mayoría de las congregaciones podrían mejorar enormemente su eficiencia organizacional si usaran informes escritos más de lo que lo hacen. Compartiré un ejemplo en mi caso en específico. Amo la impartición en vivo con grupos de alumnos en el aula de clase, y no me veo dejando está función quizás por los siguientes treinta años. 
A pesar de que amo la impartición, una de mis frustraciones son los alumnos que “aprovechan” los recesos de clase para compartirme sus sueños o visiones, pleitos familiares y/o chismes de sus Pág. 96 de sus congregaciones. Todo docente estará de acuerdo conmigo que quisiéramos aprovechar esos cinco minutos de receso para repasar notas y escanear mentalmente los siguientes puntos a cubrir. En está preciso momento, corre alguien al profesor con la famosa frase: “Profe, déjeme aprovecho para contarle un sueño que tuve anoche” o ”Profe, voy a aprovechar para que me dé su opinión en un problema que traigo”. Es precisamente en ese momento cuando yo quisiera que existiera un formulario o algún reporte escrito para que el alumno exprese sus sueños o visiones. 
No saquemos mi observación de contexto. Todo docente en nuestra universidad está a disposición del alumno en todo momento. Sin embargo, aspiramos hacia más organización y orden. Aportaciones en la materia que se está cubriendo siempre son bienvenidas. El punto es organizarnos en nuestras organizaciones con reportes escritos y disfrutar de sus beneficios. Los obispos generalmente necesitan reservar al menos pare de su tiempo para su función administrativa y el asesoramiento hacia estos reportes escritos. A veces, la mejor manera de llevar a cabo una reunión de ancianos es comenzar con la función administrativa. Dedique algún tiempo a reunirse con diáconos, ministros, ministros y otras personas discutiendo programas específicos. Como norma, programe que se cubran primero los temas que están en escrito, ya que estos estarán más organizados por haber tenido le tiempo de procesar el informe. Una vez que termina la sesión de informes, entonces se cubren los temas menos organizados. Después de exponer los temas principales, es tiempo de presentar soluciones. Es de suma importancia considerar ---------- 
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espirituales de miembros y hablar sobre el trabajo que necesitan hacer como maestros y consejeros espirituales. Reuniones y cómo llevarlas a cabo. Además de la reuniones en grupo en las que se revisan programas específicos, los obispos deben reunirse con Diáconos y ministros individuales regularmente para discutir su trabajo en general. Cualquier Diácono que parezca tener un buen potencial para convertirse en obispo algún día debería tener al menos una reunión anual con los obispos en la que se centren en su crecimiento personal, espiritual, intelectual y de liderazgo. Es imposible que los ministros funcionen efectivamente sin una revisión periódica de esta naturaleza que les permite saber dónde están parados, cuáles son las reacciones de su obispo pertinente a su desempeño y cuáles son las expectativas futuras. Por lo general, es recomendable que se lleven a cabo reuniones de ancianos y diáconos cada tres meses. Es una buena idea programar los temas para cada reunión de líderes y con la frecuencia que sea necesaria. Algunos diáconos podrían estar trabajando en los programas que los convocan a reunirse con los obispos todos los meses. Otros pueden necesitar sólo una reunión cada trimestre o tal vez sólo dos al año. los requisitos del programa particular deben determinar la frecuencia de asistencia de un Diácono a la reunión de ancianos. En el caso del obispado, es una buena idea tener a los ancianos presentes en algunas de las reuniones pastorobispo. 
La relación entre los obispos y los ancianos debe ser tan cercana que los obispos deseen tener a los ancianos presentes Pág. 98 cuando el obispo se reúna con el pastor. Los ancianos, quienes pastorean la congregación, son tan importantes en la vida de una congregación, que necesitan estar involucrados directamente con los entrenamientos que ofrezca el obispo. Los ancianos pueden asistir a las reuniones de pastor-obispo y ofrecer sus sugerencias sin emitir votos u opiniones. Un pastor no debe tratar de dominar o limitar tal reunión, especialmente si el obispo es a los entrenamientos continuos. 
El éxito de la organización depende de la atmósfera que se crea para estas reuniones o se puede crear una atmósfera en exclusividad y secretiva o se creará una atmosfera de bienvenida y trasparencia. 
Cuando la organización crece, suelen surgir desafíos de espacio y economía. Por ejemplo, en Asia, actualmente le doy cobertura ministerial y entrenamiento a más de 5,500 pastores y ministros. Dado a las largas distancias, normalmente llevamos a cabo entrenamientos de 300 a 500 pastores por reunión. 
Los talleres se llevan a cabo en 1 ó 2 días por grupo, luego nos trasportamos a otra ciudad para seguir entrenando otros grupos. No nos es posible recibir a la membresía de las congregaciones por limites de espacio, pero sí recibimos a los ministros y ancianos de las congregaciones para que aprovechen los entrenamientos realizados. Asia cuenta con 6.5% cristianismo, lo cual es muy bajo, hay mucha necesidad de entrenamientos y pocos recursos traducidos a sus idiomas. 
Dado a estos limitantes, se les permite acceso a los diáconos y ministros a los entrenamientos pregrabados y entrenamientos en vivo por video llamada. 
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Existen enormes ventajas a mantener a los diáconos entrenados debidamente. La ventaja primordial es el conocimiento para tomar iniciativas por sí mismos, atender los asuntos del ministerio con mayor seguridad y permitir que los obispos puedan efectivamente realizar los entrenamientos. 
Lo que sucede a menudo en congregaciones pequeñas es que los ancianos funcionan sólo como un cuerpo de toma de decisiones y dejan todo el trabajo administrativo al pastor. 
Lo que sucede a menudo en las grandes congregaciones es que los obispos tratan de hacer todo el trabajo administrativo y no utilizan lo suficiente a sus ministros y al personal de la Iglesia en está función. Una alternativa que algunas congregaciones han encontrado efectiva es hacer que la Iglesia brinde apoyo financiero para que uno de los obispos pueda dedicar todo su tiempo a el trabajo administrativo día a día. 
La clave es que los obispos participen activamente en la administración de los asuntos más importantes y utilicen a un anciano, ministros, personal de la Iglesia, diáconos u otros empleados a tiempo completo para ayudarlos a administrar en forma cotidiana los varios programas. Los obispos deben recordar el sabio consejo que Jetro le dio a Moisés y aplicar ese principio en su trabajo como administradores, así como en su delegación de autoridad de toma de decisiones. 
5) Analizar. La función administrativa delos obispos no termina con la finalización exitosa de un proyecto. Con demasiada frecuencia cometemos los mismos errores una y otra vez porque no aprendemos de nuestra propia experiencia. Cuando termina una 
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tarea o se completa un proyecto, los obispos necesitan ver que se puede aprender de la experiencia. 
Es importante notar qué cosas funcionaron y volver a intentarlo, así como tener en cuenta qué cosas no funcionaron y tratar de descubrir qué salió mal. Problemas de actitud entre los líderes. 
En está etapa final del proceso administrativo que los obispos pueden considerar los cambios estructurales que podrían ser necesarios la próxima vez que surja u proyecto similar. Por ejemplo, un caso muy común y que sucede muy a menudo es que surjan problemas de conducta de algún participante; normalmente problemas de personalidad. 
Los obispos deben lidiar con estos problemas de personalidad en cuando surjan. Lo que hacen muchos obispos es hacer cambios estructurales en la organización como una forma de evitar problemas de personalidad; y cambios estructurales no son la solución porque no se afronta el problema. 
Aun debería existir una póliza de la constitución del ministerio para corregir los problemas de personalidad cuando exista diferencia de opinión al grado de entrar en conflicto entre dos líderes. Sin embargo, demasiada frecuencia, aun con pólizas en pie, si no se afronta la contienda de inmediato, la situación perdurará mucho después de cualquier cambio estructural. 
Quizás no sea una posición muy agradable reunir a dos diáconos cuyas opiniones o personalidades choquen, sim embargo, es una práctica muy necesaria si queremos una solución a largo plazo. A la larga, enfrentar es mucho mejor que crear una estructura organizacional 
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incomoda simplemente como una forma de esquivar esos problemas de personalidad. Analizar, el paso final en el proceso administrativo, es el momento para que los obispos reflexiones sobre los fines, metas y objetivos que ellos representaron al comienzo de este proceso. 
Necesitan asegurarse de que su visión es lo que Dios quiere que sea y que su desafío a la congregación se mantenga al ritmo de las crecientes necesidades espirituales de los miembros. Si los obispos visualizan, organizan, delegan, supervisan y analizan, funcionaran de una manera efectiva y eficiente como administradores y eso les permitirá pasar más tiempo en su ocupación más importante: su función como consejeros espirituales y maestros entrenando a otros pastores para la obra del evangelio. 
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Capítulo 6: lidiando on el pecado dentro de la Iglesia. 

Mientras estemos en está tierra, el pastor siempre tendrá que lidiar con aquellos que se niegan a arrepentirse. Los problemas mentales o emocionales que llevan a los cristianos al punto en que necesitan asesoramiento cristiano y, tal vez incluso, asesoramiento profesional, a menudo son causados por el pecado. 
El elemento común en todo pecado es la rebelión contra la autoridad de Dios. Santiago 2: 10-11 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. 11 Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. 
Este pasaje no enseña que tienes que ser perfecto para ser salvo, pero sí enseña que hay muchas maneras de rebelarte contra la autoridad de Dios. Hay muchas formas de rechazar la autoridad de Dios. Santiago 4: 17 dice que: y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. 1 Juan 3: 4 nos dice: Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. 
1 Juan 5: 17 dice: Toda injusticia es pecado; pero hay pecado no de muerte. Todo lo que hacemos en violación de nuestra conciencia es pecado. Al discutir la cuestión de si comer carne o no, Pablo dijo en Romanos 14: 23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado. Pero en todos estos diferentes tipos de pecado, el único elemento esencial es la rebelión contra la autoridad de Dios. 
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¿Alguna vez has dicho: ”Yo se que debo hacerlo , pero yo no quiero?” el pronombre personal “yo” se usa de tres maneras diferentes en esa oración. Existe la mente lógica, racional y razonable. Existe la conciencia que te dice lo que debes hacer. 
La palabra de Dios se convierte en parte de la conciencia de un cristiano. A veces surgen conflictos entre lo que Dios le dice a ese cristiano y lo que el cristiano de ese cristiano. 
La naturaleza natural quiere hacer. Lo que sucede cuando los cristianos se rebelan contra la autoridad de Dios es que dejan que la naturaleza emocional tome el control. Alrededor del cambio de siglo, hubo un conocido escritor estadounidense que era alcohólico. Los médicos le dijeron que si no dejaba de beber, estaría muerto en seis meses. Entonces se aferró a beber durante algunas semanas. 
Pero luego, un día, entró en su bar favorito y dijo: “He decidido que ya no voy a pelear contra mi propia voluntad”. Se emborrachó y permaneció borracho hasta que murió. Es evidente que la naturaleza emocional inferir se había apoderado y estaba hablando cuando dijo: “No voy a pelear…”. Una de las cosas más importantes que los pastores dela Iglesia deben tener en cuenta al aconsejar a los cristianos que pecan es que su problema fundamental es que hacen y repiten lo que quieren hacer en lugar de hacer lo que saben que deberían hacer. 
Mientras decidan continuar complaciendo en el pecado, no estarán en obediencia a Dios, y mientras desobedezcan a Dios, es imposible vivir bajo su bendición. Una de las más 
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importantes enseñanzas que el pastor debe relatar a la congregación es sobre nuestra decisión de obedecer a Dios, que es nuestra prioridad primordial, queramos hacerlo o no queramos hacerlo. Una vez que está parte de su personalidad se haga cargo y sus decisiones controlen sus acciones, sus sentimientos cambiarán gradualmente. Eventualmente podrán convertir sus deberes en deseos. 
No sirve de nada y, a menudo, hace mucho daño acercarse a los cristianos en rebeldía queriendo ayudarles con terapias emocionales. Su problema no es que estén controlados por los sentimientos equivocados, sino controlado por el pecado. Su problema es que están controlados por sus sentimientos en lugar de dejar que decisiones piadosas controlen sus acciones. No sirve de nada apelar a sus sentimientos de culpa y miedo. 
Ya han demostrado que sus sentimiento que los han llevado a pecar son más fuertes que sus sentimientos de culpa y miedo. La tarea debe ser abrirles los ojos que sus sentimientos no deben controlar sus emociones y que los estatutos de Dios predominan sobre sus emociones mixtas. 
Un cristiano (a) que le quiebra el corazón el/la amante mientras está en adulterio, o jóvenes solteros que están viviendo en fornicación, pudieran buscar consuelo en el consejero del ministerio para sanar sus corazones de la decepción, sin embargo, el meollo principal del asunto no es que sus corazones están rotos, o que sus emociones han sido perturbadas. 
El conflicto principal es, que se dejaron engañar por satanás, que pecaron contra Dios, y por esa razón sus espíritus están desequilibrados y desconectados de Dios 
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Una vez que dejan que sus decisiones controlen sus acciones, entonces el atractivo emocional puede ser útil, pero lo que se necesita es inspiración y aliento en lugar de apelaciones de culpa y miedo. Sin embargo, hay momentos en que los cristianos continúan en rebelión contra la autoridad de Dios, sin importarles cómo sean amonestados. Es entonces cuando los pastores de la Iglesia deben liderar en disciplina. 
Una de las principales razones de la debilidad actual de la Iglesia es que generalmente no hemos dejado negado a practicar lo que la Biblia enseña sobre la disciplina. 
La disciplina es hermosa y productiva. La definición bíblica para la disciplina es; traer más fruto. 
La Biblia nos presenta enseñanzas muy claras sobe cómo debemos tratar con cristianos que se rebelan contra la autoridad de Dios y se niegan a arrepentirse a pesar de repetidas advertencias. En Mateo 18: 15 “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mateo 18: 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Mateo 18: 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano”. 
Los judíos de esa época no se relacionaban con gentiles o publicanos, así que lo que Jesús estaba diciendo es no relacionarnos con un cristiano que se niega a arrepentirse de su rebelión a pesar de múltiples advertencias. En Romanos 16: 17-18, Pablo escribió: “ 17Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que ustedes habéis aprendido, y que os apartéis de 
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ellos. 18 Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos”. 
El argumento bíblico más detallado sobre este asunto se encuentra en 1 Cor 5: 1-13. Un miembro de la Iglesia del Señor en Corinto fue culpable de inmoralidad sexual y se negó a arrepentirse. Observe que Pablo dijo: “Y ustedes estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de ustedes el que cometió tal acción?” (1ª de Corintios 5: 2). En 1ª de Corintios 5: 6 Pablo advirtió: “No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?“ y luego, 1ª de Corintios 5: 8 Pablo dijo: “Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad”. 
En 1ª de Corintios 5: 9-13, Pablo dijo: “ 9Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis ustedes a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre ustedes”. 
Hay muchos otros pasajes de la Escritura que tratan sobre cómo nos relacionamos con el error. Gálatas 1: 6-9 dice que debemos considerar a los falsos maestros como malditos. 2Ts3: 6 dice: “Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros”. 
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Luego, en 2Ts3: 14-15 Pablo dice: “Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. 15 Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano”. 1 Timoteo 5: dice: 20 “A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman”. Tit3: 10-11 dice: “Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, 11sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio”. 
2ª de Juan 1: 9-11 dice: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 10Si alguno viene a ustedes, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! 11Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras”. 
Cuando un cristiano peca deliberad continuamente y se niega a arrepentirse a pesar de las repetidas advertencias, la congregación debe retirar formal y públicamente de esa persona la relación con el resto de la congregación. 
Si una persona ha sido retirada, no debe asociarse con ella del tal manera que se interprete que aprueba lo que ha hecho. Si un cristiano se ha alejado del Señor y usted continua las relaciones sociales ordinarias con esa persona en lugar de aprovechar todas las oportunidades para exhortarlo a arrepentirse, su asociación continua sugeriría la aprobación de lo que ha hecho. Posiblemente haya quien desee relacionarse con el rebelde con el pretexto de “restaurarlo”. Sin embargo, en este caso, el necio 
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decide seguir en su necedad y prontamente tú serás igualmente necio como él (Prov. 26: 4.12). hay tres razones principales para esta cirugía drástica: está amputación. La primera y más importante razón, como se sugiere en 1 Cor 5: 6, es proteger a la Iglesia de la influencia maligna de tales personas. Una segunda razón muy importante es proteger la influencia de la Iglesia en la comunidad para que el trabajo de guiar a los perdidos a Jesucristo no sea obstaculizado por las malas influencias de un individuo en la congregación. 
Una tercera razón, como se sugiere en 2ª de Tes. 3: 14, es para avergonzar al pecador con la esperanza de que esto lo lleve al arrepentimiento. Pero incluso si todos los miembros de la congregación estuvieran completamente persuadidos de que un individuo en particular no se arrepentiría y, de hecho, se volvería aún más rebelde si se retirara, incluso entonces esta acción debe tomarse para proteger al Iglesia de su influencia malvada y con el fin de proteger la influencia de la Iglesia en la comunidad. Si una congregación no retira la comunión de los cristianos caídos que se niegan a arrepentirse de su rebelión contra Dios, esa congregación se niega a obedecer un mandato muy claro de la palabra de Dios. la Biblia menciona varios pecados específicos en vanos ejemplos de personas que necesitaban ser retiradas. Pero la Biblia no nos da una lista de pecados específicos que son motivo para ser expulsados. Recuerde que la esencia de todo pecado es la rebelión contra la autoridad de Dios. 
En realidad, sólo hay una razón para ser expulsado y es la negación a arrepentirse, independientemente de qué pecado específico pueda estar involucrado. No hace diferencia de qué pecado específico podría 
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estar hablando si un cristiano deliberada y continuamente peca y se niega a arrepentirse a pesar de todo lo que se ha hecho para llevar a esa persona a la retribución: el pueblo de Dios debe expulsar a esa persona de su comunión. A veces, está drástica acción puede traer al rebelde a arrepentirse, pero no siempre. 
Algunos cristianos errantes han ido tan lejos en su rebelión contra Dios que han endurecido sus corazones contra su palabra. 
Cuando cruzan ese punto de no retorno, no hay más esperanza, incluso si vivieran durante 1,000 años, nunca podían arrepentirse porque han endurecido sus corazones contra el único poder que puede llevarlos al arrepentimiento. Heb 6: 4-6 dice: “4Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. 5Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. 6Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia”, 
Algunas personas se endurecen tanto en su rebelión que no pueden arrepentirse y sin arrepentimiento no hay esperanza de salvación. El tiempo en que los pecadores pueden estar bien con Dios es mucho más limitado de lo que muchas personas han supuesto. No es sólo que la muerte pueda venir o que el Señor pueda regresar antes de que el pecador se arrepienta. La oportunidad de arrepentimiento de mucho más limitada que eso. Hay muy pocos momentos preciosos en la vida cuando el corazón del pecador es tocado por la palabra de Dios. n esos momentos, el pecador puede tomar la decisión 
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correcta y obedecer a Dios. pero si el pecador continúa en su rebelión o simplemente pospone su obediencia, entonces endurecerá su corazón. La próxima vez que escuche la palabra de Dios, será mucho más fácil posponer la obediencia y, por lo tanto, continuar en rebelión. 
Después de un tiempo, la conciencia del pecador es como la piel que se ha chamuscado con un hierro caliente (1 Tim 4: 2). Perdieron la sensibilidad y se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza (Ef 4: 19) 2ª Cor 7. 10 dice que la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación. Página. 111 

ASIGNATURA 

Instrucciones – reportes 
1) En hojas por separado, escriba sus reportes. Consulte a su profesor se debe hacer la tarea en computadora o a mano. 
2) Escriba un reporte por cada pregunta / argumento aquí presentado. 
a. Años 1 al 4 (licenciatura): 1 página mínimo por reporte. b. Maestría y doctorado: 2 páginas mínimo por reporte. 
1. Basado en el Capítulo 1, redacte cómo pudiera mejorar la estructura interna de su Iglesia (ejemplos en páginas 9-10. Y basado en el esquema de calificación a líderes (página 17), autoanalícese usted mismo y explique las áreas que debe perfeccionar. 
2. Basado en el Capítulo 2, haga su propia investigación sobre la funciones de los presbuteros, episkopos, y poimen, y explique su aplicación a la Iglesia de hoy. Utilice recursos adicionales a este libro de texto. 
3. Basado en el Capítulo 3, resuelva el siguiente caso: usted está pastoreando un equipo de líderes autoritarios, explique cuales serian los pasos que usted tomaría para modificar las actitudes de sus líderes. 
4. Basado en el Capítulo 4, en sus propias palabras explique el procedimiento parlamentario. 5. Basado en el Capítulo 5, explique Las cinco funciones de la buena administración. Asegúrese que su enfoque describa el trabajo del obispo. 
6. Basado en el Capítulo 6 (Lidiando con el pecado), resuelva el siguiente caso; en la congregación que usted pastorea, hay 2 miembros que están viviendo en pecado, uno de ellos quiere restaurar su relación con Dios y está arrepentido. El otro no se niega a arrepentirse; ¿Cómo manejaría estos dos casos?